Lesiones de menisco, abordaje conservador o quirúrgico
Los movimientos bruscos y exagerados, los traumatismos y el desgaste, dañan los meniscos. Te explicamos cómo se producen las lesiones de menisco, y cuáles son sus síntomas y sus opciones de tratamiento.

Qué son las lesiones de menisco y qué tipos hay

Julián Martínez San Juan, osteópata

Por: Julián Martínez San Juan

Osteópata, quiromasajista deportivo y técnico superior deportivo

Actualizado: 11 de julio de 2024

El menisco es una pieza anatómica compuesta fundamentalmente de fibrocartílago, ubicada entre dos carillas articulares creando un engranaje perfecto, y cuya misión principal consiste en minimizar los impactos y las fricciones producidas por los movimientos articulares. Igualmente, también realiza una función estabilizadora y de  contención ante movimientos extremos que puedan complicar los límites de la amplitud articular. A pesar de ser el menisco de la rodilla el más popular, podemos localizar estas almohadillas naturales en otras articulaciones del cuerpo.

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Como si de un amortiguador se tratara, el menisco también debe estar lubricado para alcanzar su correcta hidratación y temperatura; esta lubricación corre a cargo del líquido sinovial, un fluido viscoso y rico en ácido hialurónico que rellena las cápsulas articulares. Este conjunto de cápsula articular, líquido sinovial y menisco, hacen de las articulaciones unos manguitos estancos capaces de soportar grandes presiones y empujes.

Tipos de desgarro de menisco de la rodilla

Tipos de meniscos y de lesiones de menisco

En el cuerpo existen meniscos en diferentes articulaciones y, a grandes rasgos, estos serían los principales meniscos:

  • Menisco de rodilla

    Menisco de la rodilla

    La más frecuente de las lesiones meniscales y, por lo tanto, la más extensa en cuanto a documentación se refiere. Este menisco se ubica entre el fémur y la tibia. El menisco realmente son dos fragmentos separados, el medial en la cara interna de la rodilla, y el lateral en la cara externa, y ambos tienen forma de C o media luna. Debido a la bipedestación del ser humano, estos meniscos soportan gran cantidad de presión de forma continuada. Mientras andamos, corremos, o simplemente permanecemos estáticos, estos amortiguadores trabajan sin descanso. Su patrón lesional más frecuente es el mecánico, por torsiones y compresiones violentas. No obstante, los traumatismos y los desgastes también afectan sobremanera a esta región articular. Las lesiones más comunes ya descritas incluyen desgarros longitudinales, radiales, en asa de balde, horizontales, en pico de loro, de colgajo, degenerativas y complejas:

    • Desgarro longitudinal: este desgarro se produce a lo largo del eje longitudinal del menisco, generalmente paralelo al borde externo. A menudo se asocia con movimientos de torsión o giros bruscos. Puede requerir reparación quirúrgica si es sintomático y afecta la estabilidad de la rodilla.
    • Desgarro radial: este tipo de desgarro se extiende desde el borde interno del menisco hacia el exterior, a través de las fibras del menisco. Comúnmente resultado de un impacto directo o un movimiento de torsión. Dependiendo de la ubicación y el tamaño, puede requerir una meniscectomía parcial o una reparación.
    • Desgarro en asa de balde: es una variante del desgarro longitudinal en el que un fragmento del menisco se desplaza hacia el centro de la rodilla, asemejando un asa de balde. Asociado con lesiones deportivas y movimientos de torsión. Generalmente requiere intervención quirúrgica, ya que puede causar bloqueo de la articulación de la rodilla.
    • Desgarro horizontal: este desgarro ocurre en un plano horizontal, separando el menisco en una porción superior e inferior. A menudo relacionado con la degeneración del menisco debido al envejecimiento o trauma repetitivo. Puede necesitar meniscectomía parcial si los fragmentos desgarrados causan síntomas.
    • Desgarro en pico de loro: este desgarro es un patrón oblicuo que se asemeja a un pico de loro. Resulta de fuerzas de compresión y cizallamiento. Dependiendo de los síntomas, puede requerir reparación o meniscectomía parcial.
    • Desgarro de colgajo: un pequeño fragmento del menisco se desgarra y puede quedar atrapado en la articulación, causando bloqueos intermitentes. A menudo resultado de un trauma directo o una lesión deportiva. La intervención quirúrgica es común para remover el colgajo y aliviar los síntomas.
    • Lesión degenerativa: desgarros que resultan del desgaste progresivo del menisco con el tiempo, más común en personas mayores. Desgaste por envejecimiento y uso repetitivo de la articulación. Puede incluir manejo conservador con fisioterapia y, en algunos casos, intervención quirúrgica si los síntomas son severos.
    • Desgarro complejo: una combinación de varios tipos de desgarros (por ejemplo, longitudinal y radial). A menudo resultado de traumas severos o degeneración avanzada. La decisión de tratamiento depende de la extensión del daño y puede variar desde terapia conservadora hasta cirugía.
  • Menisco de mandíbula

    Menisco de la mandíbula (articulación temporomandibular)

    Es la responsable por ejemplo de la apertura y cierre de la boca, así como de su lateralización. La lesión de este menisco suele deberse a traumatismos localizados en el rostro y la cabeza más que a movimientos mecánicos repetitivos, a bruxismo, o desórdenes articulares. El desplazamiento del disco que puede causar bloqueo o dificultad para mover la mandíbula, y causar dolor en la mandíbula, chasquidos y bloqueo articular.

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  • Menisco de hombro

    Menisco del hombro (articulación acromioclavícular)

    En la articulación acromioclavicular, hay un pequeño disco de fibrocartílago que actúa como un menisco. O, dicho de otro modo, la junta de unión que engrana la clavícula y la escápula. Al igual que en el caso anterior, este menisco suele verse afectado por traumatismos y luxaciones más que por uso excesivo. No obstante, los deportistas que solicitan en exceso esta estructura, como jugadores de balonmano, voleibol, o deportes de raqueta, pueden sufrir daños a largo plazo.

  • Menisco de muñeca

    Menisco de la muñeca

    En la muñeca, hay una estructura similar al menisco llamada fibrocartílago triangular (FCT), que estabiliza la articulación de la muñeca. Se sitúa entre el cúbito y la primera fila de los huesos carpianos. En este caso, además de la lesión por traumatismo (caída de frente y apoyo de la mano en hiperextensión de muñeca), también tienen cabida las lesiones por repetición en trabajos manuales como chapistas o carpinteros. La lesión por desgaste degenerativo también adolece a esta articulación en mayor medida que los dos casos anteriormente expuestos.

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Creado: 22 de septiembre de 2014

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