¿Por qué tenemos ojeras? Qué indican sus colores

Las ojeras, esas antiestéticas coloraciones grisáceas o moradas que aparecen en el párpado inferior del ojo… ¿Son producto de un mecanismo del organismo? ¿Una simple reacción sin causa aparente? ¿Cuál es realmente su origen?
Ojeras en una mujer

Las ojeras pueden deberse no sólo al cansancio, también a nuestra genética

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Por: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 28 de junio de 2022

Las ojeras son esas coloraciones grisáceas o moradas, antiestéticas y que aparecen en el párpado inferior del ojo. Pero, ¿son producto de un mecanismo del organismo? ¿Su aparición es una simple reacción sin causa aparente? ¿Realmente cuál es el origen de las ojeras?

Muchas personas, tanto hombres como mujeres, sufren de ojeras incluso cuando no están desvelados o agotados. Para poder tratar las ojeras es importante conocer el origen o la causa.

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Causas más comunes de la aparición de ojeras

La aparición de las ojeras tiene varias causas, muchas de ellas relacionadas con el sistema circulatorio y la piel en esa zona, bajo los ojos, es muy delicada y delgada, y las venas se transparentan bajo la piel. La ojeras se deben pues a varias razones, pero estas serían las más importantes:

Cuestiones hereditarias

Algunas personas están genéticamente predispuestas a tener ojeras debido a la anatomía de sus vasos sanguíneos o la finura de la piel en esta zona. Además, algunas personas heredan características faciales, como la pigmentación excesiva o la estructura ósea, que hacen que las ojeras sean más visibles. Esto es común en personas que tienen ojos hundidos, donde la sombra creada por la estructura del rostro puede hacer que las ojeras se vean más oscuras. Si los familiares cercanos tienen ojeras, es más probable que también las desarrolles.

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Raza

Otra causa u origen es la raza, ya que hay algunas que tienden a desarrollarlas más, como la mediterránea, porque la pigmentación de la piel es diferente. Por otro lado, la hiperpigmentación periorbitaria, que es una de las causas más comunes de las ojeras, es más prevalente en personas de piel más oscura, como aquellas de ascendencia africana, asiática, árabe e india. Esto se debe a que estos grupos tienen una mayor tendencia a producir melanina, el pigmento que oscurece la piel.

Falta de sueño

La mayoría de las personas las relaciona con la falta de sueño, pudiendo ser un motivo, ya que el cansancio afecta a la microcirculación en la zona de los ojos, haciendo que la piel se vea más pálida y provocando que los vasos sanguíneos se dilaten y resalten, mostrando un color azulado que resalta con el resto de la piel, lo que puede hacer que las ojeras sean más prominentes. Este tipo de ojeras son de corta duración, al contrario que las anteriores que pueden durar mucho tiempo.

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Estrés y estilo de vida

El estrés crónico puede aumentar los niveles de cortisol, lo que puede afectar la circulación sanguínea y el metabolismo de la piel. Además, hábitos de vida poco saludables, como fumar, consumir alcohol en exceso o una dieta deficiente en nutrientes esenciales, pueden empeorar la apariencia de las ojeras al dañar la piel y los tejidos subyacentes.

El envejecimiento

Con la edad, la piel se vuelve más fina y la producción de colágeno disminuye, lo que hace que los vasos sanguíneos sean más visibles. Además, el proceso de envejecimiento puede provocar una redistribución de la grasa y pérdida de elasticidad, lo que acentúa la depresión y crea sombras, contribuyendo a la apariencia de las ojeras. Esta pérdida de firmeza y grosor en la piel bajo los ojos hace que las ojeras aparezcan más prominentes.

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Vasos sanguíneos dilatados o congestionados

La piel bajo los ojos es muy fina, por lo que los vasos sanguíneos en esta área son más visibles que en otras partes del cuerpo. Cuando los capilares o vasos se dilatan o congestionan, la sangre tiende a acumularse y volverse más visible, lo que da lugar a la coloración oscura que asociamos con las ojeras. Esto ocurre especialmente en personas con piel clara o delgada. Con el tiempo, la pérdida de colágeno y elastina en esta zona puede hacer que estas características sean más evidentes.

Deficiencia de circulación sanguínea

Si hay una mala circulación sanguínea en la zona periocular (alrededor de los ojos), la sangre puede estancarse, lo que produce un tono azulado o violáceo bajo los ojos. Esto es más común cuando estamos fatigados, ya que el cuerpo no está bombeando la sangre de manera eficiente.

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Fragilidad capilar

Los capilares en la zona ocular pueden ser frágiles y, en algunas personas, tienden a romperse fácilmente. Cuando esto ocurre, pequeñas cantidades de sangre pueden escapar y descomponerse en hemoglobina, produciendo un tono marrón o púrpura que da la apariencia de ojeras.

Acumulación de líquido (edema) y bolsas en los ojos

Cuando hay retención de líquidos en el cuerpo, esto puede afectar la zona debajo de los ojos, y hacer que los ojos se vean hinchados, creando sombras que se perciben como ojeras. El líquido retenido puede comprimir los vasos sanguíneos, ralentizando el flujo sanguíneo y acentuando la pigmentación oscura. Esto puede ser causado por la ingesta de sal, el consumo de alcohol, alergias, o simplemente por el proceso natural de dormir en una posición horizontal. Las alergias o la congestión nasal también pueden contribuir al edema en esta área.

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Hiperpigmentación periorbitaria

En algunos casos, la causa de las ojeras puede deberse a un aumento de la producción de melanina en la piel de la zona bajo los ojos, lo que genera manchas oscuras. Este tipo de ojeras es más común en personas con tonos de piel más oscuros, pero puede ocurrir en cualquier tipo de piel debido a factores genéticos, factores hormonales (embarazo, menstruación), como consecuencia de la exposición al sol o por inflamación crónica.

Daño solar

La exposición al sol puede provocar un aumento en la producción de melanina en la piel, agravando la hiperpigmentación. Además, los rayos UV aceleran la descomposición del colágeno y elastina, lo que agrava la flacidez y el adelgazamiento de la piel en el área de los ojos.

Alérgenos y congestión nasal

Las alergias y eczemas y la congestión nasal causan inflamación y pueden obstruir los vasos sanguíneos alrededor de los ojos, provocando hinchazón y ojeras. El rascado o frotamiento frecuente de los ojos también puede irritar la piel y empeorar la hiperpigmentación.

Deshidratación

La falta de hidratación adecuada hace que la piel se vea más opaca y seca, lo que puede hacer que las ojeras sean más pronunciadas. Cuando no estamos bien hidratados, la piel debajo de los ojos puede hundirse, acentuando las sombras.

El color de las ojeras: de qué depende y qué puede indicar

El color de las ojeras puede variar dependiendo de varias causas subyacentes que influyen en la apariencia de la piel debajo de los ojos. Estas pueden estar relacionadas con la pigmentación (melanina), la vascularización (circulación sanguínea, oxigenación), la anatomía de la piel del contorno ocular y otros factores que acabamos de comentar. Entender qué está causando el color específico de las ojeras es fundamental para abordar el tratamiento adecuado.

A continuación, te explicamos las razones detrás de los distintos colores que pueden tomar las ojeras:

Ojeras de tono azulado o violáceo

La piel debajo de los ojos es muy fina, y los vasos sanguíneos en esa área son más visibles. Cuando la sangre que circula por los capilares tiene menos oxígeno, adquiere un tono más oscuro, azulado o violáceo. Este tipo de ojeras es más visible en personas con piel clara. Entre los factores detrás de esta tonalidad de ojeras están la mala circulación sanguínea, la falta de sueño o fatiga, la genética –si la piel es naturalmente delgada–, o la congestión nasal –que puede dilatar los vasos sanguíneos de la zona–.

Ojeras de tono marrón o amarronado

La hiperpigmentación periorbitaria, donde hay un aumento en la producción de melanina en la piel de esa área, suele ser la razón del color marrón de las ojeras. Estas ojeras suelen ser comunes en personas con piel más oscura y tienden a ser permanentes sin tratamiento adecuado. Entre los factores que pueden originar este tono amarronado estarían la exposición al sol, que estimula la producción de melanina, la genética –sobre todo en personas con fototipos de piel más oscuros (poblaciones de ascendencia asiática, árabe, africana o india)– y la pigmentación postinflamatoria, tras frotarse los ojos o tras inflamaciones crónicas (como alergias).

Ojeras de tono grisáceo o negro

En algunos casos, las ojeras de tono gris o negro se deben a la combinación de factores pigmentarios y vasculares. Puede haber una mezcla de hiperpigmentación y congestión venosa. Es más común en personas mayores o en individuos que han experimentado daños prolongados en la piel debido a la exposición solar o hábitos poco saludables. Estas ojeras pueden deberse al envejecimiento, cuando la piel se vuelve más delgada y tanto los vasos sanguíneos como los depósitos de melanina se vuelven más evidentes. O bien ser signo de estrés o deshidratación, que contribuyen a la opacidad y al deterioro de la salud de la piel.

Ojeras de tono rojizo

El tono rojizo suele ser producto de la inflamación de los vasos sanguíneos o irritación local. Puede estar asociado con hinchazón, picazón o descamación. Así, pueden estar ligadas a alergias, que provocan inflamación y enrojecimiento en la zona de los ojos, dermatitis atópica o contacto prolongado con alérgenos.

Ojeras de tono amarillento

Un tono amarillento o marrón amarillento puede estar relacionado con la acumulación de productos de descomposición de la hemoglobina (bilirrubina) tras microderrames en los capilares. Estas ojeras suelen tener un matiz amarillento-marrón y pueden persistir durante días después de un pequeño traumatismo en la zona de los ojos. Entre los factores que puede originarla están la fragilidad capilar o ruptura de vasos pequeños debajo de la piel, o condiciones hepáticas, aunque esto es menos común.

Consejos para evitar la aparición de ojeras

El abordaje para tratar las ojeras es variado y, en muchos casos, implica una combinación de cambios en el cuidado de la piel, tratamientos dermatológicos o procedimientos estéticos. Como recomendaciones generales para evitar la aparición esporádica de ojeras y mantener una piel más saludable y luminosa se debe:

  • Llevar una dieta saludable: una dieta rica en antioxidantes, como los que se encuentran en frutas y verduras (mejor con vitamina C y E), puede mejorar la salud de la piel y prevenir el envejecimiento prematuro. Reduce el consumo de sal y alcohol, ya que pueden favorecer la retención de líquidos y provocar hinchazón alrededor de los ojos.
  • Dormir las horas necesarias: duerme entre 7 y 9 horas cada noche. La falta de sueño es una de las principales causas de la aparición de ojeras, ya que la piel se vuelve más pálida y se acentúan las sombras y vasos sanguíneos debajo de los ojos.
  • Dormir con la cabeza ligeramente elevada puede ayudar a evitar la acumulación de líquidos en la zona de los ojos, lo que contribuye a reducir las ojeras y las bolsas.
  • Mantener una buena hidratación: bebe suficiente agua (entre 1,5 y 2 litros al día) para mantener tu piel bien hidratada. La deshidratación puede hacer que las ojeras sean más visibles.
  • Usa cremas hidratantes específicas para el contorno de ojos que contengan ingredientes como ácido hialurónico, vitamina C o cafeína, que ayudan a reducir la hinchazón y a mejorar la elasticidad de la piel.
  • No fumar, ni ingerir alcohol ni cafeína.
  • Protégete del sol: el sol es uno de los principales causantes de la hiperpigmentación. Usa un protector solar de amplio espectro con al menos SPF 30 todos los días, incluso en invierno o en días nublados, para evitar el daño solar en la piel alrededor de los ojos. Utiliza también gafas de sol grandes para proteger la zona del contorno de los ojos de los rayos UV.
  • Evita frotarte los ojos: el frotamiento continuo de los ojos puede irritar la piel delicada de esa zona y aumentar el riesgo de hiperpigmentación. Si tienes alergias, trata de controlarlas para evitar la necesidad de frotarte los ojos.
  • Reduce el estrés: el estrés prolongado puede afectar la salud de tu piel, además de contribuir a problemas de sueño. Prácticas como la meditación, el yoga o técnicas de respiración profunda pueden ayudarte a reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño.
  • Controla las alergias: si sufres de alergias, trata de mantenerlas bajo control con medicamentos antihistamínicos o tratamientos naturales. Las alergias provocan congestión nasal, lo que puede empeorar las ojeras debido a la dilatación de los vasos sanguíneos.
  • Masajes y tratamientos caseros: realizar un suave masaje en la zona periocular puede mejorar la circulación sanguínea y reducir la acumulación de líquidos. Hazlo con movimientos circulares usando una crema específica para el contorno de ojos. También puedes colocar compresas frías o rodajas de pepino sobre los ojos durante 10-15 minutos. El frío reduce la inflamación y mejora la microcirculación, aliviando las ojeras.
  • Tratamientos cosméticos preventivos: usa serums y cremas que contengan ingredientes activos como retinol (para estimular la producción de colágeno), niacinamida (para aclarar la piel) y peptidos (para mejorar la firmeza de la piel). Los productos con cafeína ayudan a reducir la hinchazón al mejorar la microcirculación en la zona del contorno de ojos.

Y si ya las sufres desde hace tiempo, en esta entrevista el Dr José González Vidal, cirujano plástico ocular, te explica qué puedes hacer para que desaparezcan.

Y en este otro completo artículo te explicamos consejos para evitarlas o corregirlas, desde tratamientos médicos o estéticos a técnicas de maquillaje para disimularlas.

Creado: 22 de octubre de 2009

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