Una noche sin dormir tiene un efecto antidepresivo para muchas personas

Una nueva investigación confirma un efecto contradictorio de pasar una noche de privación total del sueño, ya que parece tener un efecto antidepresivo para algunas personas. La causa apunta a una mayor actividad en regiones cerebrales específicas.
Mujer con buen humor despierta en la cama

A todos nos ha pasado alguna vez. Esa noche del viernes con amigos que se te va las manos y se convierte en mañana de desayuno sin dormir. Ahora, que estamos en plenos San Fermines, seguro que a muchos les suena… Pero incluso puede darse el caso que nos pille viajando en avión, o con un cambio de huso horario y nos pasemos el vuelo en vela. O, poniéndonos en otras tesituras, algo inesperado que nos haya sucedido y nos tiremos la noche sin pegar ojo, ya sea por un desamor de verano o un examen que llevabas con pinzas. Sea como sea, cuando pasas una noche sin dormir, puedes experimentar una serie de efectos tanto físicos como mentales por lo general de cariz negativo: desde sentirte cansado y fatigado al día siguiente, con la mente dispersa y reacciones más lentas, sentir una pesada dificultad para concentrarse e incluso percibir cambios en tu apetito.  

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Pero ahora, un estudio dirigido por la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (Filadelfia), ha investigado un fenómeno aparentemente contradictorio de la privación del sueño que conduce a una mejora del estado de ánimo en pacientes con trastornos depresivos. O mejor dicho, ha corroborado algo que viene estudiándose desde hace décadas. Y es que, como recogen en Scientific American, ya en 1818, el profesor de psiquiatría Johann Christian August Heinroth, sugirió que la privación del sueño podría aliviar la melancolía o depresión. Aunque tuvieron que pasar años hasta que, en 1959 comenzaron a surgir nuevas investigaciones que sugerían que una noche de insomnio podría mejorar el estado de ánimo en la depresión. Posteriores ensayos experimentales en la década de los 70 confirmaron este curioso beneficio. Más recientmeente, un metaanálisis publicado en 2017 sobre los efectos antidepresivos de la privación aguda del sueño confirmaba que pasar una noche sin dormir, especialmente con las luces encendidas, aporta beneficios en el estado de ánimo en aproximadamente la mitad de las personas con depresión.

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En el nuevo artículo publicado en PNAS, "La conectividad mejorada entre la amígdala y el cíngulo se asocia con un mejor estado de ánimo en individuos sanos y depresivos después de la privación del sueño", el equipo de investigación mapeó la actividad de la región del cerebro a través de imágenes de resonancia magnética funcional en estado de reposo para ver por qué algunas personas reciben un impulso saludable de una epidemia de salud pública negativa.

El estudio encuentra que una noche de privación total del sueño mejoró la conectividad de la amígdala con la corteza cingulada anterior, lo que se correlacionó con un mejor estado de ánimo en algunas personas sanas y deprimidas.

Por qué una noche de insomnio puede llegar a mejorar el ánimo

En experimentos de privación del sueño realizados tanto en individuos sanos (n=38) como en pacientes con trastorno depresivo mayor (n=30), junto con 16 controles a los que se les permitió dormir sin interrupciones, los investigadores exploraron los efectos del sueño total privación (TSD) en el estado de ánimo y las redes de conectividad funcional. Los experimentos se realizaron en el laboratorio del Centro de Investigación Clínica Traslacional del Hospital de la Universidad de Pensilvania durante cinco días consecutivos. Todos los participantes se sometieron a tres sesiones de escaneo rs-fMRI. Se adquirió un total de 210 imágenes de fMRI por participante.

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Los participantes se sometieron a tres sesiones de resonancia magnética funcional en estado de reposo durante los cinco días. La primera exploración se produjo después de una noche de sueño normal en la mañana del segundo día como referencia. En los grupos TSD, los participantes tuvieron su segunda sesión de escaneo en la mañana del día tres después de no dormir.

Luego, a los participantes se les permitió dos noches de sueño reparador y tuvieron su última sesión de escaneo en la mañana del quinto día. Todos los participantes completaron una versión abreviada de 37 ítems del Perfil de estados de ánimo cada dos horas durante los días dos a cinco.

Como era de esperar, la mayoría de los participantes mostraron un empeoramiento del estado de ánimo inmediatamente después de perder una noche de sueño. Trece de los 30 (43%) participantes deprimidos experimentaron una mejora en el estado de ánimo, y los 17 participantes restantes experimentaron un empeoramiento del estado de ánimo o ningún cambio después de una noche de TSD.

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Después de una noche de sueño reparador, 20 participantes con trastorno depresivo mayor experimentaron una mejora en el estado de ánimo, y los participantes restantes experimentaron un empeoramiento del estado de ánimo o ningún cambio.

La conectividad entre la amígdala y la corteza cingulada anterior aumentó significativamente en los pacientes con un estado de ánimo mejorado, pero menos en aquellos con un estado de ánimo no mejorado. La amígdala es el núcleo de la respuesta de lucha o huida, procesa estímulos temerosos o amenazantes y envía señales a otras partes del cerebro para una acción de respuesta.

La región cerebral de la corteza cingulada anterior (ACC) está involucrada tanto con el sistema límbico "emocional" como con la corteza prefrontal "cognitiva". Entre otras cosas, juega un papel importante en la capacidad de controlar y gestionar los estados emocionales o la regulación afectiva.

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Los hallazgos sugieren que la conectividad de la red amígdala-ACC puede reflejar la resiliencia neuronal a la alteración del estado de ánimo después de la pérdida de sueño y, por lo tanto, puede ser un objetivo potencial para las intervenciones antidepresivas.

Según los investigadores, una posible explicación de las diferencias individuales en la influencia de los TSD puede residir en la duración del sueño con movimientos oculares rápidos (REM).

La depresión mayor se ha asociado previamente con anomalías en el sueño REM. El exceso de sueño REM disminuiría la noradrenalina, lo que resultaría en una disminución de la unión al receptor ɑ-2 en los lóbulos frontales medios compuestos por el ACC y la corteza prefrontal medial. La ausencia del sueño REM con TSD puede dar a algunos participantes un descanso para mejorar el control de arriba hacia abajo de la amígdala, lo que resulta en un efecto antidepresivo.

Actualizado: 7 de julio de 2023

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