Tener erecciones con regularidad ayuda a prevenir la impotencia

Descubren la función clave que desempeñan ciertas células conocidas como fibroblastos en la erección del pene y que cuanto más frecuentes son las erecciones, más aumenta la cantidad de estas células, lo que puede ayudar a prevenir la disfunción eréctil.
Hombre con una erección matutina

10/02/2024

La disfunción eréctil se caracteriza por la incapacidad para conseguir o mantener una erección que permita mantener relaciones sexuales satisfactorias y se puede deber a diferentes causas, tanto físicas, como psicológicas, aunque desde la Asociación Española de Urología indican que lo más frecuente es que esta patología se deba a problemas vasculares, ya que “el pene es un órgano con una tremenda vascularización”. También señalan que se trata de “una patología mucho más frecuente de lo que pensamos, pudiendo afectar hasta el 12% de los españoles, teniendo en cuenta que en las primeras décadas de la vida (0-50 años) es poco frecuente”.

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Un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto Karolinska y la Universidad de Uppsala (Suecia) ha descubierto ahora una potencial manera de prevenir la aparición de este trastorno de la función sexual masculina, ya que muestra que un aumento en la frecuencia de las erecciones conduce a más fibroblastos que favorecen la erección, y viceversa, es decir, que una menor cantidad de erecciones tiene como consecuencia una disminución de estas células, según ha explicado Christian Göritz, investigador principal del Departamento de Celulares y Biología Molecular del Instituto Karolinska, que ha dirigido el estudio.

La investigación se ha llevado a cabo con ratones y sus resultados se han publicado en Science. Los investigadores han comprobado que las células de tejido conectivo llamadas fibroblastos tienen una función previamente desconocida y muy importante en la erección. En concreto, el estudio muestra que los fibroblastos median la erección al absorber el neurotransmisor noradrenalina, lo que provoca el ensanchamiento de los vasos sanguíneos del pene. La eficacia de este proceso depende de la cantidad de fibroblastos.

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Entrenar la capacidad de conseguir una erección

“Los fibroblastos son las células más abundantes en el pene tanto en los ratones como en los hombres, pero no se los ha tenido mucho en cuenta en la investigación”, afirma Eduardo Guimaraes, investigador del Departamento de Biología Celular y Molecular del Instituto Karolinska y autor principal del estudio. “Ahora podemos mostrar, usando una técnica muy precisa denominada optogenética, que tienen un papel muy importante en la regulación del flujo sanguíneo en el pene, que es lo que hace que el pene esté erecto”.

Los investigadores también pudieron demostrar que la frecuencia de las erecciones influye en el número de fibroblastos en el pene, y que cuanto más frecuentes son más fibroblastos y, por el contrario, una menor frecuencia de erecciones redujo el número de fibroblastos. “En realidad, no es tan extraño. Si te esfuerzas mucho, tu cuerpo se adapta. Si corres con regularidad, con el tiempo te resultará más fácil respirar mientras corres”, explica Christian Göritz.

Podría ser posible entrenar la capacidad de conseguir una erección para contrarrestar la impotencia, de la misma manera que puedes entrenar tu fuerza en el gimnasio

En cuanto a las conclusiones que se pueden extraer de los estudios sobre ratones para los humanos, el investigador dice que en este caso hay similitudes significativas. “Los mecanismos básicos de la erección son muy similares en todos los mamíferos en cuanto a anatomía, estructura celular, etcétera”, afirma. “Sin embargo, hay una diferencia entre los humanos y la mayoría de los mamíferos: tienen un hueso en el pene. Esto significa que una regulación eficaz del flujo sanguíneo es probablemente aún más importante para la reproducción humana”.

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Los ratones más viejos tenían menos fibroblastos en el pene, que también se reflejaban en menor flujo sanguíneo. La capacidad de obtener una erección disminuye con la edad también en los seres humanos, lo que podría deberse en parte a menos fibroblastos en el pene. Por lo tanto, los investigadores creen que podría ser posible entrenar la capacidad de conseguir una erección para contrarrestar la impotencia, de la misma manera que puedes entrenar tu fuerza o condición física en el gimnasio.

Esto no es algo que hayamos demostrado en nuestro estudio, así que es un poco especulativo, pero una interpretación razonable es que se hace más fácil si tienes erecciones regulares, señala Göritz, que espera que el nuevo conocimiento del papel que desempeñan los fibroblastos en la erección también pueda contribuir a desarrollar nuevos tratamientos para la disfunción eréctil.

Actualizado: 10 de febrero de 2024

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