Sarna en el perro
La sarna es una enfermedad de la piel del perro causada por varias especies de ácaros. Te explicamos cómo identificar los síntomas de escabiosis canina, sus cuidados y tratamiento, y cómo prevenir el contagio en tu can.

Síntomas de la sarna en el perro

María Bayón Piedrabuena, veterinaria

Por: María Bayón Piedrabuena

Veterinaria clínica de pequeños animales

Actualizado: 29 de julio de 2022

Dependiendo del tipo de sarna, los síntomas en el perro y la localización y extensión de las lesiones cutáneas son diferentes, aunque la característica común a casi todas ellas es el prurito o picor, un síntoma muy molesto que causa desazón e intranquilidad a nuestro perro. Para poder aliviarlo suelen rascarse con las patas, frotarse contra objetos, y lamerse constantemente.

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La alopecia o pérdida de pelo, en mayor o menor grado, también es un síntoma común en todos los tipos de sarna. Su extensión es variable en función del tipo de sarna y su gravedad, abarcando desde lesiones de unos pocos centímetros, hasta áreas completas de la cabeza, el dorso o las extremidades. Otras lesiones son el eritema o enrojecimiento de la piel, la descamación o “caspa”, las pápulas, las costras y las pústulas.

En el caso de la sarna demodécica, el prurito no suele ser frecuente, excepto si la piel se infecta por bacterias de manera secundaria. La forma localizada es habitual en perros jóvenes, y afecta al área periorbitaria (alrededor del ojo) y las comisuras labiales, produciendo alopecia y pigmentación de la piel. La mayoría de casos remite espontáneamente, pero en un pequeño porcentaje esta sarna puede generalizarse, abarcando áreas más extensas de piel, por toda la cabeza, el tronco y las extremidades, con alopecia, eritema, descamación, engrosamiento de la piel, e incluso úlceras. Estos casos son más graves y requieren un tratamiento intenso, ya que la salud general del perro puede deteriorarse seriamente.

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Entre los síntomas de la escabiosis canina o sarna sarcóptica son comunes la alopecia, el eritema, las pápulas y las costras, especialmente en las orejas, los codos, el vientre y los tarsos. Provoca un fuerte prurito y, si no se trata, la enfermedad puede evolucionar durante años.

La cheyletielosis es un tipo de sarna más leve, aunque muy contagiosa, en la que el ácaro vive libre sobre la queratina de la piel del dorso. Causa síntomas como prurito en distinto grado y descamación abundante de la piel, que se puede observar como pequeños copos blancos móviles sobre el pelo.

En el caso de los ácaros de los oídos, estos provocan una otitis externa, muy pruriginosa, y es fácil visualizar cera negruzca en el conducto auditivo.

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Creado: 3 de marzo de 2017

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