Acrofobia
La acrofobia es un miedo exagerado e irracional a las alturas que se basa en un temor patológico a caerse y morir. En algunos casos puede condicionar la vida del afectado y precisar tratamiento psicológico.

Qué es la acrofobia

Por: Enrique González

Periodista experto en salud y bienestar

Actualizado: 5 de septiembre de 2022

Podcast: Regadera de emociones

por Vanessa Fernandez

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Basta con mirar hacia abajo desde un balcón, un puente o una escalera alta para que el corazón se acelere y las piernas parezcan ceder. La acrofobia, o miedo intenso a las alturas, va mucho más allá del vértigo ocasional: es una reacción de pánico que puede aparecer incluso ante la idea de estar en un lugar elevado. Exploramos cómo se origina este temor, por qué el cuerpo responde con tanta intensidad y qué estrategias terapéuticas pueden ayudar a volver a mirar hacia arriba —y hacia abajo— sin miedo.

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Qué es la acrofobia o miedo a las alturas

Es natural sentir cierto desasosiego si nos encontramos a muchos metros de altura, algo que puede suceder cuando, por ejemplo, subimos a una elevación donde corremos cierto riesgo de precipitarnos al vacío si no andamos con cuidado, o si la superficie que pisamos es inestable. En esos casos se trata más bien de una cuestión de prudencia y sentido común. Sin embargo, hay personas incapaces de realizar acciones cotidianas como subir una escalera, asomarse a una ventana, caminar sobre un puente o asomarse a un mirador. Padecen acrofobia, término con el que se conoce al miedo a las alturas y que, como cualquier otra fobia, puede llegar a condicionar la vida de quien lo sufre.

La acrofobia va más allá de la impresión que puede causar encontrarse alejado del suelo. Es un miedo irracional y desproporcionado a las alturas que se basa en un temor patológico a caerse y morir. Este trastorno conlleva efectos fisiológicos y psicológicos negativos, hasta tal punto que si no se controla puede incluso paralizar a una persona. Por eso, aquellos que lo sufren tienden a evitar cualquier situación que implique estar en una posición de altura.

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Se trata de una de las fobias más comunes del mundo, y se calcula que entre un tres y un cinco por ciento de los habitantes del planeta sufre acrofobia en mayor o menor medida. Los expertos no han dibujado un perfil concreto de las personas que desarrollan este desorden, pero apuntan a que los jóvenes y las mujeres son más propensos a padecerlo.

No confundir la acrofobia con el vértigo

Aunque pueden guardar cierta relación, no hay que confundir la acrofobia con el vértigo. La primera consiste en el temor a morir si caes desde una altura en la que estás situado, mientras que el vértigo es una sensación de movimiento de los objetos que tenemos a nuestro alrededor. Es una ilusión, y no una obsesión, como puede ser el miedo a las alturas.

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El vértigo es una patología derivada de alteraciones en el oído interno, que está asociada con la pérdida de equilibrio. Además, aparece en cualquier momento y no implica necesariamente estar situado en un lugar elevado; puede ocurrir mientras caminas, o incluso si permaneces sentado en una silla. Por tanto, vértigo y acrofobia no son sinónimos.

Ambos trastornos se vinculan, sin embargo, cuando a la sensación de desequilibrio se suma el miedo a precipitarse desde lo alto. En ese caso esta perturbación se conoce como “vértigo de las alturas”.

Creado: 23 de octubre de 2014

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