Depresión estacional
Cuando se cambia de estación, sobre todo al entrar en la época del frío, es normal sentir somnolencia y decaimiento los primeros días, pero si estos síntomas perduran puede que estemos ante una depresión estacional.

Causas de la depresión estacional

Dr. Juan Moisés de la Serna

Por: Dr. Juan Moisés de la Serna

Doctor en Psicología

Actualizado: 28 de junio de 2022

La causa de la depresión estacional o Trastorno Afectivo Estacional parece estar en la alteración de nuestros relojes internos, esos que acompasan los ritmos biológicos (que rigen los niveles hormonales) y conductas (como comer o dormir) con las condiciones del medio ambiente en que se encuentre la persona.

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Estos relojes internos se ponen en evidencia cuando nos trasladamos a una localización alejada en que es preciso cambiar de zona horaria, por lo que sentiremos durante unos días fatiga, desánimo y desordenes en la alimentación y en el sueño, conocido como jet lag.

Con efectos muy similares a los que puede presentarse con el Trastorno Afectivo Estacional, con la diferencia de que en éste trastorno los síntomas son más duraderos e incapacitantes, y no desaparecen por sí solos en unos días. En cambio, si los síntomas permanecen más allá de una estación, probablemente la persona esté sufriendo un proceso de depresión mayor.

¿A quién afecta la depresión estacional?

Este trastorno afecta especialmente a las mujeres, que normalmente tienen una mayor incidencia en los trastornos del estado de ánimo; y en los jóvenes dado que su organismo está en continuo proceso de maduración y cambio.

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Existe una distribución desigual de afectados en la población mundial, debido al efecto de la luminosidad originado por la posición de la Tierra con respecto al Sol, que influye en menor medida en las poblaciones que viven próximas al Ecuador, que reciben una mayor cantidad de luz durante todo el año; incrementándose el número de casos a medida que se aproximan a latitudes más externas; que son los que sufren mayores cambios en la cantidad de luz que reciben a lo largo del año. Ejemplo de ello sería lo que ocurre en los polos, donde durante el largo invierno de seis meses se produce una noche sin día, mientras que en verano que abarca los restantes seis meses se da un día continuo sin noche.

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Creado: 24 de octubre de 2012

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