La crisis de los 40 se adelanta a los 20: la nueva curva de la felicidad

28/08/2025
La salud mental de los jóvenes está empeorando y a consecuencia de ello se ha alterado la forma de la ‘curva’ de la felicidad y de la infelicidad. Durante años, distintos estudios mostraban un curioso patrón: la felicidad a lo largo de la vida seguía una especie de curva en forma de “U”. Esto significa que la gente solía sentirse bien durante la juventud, su bienestar descendía al llegar a la mediana edad, y después, poco a poco, volvía a mejorar en la vejez. En paralelo, la infelicidad adoptaba la forma contraria: una especie de “joroba” en mitad de la vida –donde se experimentaban mayores niveles de estrés, ansiedad o depresión– y menos a los extremos.
Ahora, sin embargo, parece que algo ha cambiado, ya que recientes investigaciones realizadas en Estados Unidos, Reino Unido y otros 44 países muestran que esa curva ha desaparecido. Ya no hay un “bajón” en torno a los 40 o 50 años seguido de una recuperación. Lo que observamos en la actualidad es que la infelicidad disminuye con la edad de manera continua y es más intensa a los 20, que a los 40. En otras palabras: los jóvenes están peor que nunca, y los mayores, comparativamente, se sienten mejor que ellos.
Los investigadores han analizado millones de encuestas de Estados Unidos (BRFSS), Reino Unido (UKHLS y APS) y el proyecto internacional Global Minds, que incluye a más de 1,7 millones de personas de 44 países. Los resultados se han publicado en la revista PLOS One1 y son contundentes: la salud mental de los menores de 25 años se está deteriorando, tanto en términos absolutos, como en comparación con generaciones mayores. Esta tendencia se confirma en muchos países: Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos e incluso en más de 160 naciones analizadas.
Factores que afectarían a la salud mental de los jóvenes
La pandemia por COVID-19 aceleró este empeoramiento de la salud mental, especialmente en los más jóvenes, aunque los problemas ya venían de antes. Aunque no hay una única explicación, los autores barajan varias hipótesis, algunas relacionadas con la crisis económica de 2008 que dejó un mercado laboral que ofrece peores oportunidades y salarios, así como unos sistemas sanitarios públicos con menos recursos en salud mental, lo que ha dificultado el acceso a terapias y tratamientos.
Aunque la tendencia negativa comenzó antes, la pandemia intensificó los problemas, sobre todo entre los más jóvenes. A esto se añade el impacto de los smartphones y las redes sociales, ya que muchos estudios señalan que la comparación constante con la vida idealizada de los demás en redes puede alimentar la insatisfacción personal. Además, investigaciones recientes sugieren que el uso intensivo de redes sociales realmente puede empeorar la salud mental de los adolescentes, en especial de las chicas jóvenes.
Entre los hallazgos clave del nuevo estudio destacan: En EE. UU., los jóvenes de menos de 25 años que declararon haber tenido un mes entero con mala salud mental pasaron del 2,9% en 1993 al 8% en 2023. En Reino Unido, el porcentaje de jóvenes de 18-24 años en “desesperanza” se duplicó en hombres (2,3% a 6,4%) y se triplicó en mujeres (4,4% a 12,7%) entre 2009 y 2021. En el conjunto de 44 países, un 25% de la población se considera en riesgo clínico de sufrir problemas de salud mental, pero la cifra se dispara al 48% en los menores de 25 años, especialmente en mujeres jóvenes (53%).
“El hallazgo de que el malestar decrece con la edad, pero comienza alto en la juventud, evidencia que los adolescentes y jóvenes constituyen hoy un grupo vulnerable en términos de salud mental”
En lugar de mostrar un pico de problemas en la mediana edad, ahora los datos reflejan que la infelicidad disminuye progresivamente con los años. En su artículo los autores concluyen que el famoso “valle de la mediana edad” ha desaparecido y la infelicidad crece en la juventud y se reduce a medida que pasan los años. Y destacan que lo que debería preocuparnos no es que los adultos ya no tengan una crisis de los 40 tan marcada, sino que los adolescentes y los jóvenes están peor que nunca.
Este cambio –afirman– no parece ser solo consecuencia de la pandemia, sino de tendencias que venían de antes. La pregunta clave es: ¿qué vamos a hacer, como sociedad, frente a este deterioro de la salud mental en los más jóvenes, que se repite en casi todo el mundo y que no muestra signos de mejorar?
Maite Garaigordobil Landazabal, Doctora en Psicología, especialista en Psicología Clínica, catedrática de Evaluación y Diagnóstico Psicológicos de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y académica de número en la Academia de Psicología de España, que no ha participado en el estudio, ha señalado en declaraciones a SMC España2 que “el hallazgo de que el malestar decrece con la edad, pero comienza alto en la juventud, evidencia que los y las adolescentes y jóvenes constituyen hoy un grupo vulnerable en términos de salud mental, lo que invita a reforzar el papel de la escuela como agente de protección y prevención. Los resultados sugieren que invertir en el bienestar y la salud mental del alumnado no solo mejora el clima escolar y el rendimiento académico, sino que garantiza un desarrollo humano más equilibrado y resiliente de las nuevas generaciones”.
En opinión de Eduard Vieta, Catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), y según sus declaraciones al mismo medio: “El estudio se basa en información reportada y, por tanto, necesariamente subjetiva”, por lo que “se trataría más de salud mental percibida que de salud mental real, y también de una evaluación de bienestar social y felicidad, o más bien de sus antónimos, malestar social e infelicidad”.
Y concluye: “Creo que falta mencionar también, de forma más global, el contraste entre las expectativas y la realidad. Las generaciones jóvenes de la mayor parte de países incluidos en el trabajo han recibido una educación muy sobreprotectora y han desarrollado una baja tolerancia a la frustración. Creo que este aspecto es también relevante para explicar su malestar emocional”.
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- 1David G. Blanchflower, Alex Bryson, y Xiaowei Xu. «The Declining Mental Health of the Young and the Global Disappearance of the Unhappiness Hump Shape in Age». PLOS One, vol. 20, n.º 8, Public Library of Science (PLoS), 2025, p. e0327858+, doi:10.1371/journal.pone.0327858.
- 2SMC España. «El Deterioro De La Salud Mental De Los jóvenes Pulveriza La “curva De La infelicidad” De Los Menores De 50 años». SMC España, https://sciencemediacentre.es/el-deterioro-de-la-salud-mental-de-los-jovenes-pulveriza-la-curva-de-la-infelicidad-de-los-menores.
Actualizado: 28 de agosto de 2025