Fracturas por estrés, diminuye sus riesgos
Algunos deportistas y las personas que realizan una actividad física continuada pueden llegar a sufrir una fractura por estrés. Te explicamos sus causas, síntomas y tratamiento, y qué medidas tomar para disminuir el riesgo.

Tratamiento de una fractura por estrés

Julián Martínez San Juan, osteópata

Por: Julián Martínez San Juan

Osteópata, quiromasajista deportivo y técnico superior deportivo

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

A grandes rasgos, el tratamiento de una fractura por estrés consiste en separar al paciente de su actividad deportiva e identificar y corregir los factores predisponentes. Posteriormente, de acuerdo a cada fractura en particular, hay que evaluar la conveniencia o no de inmovilizar la zona afectada. El protocolo ante este tipo de lesiones se focaliza en realizar actividades de bajo o nulo impacto como las que se realizan en piscina. La realización de ejercicios en gimnasio también favorece la recuperación de estas fracturas, ya que no implican traumatismo para la estructura ósea dañada.

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Paralelamente se avanza en la rehabilitación fisioterapéutica hasta que ceda el dolor, antes de reiniciar las actividades deportivas habituales en forma gradual. Es primordial, en todos los casos, respetar los tiempos biológicos hasta la recuperación total de estas fracturas y el retorno gradual para evitar recidivas.

Por otro lado, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden aliviar el dolor aunque existen serias dudas sobre su uso para las fracturas por estrés, debido a su posible afectación adversa a la cicatrización de dicha fractura. Por lo tanto, el reposo es lo más importante cuando se presenta una fractura de este tipo. Esto incluye evitar la actividad que causó la fractura y otras actividades que causen dolor. El tiempo de reposo necesario se sitúa entre las seis y ocho semanas.

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Prevención de una fractura por estrés

Debido al concepto óseo de esta lesión, no existe sistema alguno de prevención estandarizado. Un buen calentamiento antes de comenzar las rutinas físicas, una dieta rica en calcio y minerales, una ordenada adecuación a la carga de entrenamientos así como respetar los tiempos de descanso entre esfuerzos, pueden ser consejos útiles a la hora de prevenir este tipo de afectaciones.

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Creado: 21 de enero de 2011

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