Existen muchos factores que pueden afectar a la calidad de los alimentos o causar su deterioro. Para evitarlo y prevenir posibles intoxicaciones, sigue nuestros consejos para conservar y preparar tus alimentos.
Numerosos factores intervienen en la pérdida de la calidad original de un alimento o en su deterioro. Los orígenes pueden ser:
Físicos: como la exposición a la luz solar, que influye en la pérdida de vitaminas, o la exposición a una temperatura inadecuada, que puede favorecer la reproducción de microorganismos…
Químicos: oxidación de las grasas, acidificación por reacciones en latas de conserva…
Biológicos: agresiones por acción de los insectos o invasión de microorganismos (hongos, virus, bacterias o parásitos), entre otros.
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Por qué se contaminan los alimentos
Los motivos más frecuentes por los que un alimento puede contaminarse y llegar a transmitir alguna enfermedad son:
Dejar alimentos a temperatura ambiente.
Alimentos que se preparan con mucha anticipación a su consumo, sin conservación adecuada.
Alimentos que al recalentarse no adquieren la temperatura necesaria que permita destruir posibles bacterias patógenas (destaca la toxina estafilocócica).
Alimentos contaminados que no se han lavado y cocinado adecuadamente.
Que el manipulador sea un portador de gérmenes patógenos.
Un inadecuado proceso de congelación, o que se haya roto la cadena del frío en algún momento antes del consumo.
Como agentes causales de contaminación alimenticia destacan los siguientes:
Salmonellas (generalmente Salmonella typhimurium), causante de la salmonelosis.
Staphylococcus aureus, causante, entre otras, de la gastroenteritis.
Clostridium perfringens, causante, entre otras, de la enteritis.