Embarazo de alto riesgo
Un embarazo de alto riesgo es el que tiene factores asociados que pueden afectar negativamente a la salud de la madre o del feto. Un buen control de la gestación resulta clave para evitar problemas mayores.

Causas del embarazo de alto riesgo

Causas del embarazo de alto riesgo
Ser mayor de 40 años es una de las causas principales de alto riesgo en un embarazo.
Begoña Díaz de la Noval, ginecóloga

Por: Begoña Díaz de la Noval

Ginecóloga-obstetra en el Hospital Universitario Central de Asturias

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Las causas del embarazo de alto riesgo son muy variadas, pero existen una serie de factores asociados al mismo, algunos de los cuales están presentes antes de que la mujer quede embarazada, mientras que otros se desarrollan durante la gestación. Es importante identificarlos precozmente (idealmente antes de que se produzca la concepción) para estimar su importancia y disminuir así las consecuencias adversas de los mismos, ya que aumentan tanto la incidencia de complicaciones durante el embarazo, como el riesgo de que la situación se repita en gestaciones posteriores.

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Se consideran tres grandes grupos de factores de riesgo o causas del embarazo de alto riesgo:

Mujer embarazada rompiendo un cigarrillo
Evitar el tabaco es fundamental para prevenir un embarazo de alto riesgo

Prevención del embarazo de alto riesgo

A continuación describimos algunas de los factores que con mayor frecuencia pueden provocar un embarazo de alto riesgo, y cómo prevenir su aparición o tratarlos para evitar complicaciones:

  • En caso de crecimiento intrauterino retardado en un embarazo anterior, se indaga la presencia de patologías que puedan causarlo, como la hipertensión arterial, afecciones del riñón, incremento o pérdida de peso excesiva, infecciones, tabaquismo y alcoholismo.
  • Ante infecciones de orina o bacteriana vaginal, se evalúa una muestra de orina o secreciones al inicio del embarazo para tratar el problema de forma adecuada.
  • La diabetes gestacional se ha de controlar mediante la medición de los niveles de glucosa (azúcar en sangre) de la embarazada entre las semanas 24 y 28 de embarazo, salvo antecedentes o edad materna mayor de 35 años, casos en los que se realizan controles desde el primer trimestre.
  • Ante el antecedente de una incompatibilidad de Rh madre-bebé: se analiza la sangre de ambos progenitores, con un seguimiento analítico y ecográfico durante el embarazo, y se vacuna a la gestante entre las semanas 26 y 28.
  • Bebé anterior con trastornos genéticos o malformaciones: se realiza análisis genético del bebé (aunque haya fallecido) y de ambos padres, antes de otro embarazo. En caso de que la mujer quede de nuevo embarazada espontáneamente, se realizan ecografías, toma de muestra de vellosidades coriónicas (biopsia corial) o amniocentesis, para ayudar a determinar las probabilidades de que las anomalías se repitan. En caso de que se trate de una gestación conseguida mediante técnicas de reproducción asistida, se recomendaría realizar DGP (diagnóstico genético preimplantacional) con selección embrionaria.

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Creado: 10 de marzo de 2014

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