Revelan por qué dejamos de fingir los orgasmos y qué dice esto de nosotros
18/11/2024
Fingir un orgasmo es una conducta frecuente, tanto en mujeres, como en hombres, como señala un estudio publicado en The Journal of Sex Research, en el que el 28% de los hombres y el 67% de las mujeres reconocieron haber fingido un orgasmo durante un coito peneano-vaginal, sexo oral, estimulación manual o sexo telefónico. Aunque hay diferentes motivos para hacerlo, uno de los más habituales es querer finalizar la actividad sexual por considerar que alcanzar el orgasmo es poco probable, pero evitando herir los sentimientos de la pareja.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Copenhague ha decidido averiguar qué se necesita realmente para dejar de fingir y han llegado a la conclusión de que mantener una mejor comunicación sexual y aceptar que no siempre será posible alcanzar el orgasmo son factores clave para abandonar esta práctica.
“Las razones más populares por las que hombres y mujeres dejan de fingir orgasmos incluyen una mayor comodidad al no tener un orgasmo, mejorar la comunicación con su pareja sobre sus deseos y preferencias sexuales, o tener una pareja que preste atención a sus necesidades”, ha explicado Silvia Pavan, candidata a doctorado y una de las autoras del estudio, en una nota publicada por la universidad.
Consecuencias de fingir los orgasmos
Los autores del estudio estiman que aproximadamente el 40% de la población ha pasado por la experiencia de fingir un orgasmo, y señalan que esta actuación no está exenta de consecuencias ni para el que la lleva a cabo, ni para su pareja, ya que puede tener un significativo impacto sobre la relación y ser un signo de alarma de problemas más profundos. Por ello, opinan que es fundamental comprender las razones que generan esta conducta y los motivos que llevan a dejar de fingir.
“Fingir orgasmos es un comportamiento muy extendido y en algunos casos puede ser un síntoma de insatisfacción que indica la necesidad de hacer un cambio con el objetivo de mejorar el propio bienestar”, afirma Silvia Pavan. “Podría ser un síntoma de que algo no funciona de manera óptima para la persona que finge. Por ejemplo, pueden estar insatisfechos con las actividades sexuales realizadas con su pareja, estresarse por alcanzar un orgasmo durante las relaciones sexuales, o tener una pareja sexual poco receptiva”, añade.
Para llevar a cabo la investigación se utilizaron datos de una encuesta realizada a 11.541 personas de Dinamarca, Finlandia, Francia, Noruega, Suecia y el Reino Unido. Los resultados se han publicado en The Journal of Sex Research y han revelado que el 51% de los participantes nunca habían fingido un orgasmo, el 27% lo había hecho en el pasado, pero ya no, y el 13% seguía fingiendo en el momento de la encuesta.
“Los juguetes sexuales pueden ser una valiosa aportación a la vida sexual de una persona y pueden ser útiles para personas con disfunciones sexuales”
Los investigadores también analizaron el uso de juguetes sexuales y encontraron que quienes fingían orgasmos solían utilizar juguetes sexuales en solitario, mientras que aquellos que nunca fingieron o dejaron de hacerlo reportaron un mayor uso de juguetes sexuales en pareja.
“Quizás quienes fingen no están satisfechos con el sexo con su pareja y buscan placer y la oportunidad de tener un orgasmo a través de actividades en solitario. El grupo que utiliza juguetes sexuales con su pareja puede querer incorporar nuevos elementos en su vida sexual, tener una mentalidad abierta y sentirse cómodo explorando con su pareja”, sugiere Pavan.
Juguetes sexuales y una visión saludable del sexo
Los investigadores esperan que este estudio ayude a normalizar las conversaciones sobre el uso de juguetes sexuales, destacando que pueden ser un elemento divertido y beneficioso en la vida sexual de las personas.
“Dinamarca es un país de mentalidad más abierta en lo que respecta al sexo, pero puede que no sea así en otras partes del mundo. Los juguetes sexuales pueden ser una valiosa aportación a la vida sexual de una persona y pueden ser útiles para personas con disfunciones sexuales”, ha destaco Pavan. “Sería positivo que esta investigación ayudara a normalizar el comportamiento sexual saludable y a comprender que el sexo puede ser beneficioso para nuestra salud”.
Aunque todavía se sabe poco sobre las razones por las que dejamos de fingir orgasmos, los investigadores subrayan la importancia de estudiar estas conductas por su impacto en las relaciones y el bienestar general.
“Descubrimos que fingir orgasmos se asociaba con una menor satisfacción sexual, de relación y de vida. Combinado con los resultados de que alrededor del 40% de la muestra ha fingido en algún momento de sus vidas, esto sugiere que fingir orgasmos merece atención de investigación por sus posibles implicaciones para la felicidad y el bienestar de las personas”, concluye Pavan.
Actualizado: 18 de noviembre de 2024