Simplifica tu vida: aprende a no complicarte
A veces las cosas son más sencillas de lo que parecen. ¿Por qué nos complicamos la vida entonces? No saber simplificar puede ser fuente de un importante malestar. Te damos las claves para aprender a hacerlo.

Consejos para simplificar tu vida en 4 pasos

Dra. Vanesa Fernández López

Por: Dra. Vanesa Fernández López

Psicóloga, especialista en emociones

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Queremos ofrecerte unas sencillas pautas para que dejes de complicarte la vida. Por eso, cada vez que tengas un problema, debas tomar una decisión, o sea necesario que acabes con un asunto pendiente, sigue los siguientes consejos para aprender a simplificar:

  • Consejos para aprender a simplificar

    Anota en un papel de forma objetiva lo que está ocurriendo: intenta eliminar de tu descripción adjetivos o juicios de valor acerca de cómo te hace sentir esa situación, como por ejemplo “este asunto horrible/desagradable/insoportable”.

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  • Consejos para aprender a simplificar

    Valora si la situación realmente te afecta tanto como para tener que darle demasiadas vueltas para resolverlo. Si no es así, para ya. Bastante estrés provoca la vida como para que tú te compliques con temas irrelevantes. Debes aprender a dar la importancia justa y relativa a cada cosa. Solo si consideras que el asunto realmente es importante, continúa con los siguientes pasos del proceso.

  • Consejos para aprender a simplificar

    Haz un listado con las opciones que tienes para resolverlo o abordarlo. Cuántas más, mejor. No olvides incluir aquellas opciones en las que cuentes con los recursos que otras personas te pueden ofrecer. Por ejemplo, imagina que tienes una reunión muy importante y no puedes recoger a tu hijo, mientras que tus padres están cómodamente en casa viendo el programa de cotilleos de la sobremesa. Si la relación con tus padres es buena y crees que a ellos no les va a molestar, ¿por qué no les pides que recojan al niño? En otras ocasiones, deberás plantear soluciones más tajantes donde, a pesar de tus recursos, no exista cabida para otra opción posible debido a la manera en que se presentan las circunstancias. Por ejemplo, quieres ir a trabajar a pesar de estar enferma con fiebre, y habiendo tenido una recomendación de reposo por parte de tu médico. Sí, podrías ir solo unas horas, inflarte a analgésicos y darte una buena capa de maquillaje, coger un taxi o pedir a alguien que te lleve al trabajo, pero… ¿no será más fácil que por el momento te quedes en la cama y te recuperes primero?

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  • Consejos para aprender a simplificar

    Elige la opción más simple y que más te convenga. No te enredes pensando en qué le conviene más a otros, qué opción sería la ideal si tuvieras ese recurso del que careces, qué deberías hacer, etcétera. Con las posibilidades reales que tienes, y de acuerdo a tus intereses, responde a esta sencilla pregunta: ¿qué es más fácil y efectivo para ti? 

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Creado: 19 de diciembre de 2013

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