El abuso de azúcares libres vinculado a mayor riesgo cardiovascular

El consumo de azúcares libres (añadidos a los alimentos o presentes en la miel, jarabes, zumos de fruta…) aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular –infarto, ictus…–, mientras que los carbohidratos de calidad ayudan a reducirlo.
Grupo de personas bebiendo refrescos azucarados

14/02/2023

Las enfermedades cardiovascularesinfarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, ictus, hipertensión arterial, cardiopatía coronaria– constituyen la principal causa de muerte según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y los hábitos de vida como una dieta poco saludable, la falta de sueño y el sedentarismo están contribuyendo a su aumento. A este respecto, un nuevo estudio ha encontrado que un elevado consumo de azúcares libres se relaciona con un mayor riesgo cardiovascular.

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Los azúcares libres son aquellos que se añaden a los alimentos y que por eso se conocen como azúcares añadidos, pero también los que forman parte de la composición de la miel, los jarabes (de arce, de agave…), los zumos o los concentrados de frutas, y la recomendación es que supongan menos del 5% de la ingesta total de energía diaria.

Los autores de la investigación analizaron los datos registrados en el Biobanco del Reino Unido de 110.497 personas que habían completado dos evaluaciones dietéticas como mínimo, y a las que siguieron durante alrededor de 9,4 años. A lo largo de ese periodo se diagnosticaron enfermedades cardiovasculares totales (patología cardíaca y accidente cerebrovascular combinados), enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares a 4.188, 3.138 y 1.124 individuos, respectivamente.

Añadir cinco gramos más de fibra a la dieta diaria se asoció con un 4% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular total

Los investigadores encontraron que la ingesta total de hidratos de carbono no estaba relacionada con los resultados de las patologías cardiovasculares, pero al analizar los tipos y las fuentes de carbohidratos consumidos, comprobaron que una mayor ingesta de azúcares libres procedentes de alimentos como las bebidas azucaradas, los zumos de fruta y los dulces se vinculaba a un mayor riesgo de desarrollar todas las enfermedades cardiovasculares.

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Consumir hidratos de carbono de calidad para cuidar la salud

En concreto, estos científicos observaron que por cada 5% más de energía total procedente de azúcares libres, aumentaba un 7% el riesgo asociado de enfermedad cardiovascular total, que el riesgo de enfermedad cardiaca era un 6% más alto, y que el riesgo de accidente cerebrovascular era un 10% mayor. También descubrieron que añadir cinco gramos más de fibra a la dieta diaria se asoció con un 4% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular total, aunque esta asociación dejó de ser relevante tras tener en cuenta el índice de masa corporal (IMC). Los hallazgos se han publicado en BMC Medicine.

Los autores del estudio aconsejan reemplazar los azúcares libres por azúcares no libres, como los que se encuentran de forma natural en frutas y verduras enteras, y aumentar la ingesta de fibra porque consideran que esto ayudaría a prevenir las enfermedades cardiovasculares, y señalan que a la hora de investigar cómo influyen los carbohidratos sobre la salud resulta clave tener en cuenta el tipo de hidratos de carbono, porque no todos tienen los mismos efectos.

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Milagros Rocha, investigadora senior de FISABIO-Hospital Universitario Dr. Peset Fundación para el fomento de la investigación sanitaria y biomédica de la Comunidad Valenciana (FISABIO) ha destacado también, en declaraciones a SMC España, que “la calidad, más que la cantidad, de los hidratos de carbono podría ser un factor determinante para mantener a raya el riesgo cardiovascular”.

“Los resultados mostraron que la ingesta global de hidratos de carbono no estaba relacionada con los resultados de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, una mayor ingesta de azúcares libres se asoció positivamente con la enfermedad cardiovascular total (7 %), la cardiopatía isquémica (6 %) y el ictus (10 %)”, añade la experta, que concluye: “Se obtuvo un efecto similar al sustituir los azúcares libres (todos los monosacáridos y disacáridos añadidos a los alimentos, además de los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes y los zumos de fruta no azucarados) por azúcares no libres (en su mayoría presentes de forma natural en frutas, verduras y productos lácteos), registrándose una reducción del 5% de las enfermedades cardiovasculares totales y del 9% de los accidentes cerebrovasculares”.

Actualizado: 15 de febrero de 2023

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