Lesiones de menisco, abordaje conservador o quirúrgico
Los movimientos bruscos y exagerados, los traumatismos y el desgaste, dañan los meniscos. Te explicamos cómo se producen las lesiones de menisco, y cuáles son sus síntomas y sus opciones de tratamiento.

Qué son las lesiones de menisco

Julián Martínez San Juan, osteópata

Por: Julián Martínez San Juan

Osteópata, quiromasajista deportivo y técnico superior deportivo

Actualizado: 16 de marzo de 2023

El menisco es una pieza anatómica compuesta fundamentalmente de fibrocartílago, ubicada entre dos carillas articulares creando un engranaje perfecto, y cuya misión principal consiste en minimizar los impactos y las fricciones producidas por los movimientos articulares. Igualmente, también realiza una función estabilizadora y de  contención ante movimientos extremos que puedan complicar los límites de la amplitud articular. A pesar de ser el menisco de la rodilla el más popular, podemos localizar estas almohadillas naturales en otras articulaciones del cuerpo.

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Como si de un amortiguador se tratara, el menisco también debe estar lubricado para alcanzar su correcta hidratación y temperatura; esta lubricación corre a cargo del líquido sinovial, un fluido viscoso y rico en ácido hialurónico que rellena las cápsulas articulares. Este conjunto de cápsula articular, líquido sinovial y menisco, hacen de las articulaciones unos manguitos estancos capaces de soportar grandes presiones y empujes.

Tipos de meniscos

En el cuerpo existen meniscos en diferentes articulaciones y, a grandes rasgos, estos serían los principales meniscos:

  • Menisco de rodilla

    Menisco de la rodilla

    La más frecuente de las lesiones meniscales y, por lo tanto, la más extensa en cuanto a documentación se refiere. Este menisco se ubica entre el fémur y la tibia. El menisco realmente son dos fragmentos separados, el  medial en la cara interna de la rodilla, y el lateral en la cara externa, y ambos tienen forma de C o media luna. Debido a la bipedestación del ser humano, estos meniscos soportan gran cantidad de presión de forma continuada. Mientras andamos, corremos, o simplemente permanecemos estáticos, estos amortiguadores trabajan sin descanso. Su patrón lesional más frecuente es el mecánico, por torsiones y compresiones violentas. No obstante, los traumatismos y los desgastes también afectan sobremanera a esta región articular.

  • Menisco de mandíbula

    Menisco de la mandíbula (articulación temporomandibular)

    Es la responsable por ejemplo de la apertura y cierre de la boca, así como de su lateralización. La lesión de este menisco suele deberse a traumatismos localizados en el rostro y la cabeza más que a movimientos mecánicos repetitivos.

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  • Menisco de hombro

    Menisco del hombro (articulación acromioclavícular)

    O, dicho de otro modo, la junta de unión que engrana la clavícula y la escápula. Al igual que en el caso anterior, este menisco suele verse afectado por traumatismos y luxaciones más que por uso excesivo. No obstante, los deportistas que solicitan en exceso esta estructura, como jugadores de balonmano, voleibol, o deportes de raqueta, pueden sufrir daños a largo plazo.

  • Menisco de muñeca

    Menisco de la muñeca

    Se sitúa entre el cúbito y la primera fila de los huesos carpianos. En este caso, además de la lesión por traumatismo (caída de frente y apoyo de la mano en hiperextensión de muñeca), también tienen cabida las lesiones por repetición en trabajos manuales como chapistas o carpinteros. La lesión por desgaste degenerativo también adolece a esta articulación en mayor medida que los dos casos anteriormente expuestos.

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Creado: 22 de septiembre de 2014

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