Distensiones musculares, cómo tratarlas con eficacia
Los desgarros fibrilares son frecuentes en deportes con acciones violentas o cambios de ritmo bruscos en la carrera (atletismo de velocidad,fútbol…). Te explicamos cómo recuperarte bien de una distensión muscular.

Tratamiento y prevención de las distensiones musculares

Hielo para tratar una distensión muscular
En los primeros días tras producirse la distensión muscular debemos aplicar hielo y reposo
Julián Martínez San Juan, osteópata

Por: Julián Martínez San Juan

Osteópata, quiromasajista deportivo y técnico superior deportivo

Actualizado: 15 de marzo de 2024

Para identificar una distensión muscular, además de los síntomas antes comentados, un profesional de la salud o experto en medicina deportiva puede realizar evaluaciones físicas y, en algunos casos, usar imágenes diagnósticas como ultrasonidos o resonancias magnéticas.  

En función del grado de la lesión (1, 2 o 3) se aplica el protocolo correspondiente para tratar la distensión muscular o tirón muscular:

  • Distensión de grado 1: para una distensión de grado I, donde las fibras musculares sufren un daño mínimo, el enfoque del tratamiento está en aliviar el dolor y promover la curación rápida para evitar complicaciones. Para ello, los primeros días se aplica el método RICE (reposo, hielo, elevación y compresión). Recuerda no aplicar hielo directamente sobre la piel; úsalo durante 20 minutos cada 2-3 horas. En cuanto al reposo, evita actividades que causen dolor, pero intenta moverte dentro de tu límite de dolor para promover la curación. Puedes usaar una venda elástica para reducir la hinchazón, pero asegúrate de no envolverla demasiado apretado. Posteriormente, están indicados los ejercicios sin carga y de baja implicación muscular, así como los estiramientos indoloros; para de esta forma llegar al ejercicio cotidiano.  
  • Distensión de grado 2: las distensiones de grado II requieren un enfoque más cauteloso debido al daño más significativo de las fibras musculares, Así, se iniciará de la misma forma que el primer caso, es decir, con la premisa RICE. Es importante darle tiempo al músculo para sanar, evitando actividades que empeoren la lesión. En este caso, además del entrenamiento paulatino e indoloro, se añadirá en las primeras fases rehabilitadoras el uso de los ejercicios isométricos (aproximadamente a partir del cuarto día). Se puede recurrir a fisioterapia para restaurar la función muscular, incluyendo terapia manual, ejercicios de estiramiento progresivo y fortalecimiento una vez que el dolor agudo disminuya. También pueden incluir ultrasonido terapéutico o electroterapia para promover la curación y reducir el dolor.
  • Distensión de grado 3: las distensiones de grado III son las más severas y a menudo requieren un enfoque multidisciplinario para el tratamiento, pero al igual que en los caso anteriores se comenzará respetando el protocolo RICE. Al inicio, se aconseja reposo absoluto y posiblemente inmovilización para proteger el músculo y los tejidos circundantes durante la fase inicial de curación. Debido a la gravedad de la lesión, y su impotencia funcional, es beneficioso el empleo de electroestimulación muscular. Una vez que la fase aguda haya pasado, la fisioterapia es fundamental para recuperar la fuerza, flexibilidad y función. Esto incluirá una gama progresiva de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, junto con técnicas específicas para promover la regeneración del tejido muscular. Seguidamente se llevará a cabo la normalización progresiva hasta alcanzar la completa recuperación.

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En todos los casos el patrón rehabilitador se ajusta a una misma secuencia de pautas para completar las distintas fases de la recuperación, la diferencia radica en el plazo de cada fase. En este tipo de lesiones la paciencia es vital: recuperarse de una distensión muscular puede llevar tiempo, pero con el enfoque correcto, puedes volver a tus actividades con fuerza y confianza.

A todo este tratamiento de los tirones musculares (para todos los grados de lesión) se le puede añadir termoterapia a partir del 3-4 día para aumentar el metabolismo de la zona afectada y provocar una recuperación más rápida. La aplicación de ultrasonidos o láser también puede ayudar a regenerar el tejido dañado.

Tratamiento de la distensión muscular

Prevención de los tirones musculares

Prevenir los tirones musculares es crucial tanto para atletas como para personas activas en su vida diaria. Aquí te dejamos algunas claves y consejos para ayudarte a evitar estas lesiones:

  • Realiza un calentamiento dinámico: antes de realizar cualquier actividad deportiva es importante que el propio deportista sea consciente de la importancia de realizar un correcto protocolo de calentamiento. La preparación previa del músculo, con ejercicios ligeros de calentamiento y estiramientos dinámicos que preparan a los músculos y articulaciones para el esfuerzo, y mejorará el rendimiento del deportista, además de prevenir posibles lesiones súbitas.
  • Mantener una correcta hidratación y alimentación: una buena hidratación es esencial para el funcionamiento óptimo de los músculos y puede ayudar a prevenir calambres y lesiones. igualmente, una dieta rica en nutrientes esenciales apoya la salud muscular y la recuperación.
  • Intentar no forzar la musculatura y hacer un entrenamiento inteligente: para ello, incrementa la intensidad y duración de tus entrenamientos gradualmente. Evita aumentos bruscos en tu rutina de ejercicios que puedan sobrecargar los músculos.
  • Incluye entrenamiento de fuerza en tu rutina. fortalecer los músculos ayuda a prevenir lesiones al mejorar la estabilidad y soporte de las articulaciones.
  • No te olvides de la flexibilidad. incorporar estiramientos regulares y yoga puede mejorar tu rango de movimiento y reducir el riesgo de tirones musculares.
  • Técnica correcta: asegúrate de aprender y practicar la técnica adecuada en cualquier ejercicio o deporte que realices. Una mala técnica puede aumentar el riesgo de lesiones al poner estrés innecesario en los músculos.
  • Viste ropa y calzado adecuado para tu actividad. el equipo adecuado puede mejorar tu rendimiento y prevenir lesiones al proporcionar el soporte necesario.
  • Descansa cuando sea necesario. escucha a tu cuerpo, el descanso es una parte crucial del entrenamiento y permite que tus músculos se recuperen y reparen.
  • Incluye una fase de enfriamiento después de hacer ejercicio: esto puede incluir estiramientos suaves y caminata ligera para normalizar la circulación.
  • Considera técnicas de recuperación como masajes o baños de hielo si realizas ejercicios intensos regularmente. Esto puede ayudar a reducir la inflamación y promover la recuperación muscular.

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Creado: 9 de diciembre de 2010

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