Una seta comestible podría mejorar la memoria y combatir el alzhéimer

Identifican compuestos activos en un hongo comestible, la seta melena de león, que favorecen el crecimiento de las células cerebrales y pueden mejorar la memoria, por lo que podrían ayudar a combatir trastornos neurodegenerativos.
Ejemplar de Hericium erinaceus

13/02/2023

La clave de una dieta saludable está en un consumo variado y adecuado de frutas, verduras, legumbres, frutos secos, proteínas, cereales integrales y grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra o los ácidos grasos omega 3 presentes en el pescado azul, pero algunos alimentos tienen propiedades especialmente beneficiosas para prevenir o retrasar los trastornos cognitivos. Y ese podría ser el caso de ciertos compuestos activos presentes en la seta melena de leónHericium erinaceus– que, según un nuevo estudio, pueden ayudar a mejorar la memoria.

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Desde hace siglos los extractos de este tipo de hongos se emplean en la medicina tradicional china para mantener la salud y tratar diferentes afecciones, y por eso investigadores de la Universidad de Queensland (Australia) decidieron realizar un estudio científico para determinar cuáles eran sus efectos en las células cerebrales.

Estos expertos hicieron pruebas en el laboratorio para medir los efectos neurotróficos de los compuestos aislados de Hericium erinaceus en células cerebrales cultivadas e identificaron compuestos activos que impulsan las proyecciones neuronales, favoreciendo su extensión y conexión con otras neuronas, ha explicado el profesor Frederic Meunier del Queensland Brain Institute: “Las pruebas preclínicas encontraron que el hongo melena de león tenía un impacto significativo en el crecimiento de las células cerebrales y en la mejora de la memoria”, ha declarado.

Los hallazgos tienen aplicaciones para desarrollar terapias que permitan prevenir y tratar enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer

“Usando microscopía de súper resolución, encontramos que el extracto de hongos y sus componentes activos aumentan en gran medida el tamaño de los conos de crecimiento, que son particularmente importantes para que las células cerebrales detecten su entorno y establezcan nuevas conexiones con otras neuronas en el cerebro”, añade.

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Estos hallazgos se han publicado en el Journal of Neurochemistry, y en opinión del Dr. Ramón Martínez-Mármol de la Universidad de Queensland y coautor del estudio, tienen aplicaciones para desarrollar terapias que permitan prevenir y tratar enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. “Nuestra idea era identificar compuestos bioactivos de fuentes naturales que pudieran llegar al cerebro y regular el crecimiento de las neuronas, lo que daría como resultado una mejor formación de la memoria”, concluye Martínez-Mármol.

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Actualizado: 5 de mayo de 2023

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