Suplementos nutricionales más comunes en la tercera edad
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Aunque depende de cada persona y de su estado de salud, entre las personas mayores es más común la recomendación de la toma de ciertos nutrientes en forma de suplementos por carecer especialmente de ellos:
Vitamina D
A que a través de la alimentación se obtiene poca cantidad, siendo la principal fuente de esta vitamina la radiación solar. Sin embargo, los adultos mayores que presentan problemas de movilidad o estados de aislamiento, permanecen mucho tiempo en sus casas, lo que origina un déficit de esta vitamina. Sin esta sustancia, el calcio no se adhiera a los huesos, lo que puede originar osteoporosis, entre otros problemas. La suplementación de vitamina D es muy común en las mujeres que llegan a la menopausia, por presentar mayores posibilidades de padecer osteoporosis debido a la disminución de la producción de estrógenos y, por tanto, de la masa ósea.
Calcio
Es el otro nutriente necesario para evitar la fragilidad de los huesos; de hecho, si se toma un suplemento de vitamina D, pero la ingesta de calcio es baja, dicho suplemento no será efectivo. Los hombres deben ingerir 1.200 mg de calcio diarios, mientras que la mujer en periodo menopáusico necesita 1.600 mg, por tanto, si no se llega a estas cantidades a través de la alimentación, el profesional sanitario puede indicar la toma del suplemento.
Vitamina B12
Existen estudios que indican que una leve deficiencia de esta vitamina aumenta el riesgo de padecer demencia. Además, cuando se superan los 50 años, al organismo le resulta más complicado absorber esta vitamina, por lo que si no se toma la cantidad necesaria, unos 2,4 mg al día, a través de la alimentación, se suele recomendar su suplementación.
Ácidos grasos omega 3
Este nutriente favorece el flujo sanguíneo porque ayuda a evitar el engrosamiento de las arterias, mientras que reduce la inflamación, tanto a nivel cardiaco, cerebral, e incluso de las células cancerosas, todos ellos problemas de salud relacionados con la vejez. Además, diferentes estudios, como el publicado por un grupo de investigadores de la Universidad de Dakota del Sur (EE.UU.), muestran que las personas que consumen más cantidad de ácidos grasos omega 3 tienen un volumen cerebral más grande, lo que frena la pérdida de las células cerebrales asociada al envejecimiento, por lo que la toma de este nutriente a través de un suplemento puede reducir las posibilidades de padecer demencia y alzhéimer.
Proteínas
Especialmente las personas que no pueden comer bien debido a problemas de masticación y de disfagia, de dependencia, o económicos, presentan un déficit de proteínas, lo que conlleva una reducción de la masa muscular, ya de por sí notable debido al envejecimiento. Esto conlleva una pérdida de fuerza, agilidad, e incluso el sistema inmunitario funciona peor, situación que aumenta el riesgo de padecer enfermedades. Es por ello que a estas personas que no toman proteína a través de carne, pescado, huevos o lácteos, se les suele recomendar la toma de suplementos de proteína.
Magnesio
Es un mineral que se asocia con una mejor salud cardiaca porque ayuda a controlar la tensión arterial, y a prevenir las arritmias, entre otros problemas comunes en la tercera edad. Aunque no resulta complicado obtener la cantidad adecuada de magnesio a través de la dieta al estar presente en alimentos como las espinacas, el brócoli, o los aguacates, las personas que basan sus menús en platos precocinados, suelen presentar un déficit de magnesio. Además, este mineral también se elimina a través de la orina (en niveles mayores si se toman medicamentos diuréticos), y se reduce si no se descansa correctamente o se tienen niveles elevados de insulina.
Creado: 10 de agosto de 2016