Love bombing, cómo poner límites a esta manipulación amorosa

El love bombing o bombardeo de amor consiste en un exceso de muestras de atención y cariño hacia la pareja que puede formar parte de la fase de enamoramiento, pero también ser un tipo de manipulación emocional. Aprende cómo identificar este abuso en la pareja y ponerle freno.
Mujer embelesada por el exceso de cariño de su pareja

Por: Dra. Vanesa Fernández López

Psicóloga, especialista en emociones

Actualizado: 31 de octubre de 2025

Recuerdo una frase que decía siempre mi querida abuela con respecto a las relaciones amorosas: “Caldo que mucho cuece, pronto se acaba”. Mi experiencia como psicóloga en el tratamiento de problemas en las relaciones de pareja (y personal, por qué no) me ha enseñado cuánta razón tenía mi abuela. En el punto intermedio reside el éxito de muchos aspectos de nuestra vida, y el amor no es la excepción. Tanto mucho como poco nos puede influir de forma negativa. Cuando es poco, nos sentimos solos y desdichados. Cuando es mucho, nos confunde y puede conducirnos a relaciones tóxicas o con personas con las que no tenemos nada que ver, debido a que esa intensidad nos genera una especie de enamoramiento que nos impide distinguir la realidad.

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Este es el caso del love bombing o bombardeo de amor, un comportamiento diseñado para llenarte de amor a través de palabras bonitas, mensajes, regalos, atención constante, etcétera, que te hará sentir como la persona más especial del mundo y segura –al menos en “ese momento”– de lo que siente hacia ti la persona amada. Es importante señalar que el love bombing puede formar parte de una estrategia de seducción sin más intención que resultar atractivo o, por el contrario, constituir un tipo de abuso o manipulación emocional. Por ello, va a ser importante que abras bien los ojos y cierres los oídos.

Qué es el love bombing y cómo identificarlo

El love bombing es un término que ya se usaba en los años 70 referido a una secta estadounidense que empleaba el afecto, la atención, los halagos, etcétera para captar y manipular a sus miembros y alejarlos de su entorno. Posteriormente, el término se recoge en 1995 de mano de la psicóloga Margaret Singer, en su libro Cults in Our Middle para referirse a las dinámicas de aceptación en los grupos de jóvenes. En la actualidad, se emplea este término para designar las muestras de amor excesivo hacia la pareja, colmándola de atenciones y halagos.

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Inicialmente este comportamiento no tendría que ser peligroso, ya que puede formar parte de una primera fase de conquista o enamoramiento, en la que es normal mostrar al otro nuestras mejores cualidades y nuestro interés hacia él o ella con el fin de resultarle atrayente. Esto forma parte de una respuesta de atracción e interés hacia la otra persona sin ninguna intención oculta. Es decir, no existe ningún interés o manipulación por parte de la persona que ejerce el love bombing, más allá de demostrar todo lo que puede aportar a esa posible relación. 

Sin embargo, no son pocos los casos en los que se observa que el love bombing forma parte de una estrategia de “enganche emocional” que algunas personas, manipuladoras y narcisistas, emplean para atraer y controlar a su víctima. Podemos identificar el bombardeo de amor a través de conductas de sobre atención como: llamadas y mensajes frecuentes, expresiones de afecto intensas, mensajes de texto largos cargados de emotividad, halagos, regalos, priorización de la pareja por encima de todo y ganas constantes de estar con la persona amada.

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Mecanismos de usos del love bombing como abuso emocional

El love bombing se basa en uno de los principales reforzadores de la conducta humana, tal vez por la necesidad de apego del ser humano: la atención por parte de los otros. Sentirnos atendidos o deseados por otras personas es uno de los premios más potentes que podemos recibir y, como tal, reforzará nuestra conducta para repetirla en el futuro. Es decir, las conductas exitosas tienden a repetirse.

Por eso, cuando estoy con una persona que me hace sentir bien, amada, deseada, etcétera, experimentaré sentimientos de bienestar y placer que reforzarán mi deseo de estar con ella. Estos elementos de reforzamiento del love bombing los utiliza la biología para que, a través de la fase de enamoramiento –una fase de deseo y atracción por el otro– mostremos a la pareja lo mejor de nosotros, garantizándose así la continuidad de la especie. Podríamos decir, por lo tanto, que el bombardeo de amor “sano” sale por sí solo porque nace del corazón.

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El problema es que tan nobles artes que forman parte de una inocente fase de conquista pueden caer en manos de personas peligrosas, como es el caso de los narcisistas y manipuladores. Este tipo de personas, muchas veces de forma consciente, y otras tantas porque les sale de forma automática, emplean el love bombing como una forma de manipulación emocional para atraer, controlar y confundir a la víctima. Lo hacen a través de tres mecanismos:

  1. Si no haces lo que quiero te retiro el caramelo: cuando no cedes a sus demandas no te critican ni te hacen nada malo, pero sus atenciones, mensajes, palabras bonitas, etcétera se reducen, o incluso pueden desaparecer.
  2. Amor intermitente: estas personas nunca llegan a desaparecer o retirarte su amor, pero, dependiendo del día, sus palabras, mensajes, atenciones, etcétera están cargadas de un amor de “locura” hacia a ti, mientras que en otros te hablan desde “el afecto”, pero de una forma mucho más serena. Este proceso es el que técnicamente se denomina “refuerzo intermitente” mediante el cual, de forma aleatoria, recibimos el refuerzo que buscamos unas veces, y otras no. Este tipo de proceso es tan potente para mantener el enganche que es el responsable de procesos de adicción tan fuertes como la ludopatía.
  3. Mira lo majo que soy con otros: sin llegar a emplear palabras ni atenciones tan potentes como las que emplean contigo, este tipo de personas comienzan a prestar atención a otras personas (por ejemplo, dando likes a sus publicaciones o hablando muy bien de ellas) que actúan como les gustaría que tú actuaras… “para que aprendas”.

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La persona sometida a un love bombing tóxico va a ver como su autoestima disminuye buscando el refuerzo de la atención de la otra persona, sin caer en la cuenta de que ella no controla el premio; lo controla quien la ha sometido al bombardeo amoroso. Mientras, se sentirá frustrado, solo, angustiado y, en muchos casos, sometido a una especie de situación de luz de gas donde no acaba de ver claro si esa persona le ama, o no.

Pareja mirándose con recelos

Cómo te puedes proteger del love bombing tóxico

Es normal que si estás sometido a un love bombing tóxico te sientas confundido y deseando conseguir la atención que unas veces te presta esa persona a la que amas, y otras veces no. Sin embargo, es una trampa. Tú no controlas nada, porque en los enganches quien controla es el que otorga el premio o la satisfacción. Aquello de lo que dependes te controla, así que vamos a decirte cómo salir de ahí y ponerle límites:

  • Ulises y las sirenas: te voy a pedir que comiences con una reflexión recurriendo a los clásicos. ¿Recuerdas el mito de Ulises y las sirenas narrado en la Odisea de Homero? Ulises pidió que le ataran al mástil del barco para poder guiarle, mientras que sus marineros se pusieron cera en los oídos para que no pudieran seducirles los cánticos de las sirenas que los atraían para estrellar el barco contra las rocas. Lo mismo debes hacer tú. Ten cuidado con los cánticos de sirena para que no anulen tu juicio. Abre los ojos y observa sus conductas y no solo escuches o leas sus palabras: te quiere mucho, está deseando verte, eres lo más importante para él o ella… De acuerdo, pero ¿en qué comportamientos se traduce lo que dice? Si tú cumples con lo que dices que sientes, ¿por qué él o ella no debería hacer lo mismo?
  • Confía en tus sensaciones: hay veces que nos llegan mensajes contradictorios entre lo que la otra persona dice y lo que hace. Confía en tu intuición. No te digo con esto que abandones a la primera de cambio, pero algo está ocurriendo… No lo desatiendas.
  • Establece tus límites: si a ti no te apetece entrar en el juego del bombardeo de amor, no lo hagas. El hecho de no exaltar el amor continuamente no significa que quieras menos a esa persona. Ahora bien, si ya has cedido, no pares de repente y sin dar una explicación. Puedes decirle algo así como: “mira; a mí me encantas, pero es verdad que todas estas palabras, corazones, etcétera lo hago porque sé que te gustan. Te quiero igual, aunque no te lo diga de forma constante y, por el contrario, al hacerlo me siento forzado. No dudes de lo que siento si no lo hago”. O bien, “Me gusta que te guste, pero me resulta agobiante que me lo digas tantas veces, son innecesarios tantos regalos, no necesito hablar tan a menudo…”.
  • Si la persona a veces te inunda con bombas de amor y otras no te hace ni caso, muéstrale tu desconcierto. Es normal que te sientas confundido si hacen esto. La gente suele preferir que los demás mantengan un comportamiento lineal y tienes todo el derecho a transmitir tu molestia cuando esto no sucede. Si existe una explicación, te vendrá bien conocerla y, si después de decirlo varias veces la situación continúa y te causa malestar, no dudes en ponerle fin. No será porque no lo has advertido.
  • Por mucha ilusión que tengas con otra persona, y aunque te trate fenomenal, prioriza tu autocuidado. Eres tú la primera persona que debe hacerte sentir bien.
  • Cuida tus relaciones sociales (familia y amigos) y no te centres solo en la fuente de afecto que te proporciona una persona.  

Creado: 31 de octubre de 2025

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