Ser madre a partir de los 35 años
Las agujas del reloj biológico que despiertan el instinto materno de las mujeres cada vez se retrasa más. Conviene pues que todas conozcamos a fondo los posibles riesgos de ser mamá a partir de los 35 años.

Consejos si quieres ser madre con más de 35 años

Eva Salabert

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 21 de junio de 2024

Lo más aconsejable es informar al ginecólogo de la intención de ser madre si has sobrepasado los 35 años de edad. El médico elaborará una historia clínica para descubrir los posibles factores de riesgo (enfermedades, antecedentes familiares, hábitos nocivos, etcétera) que podrían complicar el desarrollo del embarazo, y esta información le servirá para realizar un seguimiento más adecuado de la gestación, teniendo en cuenta las características propias de la paciente. Esto se conoce como control preconcepcional y permite descartar, diagnosticar o controlar, todos aquellos trastornos que constituyen un riesgo potencial para el embarazo.

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Otras medidas o consejos que puedes adoptar si quieres ser madre pasados los 35 años son:

  • Ácido fólico

    Empieza a tomar ácido fólico, porque se ha comprobado que las mujeres que lo toman al menos tres meses antes de quedarse embarazadas reducen significativamente el riesgo de que el bebé presente malformaciones congénitas como la espina bífida. Eso sí, ten en cuenta que el ácido fólico es el único folato que ha demostrado su eficacia en la disminución de los defectos del tubo neural y que otras formas de folato, metilfolato o sus marcas comerciales no han demostrado eficacia en este contexto.

  • Omega 3

    Incrementa la ingesta de ácidos grasos omega 3, presentes en alimentos como el pescado azul (atún, caballa, sardinas, salmón, trucha, anchoas...), frutos secos como las nueces, algunos mariscos, etc. Los omega 3, además de prevenir problemas de hipertensión en la futura madre, favorecen la maduración del sistema nervioso del feto.

  • No tabaco

    Evita el consumo de tabaco y los ambientes contaminados. Está ampliamente demostrado que el tabaco resulta nocivo para el feto, y se relaciona con partos prematuros y bajo peso del bebé al nacer. La salud de la madre también se beneficiará del abandono de este hábito.

  • No alcohol

    No bebas alcohol. No está comprobado que exista una cantidad mínima segura para el feto, por lo que es mejor eliminarlo totalmente de la dieta. Una de las consecuencias más graves de beber durante el embarazo es el síndrome fetal alcohólico, que es irreversible y puede ocasionar malformaciones congénitas, retraso en el crecimiento, dificultades de aprendizaje, defectos visuales o auditivos, problemas de conducta, etc.

  • Ejercicio

    Haz ejercicio. Así mejorarás tu forma física y evitarás coger peso. Además, el ejercicio ayuda a controlar el estrés y aumenta la sensación de bienestar.

  • Diabetes

    Controla las enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión, que son más frecuentes a partir de cierta edad, y que inciden negativamente tanto en la salud del feto como en la de la madre durante el embarazo. Si ya padeces alguno de estos trastornos, el hecho de controlarlos adecuadamente, antes y durante la gestación, mejora el pronóstico y reduce el riesgo de complicaciones asociadas como malformaciones fetales, retraso del crecimiento intrauterino, anomalías en la placenta, parto prematuro o por cesárea, etcétera.

  • Control de enfermedades infecciosas

    Averigua si has padecido enfermedades infecciosas como la toxoplasmosis y la rubéola, ya que en caso contrario es necesario que tomes una serie de medidas preventivas para no padecerlas durante el embarazo, debido a que tienen efectos muy perjudiciales para un feto en desarrollo.

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Creado: 23 de febrero de 2011

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