La soledad y no ser feliz aceleran el envejecimiento más que fumar
27/09/2022
El proceso de envejecimiento no es igual en todas las personas; de hecho, no es lo mismo la edad biológica que la edad cronológica, ya que la primera determina el estado de salud del organismo con independencia de los años que tengamos, y depende de varios factores que influyen a lo largo de la vida, desde la predisposición genética, al tipo de alimentación, la actividad física e intelectual, la calidad del sueño, el consumo de sustancias tóxicas –como tabaco o alcohol–, y el entorno más o menos saludable que nos rodee, por ejemplo, es muy diferente vivir en un lugar donde estemos expuestos a una gran contaminación ambiental, que vivir cerca de zonas verdes.
La fragilidad, la pérdida de fuerza y de masa muscular y la aparición de enfermedades graves asociadas al envejecimiento se deben en parte al daño molecular que experimentamos con el paso de los años y que en algunos individuos es más intenso, una condición que se conoce como envejecimiento acelerado. Pero los problemas emocionales y psicológicos también pueden afectar mucho al aspecto físico y a la salud en general, y un nuevo estudio ha descubierto que encontrarse solo y ser infeliz acelera más el envejecimiento que fumar.
Factores psicológicos que provocan un envejecimiento acelerado
Una vez que se han producido las lamentables consecuencias del envejecimiento poco se puede hacer para revertir el problema, sin embargo, es posible detectar precozmente un incremento en el ritmo de envejecimiento utilizando modelos digitales de envejecimiento (relojes de envejecimiento), que también se pueden emplear para aplicar terapias antiaging personalizadas, a nivel individual y poblacional.
Otros factores relacionados con la aceleración del envejecimiento eran ser soltero y vivir en un área rural, debido a que el acceso a servicios médicos es más difícil
La investigación, que se ha publicado en Aging-US, señala que los factores psicológicos contribuyen significativamente al envejecimiento biológico y que, por lo tanto, cualquier terapia antienvejecimiento debe basarse tanto en la salud mental, como en la salud física. El trabajo es el resultado de una colaboración internacional dirigida por Deep Longevity en la que han participado científicos estadounidenses y chinos, que ha medido el impacto que tiene estar solo, tener un sueño agitado, o sentirse infeliz, en el ritmo del envejecimiento y que ha revelado cuáles son los factores que más influyen.
Los autores del estudio han presentado un nuevo reloj de envejecimiento que han probado y verificado con muestras de sangre y datos biométricos de 11.914 adultos chinos. Con esta herramienta detectaron una aceleración del envejecimiento en individuos con antecedentes de accidente cerebrovascular, enfermedades hepáticas y pulmonares, fumadores y, lo que es aún más interesante, personas con un estado mental vulnerable. Los resultados mostraron que sentirse desesperado, infeliz y solo aumenta la edad biológica más que fumar. Encontraron que otros factores relacionados con la aceleración del envejecimiento eran ser soltero y vivir en un área rural, debido a que el acceso a servicios médicos es más difícil.
Los investigadores afirman que el aspecto psicológico del envejecimiento debe tenerse muy en cuenta tanto en la investigación, como en las terapias antienvejecimiento. “Los estados mentales y psicosociales son algunos de los predictores más sólidos de los resultados de salud y la calidad de vida, pero en gran medida se han omitido en la atención médica moderna”, ha destacado Manuel Faria, de la Universidad de Stanford. Según Alex Zhavoronkov, director ejecutivo de Insilico Medicine, el estudio aporta una vía de intervención para “ralentizar o incluso revertir el envejecimiento psicológico a escala nacional”.
Actualizado: 5 de mayo de 2023