Cómo afrontar la pérdida de un bebé
El duelo por la pérdida de un bebé es más complejo en tanto que, por ley de vida, los hijos sobreviven a los padres. Para afrontarlo es importante expresar el dolor, mantener la motivación y buscar ayuda profesional.

Cómo paliar el dolor ante la muerte de un hijo

Maite Nicuesa

Por: Maite Nicuesa Guelbenzu

Doctora en Filosofía y experta en coaching

Actualizado: 28 de junio de 2022

Los profesionales médicos ocupan un lugar determinante a la hora de paliar el dolor emocional que sufren los progenitores ante la pérdida de un hijo. En primer lugar, es indispensable hablar en términos coloquiales y dejar de lado por un momento el lenguaje médico. Se trata de poner en práctica la empatía. Para ello, el especialista debe utilizar un tono de voz amable, mostrarse cercano, escuchar a la persona que tiene enfrente… Es un gran error minimizar el dolor de una persona por miedo a verle sufrir. Por ello, nunca se deben decir frases del tipo: “Esto pasará pronto”, “verás cómo mañana te sientes mejor”, “no estés triste”… El dolor solo se supera a base de ser comunicado, exteriorizado y compartido.

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Por ello, el entorno familiar tampoco debe sobreproteger a la víctima hasta el punto de no permitirle sentir debilidad. ¿Cómo se debe entonces actuar ante el dolor ajeno? Con respeto, y entendiendo que cada persona tiene su propio ritmo y su proceso interior a la hora de avanzar.

Por otra parte, también es bueno proponer planes tranquilos a la persona que está sufriendo para que pueda salir de casa y distraerse: por ejemplo, salir a dar un paseo, tomar un café, ir al cine para ver una película… En ningún caso se debe evitar el tema, porque todo aquello que se intenta ocultar tarde o temprano sale a la luz con más fuerza. Es decir, es un error convertir un hecho natural como la muerte en un tabú.

Existen entidades de ayuda social como el ‘Teléfono de la Esperanza’ que imparten cursos sobre superación de duelo que pueden resultar de interés para todos aquellos que están pasando por una situación de estas características. Es un entorno amable en el que podrás compartir vivencias con personas que han pasado por un proceso semejante. En el caso de aquellas personas que tienen un hijo con una enfermedad rara, también es posible entrar en contacto con una asociación de afectados por el mismo problema. El apoyo y la sensación de pertenencia a un grupo de personas que entiende la problemática resultan de gran utilidad y de mucha ayuda.

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Creado: 14 de septiembre de 2012

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