Pancreatitis en el perro: causas, síntomas, tratamiento
Veterinaria clínica de pequeños animales
Actualizado: 4 de marzo de 2023
Qué es la pancreatitis canina: tipos y causas
Al igual que en los seres humanos la pancreatitis en el perro consiste en la inflamación del páncreas. El páncreas es un órgano situado en la cavidad abdominal, justo detrás del estómago, adyacente a la primera parte del intestino delgado (duodeno), y tiene dos funciones principales: la producción de enzimas digestivas y secreción de jugos pancreáticos hacia el duodeno a través del conducto pancreático para ayudar en la digestión de los alimentos y la producción de hormonas, como la síntesis de insulina, para regular el metabolismo del azúcar en la sangre. Por tanto, no solo es importante a nivel digestivo, sino también a nivel endocrino.
Cuando el páncreas del perro se inflama, las enzimas digestivas pueden comenzar a activarse dentro del páncreas en lugar de en el intestino, lo que causa daño en el tejido pancreático y puede llevar a la liberación de estas enzimas en el torrente sanguíneo, lo que puede provocar complicaciones graves en el cuerpo del perro.
Qué causa la pancreatitis en el perro
En función de la rapidez con la que se instaura, la pancreatitis puede ser de curso agudo (aparición repentina) o crónico (durante meses o años, con la aparición de “brotes” agudos). El origen de la pancreatitis es diferente según su curso:
Causas de pancreatitis aguda en el perro (y episodios de agudización de pancreatitis crónica):
- Dieta muy grasa, obesidad o hiperlipidemia (niveles altos de colesterol o triglicéridos en sangre). Es la causa más frecuente.
- Isquemia (falta de riego): debido a cirugía traumática, torsión de estómago, traumatismos o estado de shock.
- Reflujo de contenido intestinal o de bilis a través del conducto pancreático debido a obstrucción intestinal, vómitos o diarreas intensas.
- Problemas en las vías biliares, como inflamación, obstrucción o cálculos.
- Infección: por bacterias, debido a reflujo intestinal, o virus como el parvovirus, responsable de la parvovirosis canina.
- Medicamentos: corticoesteroides, antiinflamatorios no esteroideos, azatioprina o bromuro potásico.
- Autoinmune (las defensas del organismo se vuelven contra el páncreas).
Causas de pancreatitis crónica:
- Autoinmune.
- Idiopática (de causa desconocida).
Perros con más riesgo de pancreatitis
Cualquier perro se puede ver afectado por una pancreatitis, independientemente de su edad y sexo –aunque es algo más común en perros mayores de seis años y en machos que en hembras–, sin embargo, es más frecuente en perros mayores con obesidad o que comen alimentos muy grasos o ricos en proteínas.
Algunas razas, como el Cocker Spaniel, el Schnauzer miniatura y el pastor alemán, están más predispuestas a la pancreatitis crónica autoinmune.
Por otro lado, los perros que tienen ciertas enfermedades crónicas, como la enfermedad inflamatoria del intestino o la diabetes, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar pancreatitis. Igualmente, aquellos canes que han tenido pancreatitis antes tienen un mayor riesgo de desarrollarla de nuevo.
Síntomas de pancreatitis en el perro: cómo identificarla
Los síntomas característicos de la pancreatitis en el perro se pueden clasificar en función de la gravedad:
Síntomas leves:
- Náuseas y vómitos, que se agravan con la ingestión de alimento, e incluso agua. Estos perros pueden vomitar repetidamente y su vomito puede contener bilis.
- Pérdida de apetito y anorexia. Estos canes pueden negarse a comer.
- Dolor cólico abdominal (agudo y muy intenso), con adopción de “postura de rezo” (acercando la cabeza y extremidades anteriores al suelo).
- Debilidad. Los perros con pancreatitis pueden parecer débiles, letárgicos y tener una menor actividad física.
- Fiebre, aunque no siempre aparece.
- Diarreas.
Síntomas graves:
- Vómitos muy intensos, muchas veces sanguinolentos.
- Diarrea sanguinolenta.
- Dolor abdominal muy fuerte.
- Deshidratación.
- Fiebre.
- Dificultad respiratoria, o respiración rápida y superficial. En casos graves, los perros con pancreatitis pueden tener dificultad para respirar debido a la inflamación del páncreas.
- Arritmias cardiacas.
- Tetania (contracciones musculares) por disminución del calcio en sangre.
- Septicemia, shock y muerte.
Si sospechas que tu perro tiene pancreatitis, debes buscar atención veterinaria de inmediato. La pancreatitis puede ser una condición grave y potencialmente mortal si no se trata adecuadamente.
Diagnóstico de la pancreatitis en los perros
Llegar a un diagnóstico de pancreatitis canina puede ser complicado y generalmente se basa en una combinación de signos clínicos, resultados de pruebas de laboratorio y pruebas de imagen. Ante la aparición de síntomas compatibles con pancreatitis, nuestro veterinario deberá realizar analíticas para confirmarla y determinar la gravedad del cuadro clínico:
Tratamiento de la pancreatitis en el perro
La intensidad del tratamiento de la pancreatitis canina dependerá de la gravedad, y el animal puede precisar hospitalización y cuidados intensivos durante varios días en los casos graves.
Tratamiento farmacológico:
- Fluidoterapia intravenosa con suero y electrolitos, como potasio, para reponer las pérdidas por vómitos y diarreas. En casos muy graves, incluso se necesita transfusión de plasma.
- Antieméticos y protectores gástricos para controlar los vómitos.
- Analgésicos para paliar el dolor cólico.
- Antibióticos, tanto para el tratamiento, como para la prevención de las infecciones bacterianas.
Tratamiento dietético:
En caso de pancreatitis aguda, está indicado el ayuno total, al menos hasta la desaparición de los vómitos. Posteriormente, se introducirá alimento bajo en grasa y de fácil digestión en pequeñas cantidades durante unos días.
En casos de pancreatitis crónicas, los perros deberán seguir una dieta baja en grasa y digestible durante toda su vida para reducir la carga de trabajo en el páncreas y para prevenir ataques de pancreatitis aguda.
Pronóstico de la pancreatitis en un perro y dieta para prevenirla
Los animales con síntomas graves, como vómitos y diarreas con sangre, fiebre, hipocalcemia y signos de septicemia tienen un mal pronóstico, mientras que los animales con pancreatitis leve que se controla con ayuno y fluidoterapia suelen recuperarse bien y llevar una vida normal.
Para prevenir la pancreatitis, especialmente la de tipo crónico, se debe seguir una alimentación baja en grasa y fácilmente digestible. Actualmente, existen dietas comerciales específicas, aunque también se puede optar por un menú natural. Se debe evitar administrar salchichas, tocino o premios, ya que contienen altos niveles de grasa. Los animales obesos, se beneficiarán de una bajada de peso controlada.
Es importante seguir cuidadosamente las recomendaciones del veterinario durante el tratamiento y en el futuro para reducir el riesgo de una recaída de la pancreatitis en el perro. También es importante identificar y tratar cualquier factor de riesgo subyacente, como el sobrepeso o la diabetes.
Creado: 3 de marzo de 2023