Descubren qué ocurre en el cerebro de personas con TOC o compulsivas

Revelan que el origen del trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y de los comportamientos compulsivos podría estar en un desequilibrio entre los neurotransmisores cerebrales glutamato y GABA, y regularlo ayudaría a combatirlos.
Mujer ordenando unos clips

28/06/2023

El trastorno obsesivo compulsivo o TOC es una patología mental que interfiere significativamente en la vida de los afectados, que pueden llegar a perder su trabajo y amistades y sufrir aislamiento social. Los pacientes tienen pensamientos intrusivos, obsesiones y miedos excesivos e injustificados que condicionan su forma de comportarse y, en los casos más graves, pueden tener incluso ideas suicidas.

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Actualmente no se dispone de muchos tratamientos efectivos para este trastorno, y aunque para las personas con síntomas de TOC leves pueden resultar útiles los antidepresivos, para los pacientes con manifestaciones graves hay pocas opciones y a veces se ha de recurrir a la estimulación cerebral profunda, o incluso la neurocirugía para extirpar por completo la corteza cingulada anterior.

Ahora, un importante hallazgo de un estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Cambridge puede ayudar a comprender mejor este trastorno mental y a desarrollar nuevas alternativas terapéuticas. Estos investigadores han empleado potentes técnicas de imágenes cerebrales que les han permitido encontrar un desequilibrio neuroquímico dentro de las regiones de los lóbulos frontales del cerebro en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo.

“Los resultados sugieren nuevas estrategias de medicación en el TOC basadas en fármacos disponibles que regulan el glutamato”

El estudio muestra, en concreto, que el equilibrio entre el glutamato y el GABA, dos de los principales neurotransmisores químicos, se “interrumpe” en los pacientes con TOC en dos regiones frontales del cerebro. Los investigadores también encontraron que las personas que no tienen TOC, pero son propensas a los comportamientos compulsivos tienen niveles elevados de glutamato en una de estas áreas cerebrales.

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El glutamato es un neuroquímico “excitador” que facilita los impulsos eléctricos que activan las neuronas para enviar información a través de las redes cerebrales. GABA es un neurotransmisor “inhibidor” que actúa en oposición al glutamato al amortiguar la excitabilidad neuronal, creando un equilibrio.

Descontrol de hábitos e impulsos por cambios en neurotransmisores

Usando espectroscopía de resonancia magnética, los investigadores midieron los niveles de glutamato y GABA en regiones de la corteza cerebral –la zona más externa y desarrollada del cerebro humano– en 31 pacientes diagnosticados con TOC y en 30 voluntarios sanos, utilizando un escáner ultrapotente de espectroscopia por resonancia magnética (MRS) de 7 Tesla que se encuentra en el Wolfson Brain Imaging Center en Cambridge (Reino Unido).

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“Los escáneres MRS estándar pueden ser bastante toscos y no captar la señal de glutamato con mucha precisión. La máquina de 7 teslas nos permite separar las señales superpuestas y medir el glutamato y el GABA con mayor precisión”, ha señalado la Dra. Marjan Biria, autora principal del estudio, quien realizó el trabajo en el laboratorio de Robbins en Cambridge.

Los investigadores comprobaron que los pacientes con TOC tenían niveles más altos de glutamato y niveles más bajos de GABA en la corteza cingulada anterior, en comparación con los individuos sin TOC. Además, la gravedad de los síntomas del TOC, junto con la inclinación hacia el comportamiento compulsivo, se relacionó con niveles más altos de glutamato en la región motora suplementaria. Se descubrió que este era el caso en pacientes con TOC, así como en participantes sanos con tendencias compulsivas más leves.

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La corteza cingulada anterior y el área motora suplementaria intervienen en mantener el equilibrio entre nuestras metas conscientes y los hábitos más automáticos y la investigación sugiere que “las compulsiones surgen de un sistema cerebral desregulado para controlar los hábitos”, dicen estos científicos. “Comprender el trastorno obsesivo-compulsivo es una cuestión central para la psiquiatría. Ahora hemos mostrado cambios definitivos en estos neurotransmisores clave en pacientes con TOC”, ha declarado el profesor Trevor Robbins, del Departamento de Psicología de Cambridge y autor principal. “El exceso de glutamato y el GABA reducido están interrumpiendo el circuito neuronal en regiones clave del cerebro con TOC”.

“Nuestros hallazgos son una pieza importante del rompecabezas para comprender los mecanismos detrás del TOC. Los resultados sugieren nuevas estrategias de medicación en el TOC basadas en fármacos disponibles que regulan el glutamato. En particular, los fármacos que inhiben los receptores de glutamato presinápticos”, dijo Robbins. Un receptor presináptico es la parte de una célula nerviosa que controla la liberación de sustancias químicas neurotransmisoras.

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Los investigadores también realizaron pruebas y cuestionarios a todos los participantes para medir las tendencias obsesivo-compulsivas y habituales. La prueba utilizó una tarea basada en computadora para establecer un vínculo entre una acción y una recompensa. Luego, los científicos desmontaron este vínculo y observaron si los participantes continuaban respondiendo como una muestra de hábito.

“Probamos si las personas eran más propensas a repetir las mismas respuestas, como un hábito, o a adaptar su comportamiento para perseguir mejor los objetivos”, dijo Robbins. “Las compulsiones y los hábitos no son lo mismo, pero la regulación deficiente de los hábitos puede ser la base de las compulsiones y alejar a las personas de su comportamiento dirigido a objetivos”.

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“En el área motora suplementaria, que probablemente es un controlador del sistema de hábitos, incluso el comportamiento más levemente repetitivo de los voluntarios sanos se relacionó con la relación glutamato-GABA”. Sin embargo, solo los pacientes diagnosticados con TOC mostraron un exceso de glutamato y GABA reducido en la corteza cingulada anterior.

En opinión de los investigadores los niveles elevados de glutamato podrían ser un “biomarcador” para el TOC, lo que podría orientar hacia nuevas terapias, incluida la medicación, pero también el uso no invasivo de la estimulación magnética a través del cuero cabelludo, un enfoque que parece prometedor para el tratamiento del TOC. Los hallazgos se han publicado en Nature Communications.

Actualizado: 28 de junio de 2023

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