Anemia en el embarazo
Durante el embarazo aumenta el volumen sanguíneo y disminuye la concentración de hemoglobina por lo que es frecuente apreciar una anemia leve, que aunque no suele requerir tratamiento conviene saber prevenir.

Tratamiento de la anemia en el embarazo

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 25 de mayo de 2025

El mejor tratamiento de la anemia durante el embarazo es prevenir su aparición con una dieta variada y equilibrada, que incluya alimentos ricos en hierro y en vitaminas cuyas carencias provocan el desarrollo de la anemia. A ello hay que añadirle suplementación médica junto con hábitos saludables. La intervención temprana es esencial para evitar complicaciones como bajo peso al nacer, parto prematuro o fatiga materna severa.

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Tratamiento dietético de la anemia en el embarazo

Si sufres anemia durante tu embarazo es importante incluir en la dieta los siguientes alimentos que pueden ayudar a prevenir y complementar el tratamiento médico:

Alimentos ricos en hierro hemo (alta absorción, el 25% del que se ingiere): El hierro hemo está presente en alimentos de origen animal, como: 

  • Hígado de ternera y cerdo (solo con recomendación médica por su alto contenido en vitamina A). Riñones (de ternera y cerdo)

  • Pescados azules: sardinas, atún, caballa, anchoas, mejillones, almejas, etcétera)

  • Carnes rojas magras: ternera, cordero

  • Carnes de ave (pollo, pavo, perdiz, codorniz, pato).

  • Huevos: contienen tanto hierro hemo (la yema) como no hemo (la clara).

Alimentos con hierro no hemo (absorción media/baja, entre el 3-5% del que se ingiere):

  • Frutas ricas en vitamina C, que ayuda al organismo a absorber el hierro (naranjas, limones, fresas, kiwi...).

  • Vegetales de hojas verdes oscuro (espinacas, brócoli, acelgas, kale, col lombarda, perejil, alcachofas, remolacha y coliflor)

  • Legumbres (lentejas, habas, guisantes, alubias...).

  • Pan, cereales integrales y enriquecidos, el germen de trigo y la levadura de cerveza, y bollos de harina integral.

Alimentos que potencian la absorción de hierro:

  • Vitamina C (se recomienda con alimentos ricos en hierro no hemo): naranja, limón, brócoli, perejil, mango, fresas, kiwis, papayas, grosellas negras, brócoli, col de Bruselas, pimientos.  

  • Cocción prolongada en olla lenta de legumbres (libera más hierro disponible), esto puede mejorar tanto su digestibilidad como su absorción. 

Alimentos a limitar durante las comidas principales

Se deberían evitar justo antes, durante o después de comidas ricas en hierro, o separarlos, en al menos 2 horas, de las comidas ricas en este tipo de hierro, para no interferir en su absorción:

  • Lácteos en exceso (calcio inhibe la absorción de hierro)

  • Té y café (ricos en taninos que bloquean el hierro)

  • Cereales refinados y azúcares simples. Salvado y fibra

Estilo de vida y hábitos adicionales

Por otro lado, hay una serie de consejos sobre hábitos nutricionales y de estilo de vida que es aconsejable seguir:

  • Realizar comidas pequeñas frecuentes para facilitar la digestión y evitar náuseas.
  • Beber suficiente agua para prevenir el estreñimiento inducido por el hierro.
  • Realizar seguimiento analítico regular (hemoglobina y ferritina).
  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco (interfieren con la absorción y el transporte de hierro).
  • Se debe también tener en cuenta que congelar o calentar en exceso los alimentos puede resultar en la pérdida de minerales debido a las variaciones extremas de temperatura, tanto en frío como en calor. 
  • Si sigues una dieta vegetariana estricta piensa que no aporta las necesidades diarias de hierro y vitamina B12, por lo que se debe consultar con el médico la conveniencia de utilizar suplementos durante el embarazo.

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Suplementos para tratar la anemia en el embarazo

Una vez instaurada, la anemia se trata administrando suplementos de hierro, ácido fólico, o vitamina B12, y manteniendo su consumo durante todo el embarazo e, incluso, tras el parto, hasta que el trastorno desaparezca:

Suplementación con hierro

La primera línea de tratamiento es la toma oral de suplementos de hierro (sales ferrosas como el sulfato ferroso). La dosis habitual es de 60-120 mg de hierro elemental/día.

Se recomienda tomarlo con vitamina C (por ejemplo, zumo de naranja) para mejorar su absorción.

Entre sus efectos secundarios frecuentes podemos citar las náuseas, molestias gástricas, estreñimiento o heces oscuras. Si hay intolerancia o falta de respuesta, se puede recurrir al hierro intravenoso.

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Ácido fólico

En muchas ocasiones se combina ácido fólico con hierro. El folato participa en la maduración de los glóbulos rojos.

La dosis recomendada es de 400 a 800 mcg/día, aunque en casos de anemia megaloblástica puede requerirse más.

Otros nutrientes

En casos más graves o resistentes, debe evaluarse la deficiencia de vitamina B12 y vitamina A, que también pueden estar implicadas.

Creado: 25 de octubre de 2011

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