Todavía son muchas las incógnitas que rodean al COVID-19, una nueva variedad de coronavirus que ha hecho que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya declarado la Emergencia de Salud Pública Internacional. La última novedad proviene del Hospital Infantil de Wuhan, epicentro del virus, donde el día 2 de febrero una mujer embarazada infectada con coronavirus dio a luz un bebé, que ha resultado dar positivo en la misma enfermedad en las pruebas realizadas a las 30 horas de vida, según ha informado la cadena estatal china CCTV.
Este hecho, ha provocado que los expertos se empiecen a plantear la posibilidad de que el virus 2019-nCoV o SARS-CoV-2 podría pasar de manera vertical entre la embarazada infectada y el feto, siendo una posible nueva vía de contagio, que se suma a la transmisión del virus de persona a persona.
Podría haber un segundo bebé infectado
A pesar del diagnóstico, el Dr. Zeng LingKong, jefe del departamento de medicina neonatal del Hospital Infantil de Wuhan, ha informado de que el bebé que ha dado positivo en las pruebas tiene signos vitales estables y que no presenta ni fiebre ni tos –principales síntomas del coronavirus chino–, aunque sí muestra dificultades en el proceso respiratorio.
Además de este caso, podría haber un segundo bebé afectado, según ha comunicado el mismo hospital. Se trata de un bebé sano que nació el 13 de enero y que ha comenzado a mostrar síntomas de la enfermedad con 16 días de vida, se cree que la madre y niñera podrían ser las que habrían contagiado el coronavirus chino al neonato, ya que estaban infectadas. Esto demuestra, según los expertos del hospital chino, que los bebés también pueden contraer la enfermedad.