Crecen los casos de abusos sexuales y robos por sumisión química

El uso de drogas que anulan la voluntad, como la burundanga o el GHB, ha crecido este año en el mundo, algo que alarma a los expertos, pues estas sustancias se suelen utilizar para cometer delitos sexuales o robos.
Un caso de abuso sexual
La mayoría de agresiones sexuales o robos con sumisión química no se denuncian.

Las víctimas de abusos sexuales o robos cometidos gracias al uso de sustancias psicoactivas que anulan la voluntad, como es el caso de la ketamina, el gamma hidroxibutirato (GHB), las benzodiacepinas o la escopolamina, conocida comúnmente como burundanga, han aumentado de manera considerable este último año, según se acaba de dar a conocer en el XIV Congreso de Médicos Forenses, en Barcelona.

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Este tipo de drogas permiten llevar a cabo una sumisión química, que consiste en que la persona que lo ingiere sin conocimiento deja de tener voluntad; muchas veces la víctima llegar a ser consciente de todo lo que ocurre a su alrededor, pero es incapaz de hacer nada para evitarlo, por lo que los autores de los hechos aprovechan esta situación para abusar sexualmente, o robar a la persona.

Los expertos recomiendan extremar la precaución, pues estas drogas que anulan la voluntad se disuelven fácilmente en las bebidas o en comidas

Marc Anthony Le Beau, jefe de la Unidad de Laboratorio Químico del FBI, ha expuesto que este tipo de drogas están mucho más extendidas de lo que pensamos, por lo que considera que es muy importante concienciar sobre ellas a los grupos de riesgo, que son los jóvenes y las personas de la tercera edad.

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Los abusos por sumisión química no siempre se denuncian

Los casos de sumisión química podrían llegar a ser incluso más numerosos que los datos que se conocen al respecto, pues los efectos característicos de estas drogas son provocar la confusión y la obnubilación en las víctimas, lo que hace que muchas de estas no se atrevan a denunciar por el desconocimiento de lo que ha ocurrido, por vergüenza, o por miedo a ser juzgada por los demás e incluso considerada la culpable de lo sucedido.

Los expertos recomiendan que se extreme la precaución, ya que estas drogas pueden ser fácilmente disueltas en bebidas y añadidas en comidas. Además, animan a que se denuncie siempre que se tenga la sospecha de haber sido intoxicado y que en estos casos se actúe de manera rápida, pues los restos de las sustancias que pueden quedar en el organismo suelen desaparecer en muy corto periodo de tiempo, por lo que será crucial realizar un análisis de sangre o de orina en las horas siguientes al contacto con la sustancia.

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Actualizado: 22 de enero de 2018

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