Alopecia androgénica o calvicie común

Actualizado: 29 de marzo de 2023
La alopecia androgénica o calvicie común consiste en la pérdida del pelo localizado en el cuero cabelludo de forma progresiva. Es la causa más frecuente de pérdida de cabello, y mientras se trata de un proceso fisiológico en los varones a partir de cierta edad, es muy raro en las mujeres (alopecia androgénica femenina).
Causas y síntomas de la alopecia androgénica
Este tipo de alopecia es causado por diferentes factores, tanto genéticos, como hormonales. Se produce una transformación de los folículos de pelo terminales a folículos vellosos, debido a la sensibilidad que adquieren estos por la estimulación androgénica. Con el tiempo estos foliculos van generando cabello cada vez más corto y delgado, hasta que dejan de formar nuevos cabellos.
Este tipo de alopecia tiene el mismo origen en el caso de las mujeres, pero los expertos opinan que en su aparición intervienen otras hormonas y enzimas diferentes –como el descenso de estrógenos y aumento de andrógenos que se produce tras la menopausia–, por lo que generalmente se denomina alopecia de patrón femenino.
En las mujeres la alopecia se desarrolla de forma más difusa que en los hombres, y se centra en la zona frontal y superior de la cabeza, manteniéndose normalmente la integridad de la primera línea del cabello, por lo que no suelen presentar entradas.
Su evolución también es más lenta, y es infrecuente que alcance fases tan avanzadas como en los varones.
Diagnóstico
El pelo terminal del paciente es sustituido, progresivamente, por el pelo velloso, que es más corto, fino y sin pigmento. El proceso se inicia en la zona frontotemporal (las llamadas entradas) y en la zona occipital en forma de coronilla, y puede progresar hasta producir alopecia total o casi total, permaneciendo restos de cabello únicamente por encima de las orejas y en la zona occipital. Este patrón de caída sirve para diagnosticar el problema, aunque también puede realizarse una prueba llamada test de lavado capilar modificado.
Tratamiento de la alopecia androgénica
El tratamiento más conocido y efectivo para la calvicie común es el minoxidil tópico, que consigue frenar el proceso y estimular el crecimiento del cabello. El finasteride por vía oral, además de frenar la alopecia, logra que se incremente el crecimiento de pelo terminal; sin embargo, no resulta eficaz en los varones mayores de 60 años y está contraindicado en las mujeres. Otro fármaco que se usa para tratar esta afección es la dutasterida, que actúa como inhibidor de la enzima 5 alfa reductasa y estimula el engrosamiento de las unidades foliculares, ayudando a frenar la caída del pelo.
Estos medicamentos tienen efectos secundarios. El fitasteride, por ejemplo, se ha asociado a disfunción eréctil, pérdida de la libido o depresión, mientras que el minoxidilo en dosis elevadas puede provocar derrame pericárdico y taponamiento cardíaco. En el caso de la dutasterida sus efectos adversos serían similares a los del fitasteride porque se trata de fármacos parecidos.
Además, ninguno de estos fármacos cura la afección, y la pérdida de cabello se reanuda al interrumpir el tratamiento. Un reciente metanálisis publicado en JAMA Dermatology ofrece un ranking de la efectividad de estos productos y los clasifica en orden decreciente de la siguiente manera:
- Dutasterida, 0,5 mg por vía oral
- Finasteride, 5 mg por vía oral
- Minoxidil, 1 mg
- Pomada tópica al 5%
- Minoxidil 0,25 mg por vía oral
Otra alternativa a la que cada vez recurren más varones es el trasplante capilar en forma de mini y microinjertos, que cuando es realizada por buenos profesionales tiene unos resultados estéticamente aceptables.
Para las mujeres se emplean tratamientos hormonales como los antiandrógenos orales cuando las causas de la pérdida de cabello son de tipo hormonal, pero en su caso la alopecia también se puede abordar con tratamientos por vía tópica para revitalizar el folículo capilar –cuando se trata de una caída de pelo controlada–, como el plasma enriquecido con factores de crecimiento o la carboxiterapia, o con microinjerto capilar con las técnicas FUE o FUSS.
Creado: 30 de noviembre de 2010