Comer proteína animal podría reducir la mortalidad en adultos mayores

Asocian el consumo de proteína animal con menos riesgo de mortalidad cardiovascular y por cualquier causa en personas mayores de 65 años, debido a su efecto protector en la fuerza muscular y en la respuesta inmunitaria.
Comer proteína animal reduciría la mortalidad en mayores

21/07/2022

Las personas mayores requieren una ingesta mayor de proteínas, que no siempre se cumple, lo que puede dar lugar a mayor riesgo de enfermedades y de fallecer. Un estudio liderado por el grupo de Biomarcadores y Metabolómica Nutricional y Alimentaria de la Universidad de Barcelona y del área CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES) ha descubierto que tomar proteína animal a partir de los 65 años está relacionado con una menor mortalidad cardiovascular y por todas las causas.

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La investigación se ha llevado a cabo en la Toscana italiana gracias a 1.139 participantes de 65 años o más que indicaron su ingesta alimentaria durante nada menos que 20 años que duró el estudio. Con este trabajo los autores pretendían conocer las asociaciones a largo plazo de la ingesta de proteínas animales y vegetales con la tasa de mortalidad de los adultos mayores de la zona del Mediterráneo.

Tras ese tiempo, se notificaron un total de 811 muertes, 292 de ellas por enfermedades cardiovasculares y 151 por algún tipo de cáncer. Teniendo en cuenta el origen de la ingesta de proteínas de los participantes se encontró una asociación inversa con la mortalidad por cualquier causa y la mortalidad cardiovascular.

Proteína animal contra la pérdida de fuerza muscular

En cuanto a los posibles efectos beneficiosos de la ingesta de proteínas vegetales, el estudio, que se ha publicado en el The Journals of Gerontology, ha observado que no hubo ninguna asociación con la mortalidad, aunque sí que se encontró un moderado impacto protector en los pacientes con hipertensión arterial.

Tomar más proteína animal puede estar inversamente relacionado con la mortalidad por su efecto protector sobre la fuerza muscular, fragilidad, sarcopenia o las respuestas inmunitarias

“Este estudio es el primero que muestra una asociación inversa entre las proteínas animales y la mortalidad en mujeres y hombres mayores de un país Mediterráneo. El aumento de esta ingesta proteica puede estar inversamente relacionado con la mortalidad por su efecto protector sobre la fuerza muscular, fragilidad, sarcopenia o las respuestas inmunitarias, por lo que debemos indagar más en esta línea”, explica Tomás Meroño, primer autor de la investigación.

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En algunas ocasiones es recomendable incrementar la ingesta de proteínas, por ejemplo ante afecciones inflamatorias crónicas o agudas que pueden perjudicar la fuerza muscular entre este grupo de edad avanzada. En los hallazgos no se pudo determinar si el efecto protector de la proteína animal se debía a la calidad proteica o al mayor contenido de proteína de los alimentos de origen animal.

Sin embargo, el estudio tiene ciertas limitaciones que han dado a conocer sus autores, y es que, la principal fuente de proteína vegetal fueron los cereales, como el pan o la pasta, lo que pudo hacer que no se observara un posible efecto protector de la proteína vegetal. Además, según explica Cristina Andrés-Lacueva, otra de las investigadoras, se necesitan llevar a cabo más estudios para poder ofrecer recomendaciones sobre la ingesta de proteínas en la dieta de los mayores, con alimentos densos en nutrientes, como leche, huevos y pescado.

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Actualizado: 5 de mayo de 2023

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