Sufrir estrés en el embarazo altera la microbiota de la placenta

Sufrir estrés en el embarazo puede provocar alteraciones persistentes y potencialmente dañinas en la composición de las bacterias presentes tanto en la placenta, como en el intestino del feto, que afecten a su salud cognitiva.
Mujer embarazada sufriendo estrés

Los microbios de los tractos gastrointestinal y reproductivo de la madre son los primeros en colonizar al feto en desarrollo.

Sufrir estrés durante el embarazo puede producir cambios prolongados y potencialmente dañinos en la composición de las bacterias presentes tanto en el intestino del feto, como en la placenta y, además, los cambios observados en la microbiota se mantuvieron hasta la edad adulta, según revela un estudio realizado con ratones por científicos de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos.

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Los ratones cuyas madres habían estado estresadas durante la gestación tenían dificultades para realizar pruebas destinadas a medir la ansiedad y la salud cognitiva, y también se produjo un aumento en los marcadores de inflamación en la placenta, el cerebro fetal, y el cerebro adulto, en comparación con los animales cuyas madres no tuvieron estrés en el embarazo.

Estudios previos ya habían asociado el estrés de la madre con problemas de salud mental y conductuales en sus descendientes, que persistían al llegar a la edad adulta

Estudios previos, tanto en animales, como en seres humanos, ya habían asociado el estrés de la madre con problemas de salud mental –ansiedad y dificultades congnitivas– y conductuales en sus descendientes, que persistían al llegar a la edad adulta. Y los autores del nuevo trabajo pretendían conocer los mecanismos que hacen que esto se produzca.

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Como ha explicado Tamar Gur, investigadora principal y profesora asistente de Psiquiatría y Salud del Comportamiento, Neurociencia y Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Ohio, los microbios de los tractos gastrointestinal y reproductivo de la madre son los primeros en colonizar al feto en desarrollo y a los recién nacidos, por lo que la presencia de diferentes tipos de bacterias podría explicar por qué y cómo la exposición prenatal al estrés podría desencadenar un trastorno mental que puede durar toda la vida.

Esta investigadora y su equipo comprobaron que existían significativos cambios microbianos en las placentas de las hembras estresadas, así como alteraciones en la inflamación y los factores de crecimiento de la placenta. Posteriormente, los investigadores observaron que aunque las crías de estas ratonas no habían sufrido estrés tras el nacimiento, se encontraban más ansiosas, permanecían más tiempo en espacios cerrados y oscuros, y les resultaba más difícil aprender tareas cognitivas.

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Actualizado: 27 de mayo de 2020

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