Cómo ventilar aulas y oficinas para reducir el riesgo de COVID-19

Una guía del CSIC explica cómo se deben ventilar las aulas de estudiantes para reducir el riesgo de contagio por COVID-19, unas recomendaciones que también pueden aplicarse a otros espacios como oficinas o edificios públicos.
Ventilar aulas y oficinas para reducir el riesgo de COVID-19

22/10/2020

Una de las grandes preocupaciones de los padres es el riesgo que corren sus hijos de contagiarse con el SARS-CoV-2 en la escuela. Ahora un grupo de Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y otro de técnicos de la Asociación Mesura han creado una guía en la que se indica cómo debe realizarse la ventilación de las aulas para reducir el riesgo de COVID-19, aunque sus recomendaciones también se pueden aplicar a otros espacios interiores como oficinas o edificios públicos.

Aconsejan entre 5 y 6 renovaciones del aire cada hora si el aula mide unos 100 m² y dentro hay 25 estudiantes de entre 5 y 8 años de edad

Ventilar las estancias ha sido siempre uno de los consejos para reducir el riesgo de COVID-19, pues ya se ha demostrado que su vía de contagio es mediante los aerosoles que se expulsan al hablar, cantar, o simplemente respirar. De esta manera, si se cambia el aire de un lugar cerrado habría menos probabilidades de infectarse con el virus, sin dejar a un lado el uso de la mascarilla y la distancia interpersonal.

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Cómo ventilar los interiores para evitar contagios por coronavirus

En la guía se recomienda que se mida la ventilación de los espacios en los que dan sus clases los niños y se tomen medidas para garantizar la seguridad en el entorno estudiantil. Algunas de las consideraciones son:

  • Realizar la actividad al aire libre siempre que sea posible.
  • En las aulas se recomienda renovar el aire interior con aire del exterior abriendo las ventanas y puertas para crear una corriente.
  • Es mejor optar por la ventilación cruzada –ventanas y puertas abiertas en lados opuestos– que solo abrir puertas o ventanas del mismo lado, pues es mucho más efectiva para cambiar el aire del ambiente.
  • Se deberán tener en cuenta las condiciones ambientales exteriores, no solo por el flujo de aire, sino por la temperatura a la que estará la estancia.
  • Colocar un ventilador con el flujo hacia el exterior también puede ser una manera de favorecer la ventilación.
  • Si no se puede realizar un correcto flujo de aire en las aulas se tendrá que optar por alguna herramienta que lo renueve, impulsando aire limpio y extrayendo el que se encuentra en el ambiente.
  • Los sistemas de ventilación comunes en el edificio deben renovar el ambiente con aire del exterior, evitando que el aire recircule.
  • En caso de que esta opción no sea posible se deberá colocar algún filtro como el HEPA H13 o superior (más del 99,95% de eficiencia) en el sistema, que permita purificar el aire de cualquier agente externo.

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Según explican, las recomendaciones de ventilación y purificación del aire dependen de algunos factores como: el tamaño de la estancia, el número de personas que hay en ella y su edad –pues la cantidad de aire respirado no es la misma en un adulto que en un niño–, el tipo de actividad que se realiza y la incidencia de casos que se han notificado en la región.

En esta guía, basada en una de la Universidad de Harvard (EE.UU.), se aconsejan entre 5 y 6 renovaciones del aire cada hora si el aula mide unos 100 m² y dentro hay 25 estudiantes de entre 5 y 8 años de edad, lo que equivaldría a unos 14 litros por persona y segundo.

Otros consejos para minimizar la emisión y exposición al virus

Ya se sabe que en los lugares cerrados hay más riesgo de contraer el COVID-19 que en los abiertos, por eso desde el CSIC avisan que, para reducir la probabilidad de contagio, además de ventilar, se debe minimizar la emisión y la exposición al virus, y estas son algunas de las indicaciones para lograrlo:

  • Reducir el número de personas, de esa manera se exhalarán menos aerosoles.
  • Incidir en el cumplimiento de la distancia interpersonal y la higiene de manos.
  • No hablar alto o estar en silencio, ya que al gritar la emisión de gotículas de saliva es 30 veces mayor.
  • Mantenerse poco activo, porque cuando se realiza actividad física intensiva aumenta el número de partículas en suspensión.
  • Llevar la mascarilla muy bien ajustada para que no pueda salir ningún aerosol al hablar o respirar.
  • Reducir el tiempo de exposición en el aula; cuanto menos tiempo se pase dentro, menos riesgo de infectarse.
  • Mantener la distancia de seguridad de al menos 1,5 metros entre personas.

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Actualizado: 5 de mayo de 2023

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