Dos millones de mujeres al año sufren ablación genital

La ablación o mutilación de los genitales es hoy todavía una práctica que sufren dos millones de mujeres cada año en el mundo, a pesar de estar legalmente prohibida en 20 de los 28 países africanos en los que se realiza.
Dos millones de mujeres al año sufren ablación genital
Las niñas, principales víctimas de la ablación genital.

La ablación o mutilación de los genitales es hoy todavía una práctica que sufren dos millones de mujeres –sobre todo de origen africano– cada año en el mundo, a pesar de que está legalmente prohibida en 20 de los 28 países africanos en los que se realiza.

También mujeres residentes en otros países de Oriente Próximo y Asia, así como la población inmigrante de otros doce países de la Unión Europea, están en riesgo de ser sometidas a la mutilación genital. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en todo el mundo hay entre 100 y 140 millones de mujeres que ya han sido víctimas de la ablación.

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Otra grave lesión que afecta a las mujeres africanas es la fístula vaginal, que no existe en los países desarrollados gracias a la atención médica que reciben las mujeres durante el parto. La fístula vaginal se puede producir a consecuencia de un parto difícil –especialmente en embarazos adolescentes–, o una violación, algo muy frecuente también en estos países, donde la violencia sexual contra las mujeres está muy extendida y abundan los matrimonios con niñas.

La mutilación genital provoca dolor, hemorragias, infecciones y muerte a corto plazo y, más adelante, la mujer puede sufrir también esterilidad, infecciones urinarias y embarazos de riesgo

La fístula comunica vagina y vejiga y, en ocasiones, también el recto, lo que provoca que orina y heces fluyan sin control. Además del hedor, que hace que estas mujeres sean repudiadas socialmente, este problema les causa infecciones recurrentes y pueden llegar a morir por falta de cuidados médicos.

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El doctor Pere Barri es el primer médico español que ha realizado una reconstrucción de clítoris, y dirige un equipo de la Fundación Dexeus de Barcelona que desarrolla un programa gratuito para tratar la ablación de este órgano sexual. Según este experto, las consecuencias de esta mutilación son dolor, hemorragias, infecciones, retención de orina, tétanos, e incluso la muerte, a corto plazo y, más adelante, la mujer puede sufrir también esterilidad, infecciones urinarias y embarazos de riesgo, tanto para ella como para el futuro bebé.

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Actualizado: 25 de abril de 2017

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