Gastroenteritis canina: cómo aliviar sus vómitos y diarreas

Por: Elena Romero García
Veterinaria especialista en medicina de pequeños animales
Actualizado: 3 de octubre de 2025
La gastroenteritis canina es una causa frecuente de visita al veterinario, y se produce por una inflamación o infección de la mucosa gastrointestinal que impide una correcta digestión y absorción de los alimentos.
Los vómitos y las diarreas son síntomas de gastroenteritis canina y pueden deberse a múltiples etiologías como los parásitos, los virus intestinales como la parvovirosis, los malos hábitos alimentarios, o neoplasias, por ejemplo. Pero también pueden desencadenarse por enfermedades de los perros que no se originan en el tracto gastrointestinal, sino en otros órganos como el páncreas, los riñones, o el hígado.
Los perros suelen presentar vómitos, diarrea y falta de apetito. La fiebre, depresión, y la deshidratación aparecen en fases más avanzadas. La diarrea puede ser crónica, cuando es persistente y dura más de tres o cuatro semanas, o aguda, que es de corta duración y suele ser autolimitante. Las gastroenteritis agudas necesitan pocas pruebas diagnósticas, siendo más interesante un tratamiento sintomático, que variará en función de los síntomas que presente nuestra mascota.

El diagnóstico puede ser complicado, sobre todo cuando son diarreas crónicas, y será necesario realizar pruebas complementarias para determinar su origen. En el caso de las gastroenteritis crónicas el veterinario necesitara repasar la historia clínica del can, haciendo hincapié en las pautas vacunales y las desparasitaciones, un detallado examen físico, y una serie de pruebas.
Identificar la etiología es de suma importancia para determinar si la gastroenteritis está originada por un problema gastrointestinal primario, o es producida de forma secundaria por un problema extraintestinal, como por ejemplo el hipotiroidismo, pues el tratamiento es muy variable. En las ocasiones leves y agudas, con un manejo dietético y apoyo farmacológico será suficiente. La prevención pasa por una correcta desparasitación y vacunación anual, junto con unos buenos hábitos alimentarios.

Causas de la gastroenteritis canina
La gastroenteritis canina puede estar producida por varias causas, conocerlas nos ayudará a evitar este mal trago a nuestra querida mascota. A continuación citaremos los motivos más frecuentes de vómitos y diarrea en el perro:

Síntomas de la gastroenteritis canina
Como has podido leer en el apartado anterior, en función de la causa que provoque la gastroenteritis canina los síntomas producidos por la misma pueden variar. Pero, en términos generales, cuando nuestro perro tenga una diarrea que dure mas de dos días y que no mejora con tratamiento dietético (dándole comida de fácil digestión), es recomendable consultar con el veterinario porque puede ser necesario proporcionarle un tratamiento sintomático.
Si la diarrea es aguda pero se acompaña de síntomas como la fiebre, deshidratación o pérdida de apetito es necesario ir a la clínica veterinaria, pues se trata de síntomas preocupantes y es posible que nuestra mascota necesite tratamiento hospitalario. Hay que prestar especial atención en los cachorros y en los perros de raza pequeña como los Chihuahuas o Yorkshire miniatura, porque se deshidratan rápidamente.
Diagnóstico de la gastroenteritis en el perro
Cuando acudamos con nuestro perro al veterinario con un cuadro gastroentérico, tras un examen físico general, el especialista puede necesitar realizar alguna prueba diagnóstica que le permita conocer la causa exacta del proceso que causa vómitos y diarrea en el can. Entre ellas son de utilidad:
- El análisis de las heces o coprológico, en busca de huevos de parásitos intestinales.
- La bioquímica sanguínea, que le ayudaran a valorar si el hígado, el riñón y el páncreas funcionan correctamente, y el hemograma, que determinará la presencia de anemia o infección.
- La ecografía, que permite explorar el abdomen e identificar la forma y el tamaño de cada órgano en busca de alteraciones.
- La endoscopia y colonoscopia digestivas, que permiten observar la mucosa gastrointestinal in situ y tomar muestras para su biopsia.
- En el caso de la torsión gástrica y los cuerpos extraños, es útil la radiografía abdominal.
Cómo prevenir la gastroenteritis canina
Existen varias causas de gastroenteritis en el perro que se pueden prevenir, como las parasitosis, las enfermedades virales, y los malos hábitos alimentarios.
Para ello se recomienda la primovacunación contra la parvovirosis canina a partir de los dos meses de edad. Vacunar antes de esta edad no tiene sentido, porque el cachorro aún mantiene anticuerpos maternales que inactivarían la vacuna. Son necesarias dos dosis, espaciadas un mínimo de quince días. Una vez que el perro es adulto se pone un recuerdo de la vacuna cada año.
La desparasitación interna, contra parásitos intestinales, debe realizarse de manera estricta cada tres o cuatro meses. Se debe poner especial atención a los cachorritos, y someterles a una desparasitación cuidadosa antes de la vacunación.
Para evitar alteraciones gastrointestinales relacionadas con malos hábitos alimentarios (vómitos, diarrea, falta de apetito…), la recomendación es ofrecer un pienso comercial de gama alta adecuado a su edad y raza. La cantidad de alimento viene determinada por el fabricante del pienso, y debe repartirse en varias tomas a lo largo del día, y evitar el ejercicio intenso después de la comida. Esto es especialmente importante en los perros de raza gigante o molosos, como los mastines o los dogos, que son los que más incidencia de torsión-dilatación gástrica padecen.
Ofrecer huesos a los perros dentro de su dieta es un error, porque no suponen un aporte energético, y sí un alto riesgo de obstrucción o perforación intestinal.

Cuando se realice un cambio de pienso se debe hacer de forma paulatina, de manera que se vaya aumentando la dosis del alimento nuevo y disminuyendo el antiguo durante al menos una semana.
Cuando se administren medicamentos crónicos o antiinflamatorios, es bueno administrar al animal un protector de la mucosa gástrica para prevenir daños; pregunta a tu veterinario y él te prescribirá el más adecuado para tu perro.
En cualquier caso, cuando la diarrea es persistente o recurrente, se acompaña de pérdida de peso o dolor abdominal, y hay vómitos, aunque sean esporádicos, se recomienda consultar con el veterinario y hacer un estudio de los síntomas. El diagnóstico precoz es el mejor aliado para un buen pronóstico, sobre todo en casos insidiosos como las neoplasias.
Creado: 16 de diciembre de 2016