La cuarentena puede tener efectos psicológicos negativos duraderos

Las personas que deben permanecer en aislamiento o cuarentena, como está ocurriendo por la epidemia de coronavirus SARS-CoV-2, podrían sufrir problemas psicológicos como estrés postraumático, o sentimientos de ira, durante años.
Mujer en cuarentena

03/03/2020

El aislamiento o cuarentena de un paciente se puede llevar a cabo por diversos motivos, aunque el más común es evitar la transmisión de una enfermedad infecciosa a los demás. Esta medida ha cobrado especial interés durante la epidemia de coronavirus SARS-CoV-2, que ha provocado que más de 50 millones de personas se hayan visto sometidas a esta situación, y recientemente ha salido a la luz una investigación del King’s College London (Reino Unido) en la que se ha analizado cómo afectaba este confinamiento a la salud mental de los afectados.

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El estudio, que se ha publicado en la revista The Lancet, se llevó a cabo gracias a 24 trabajos previos en los que se analizó el impacto psicológico del aislamiento de pacientes diagnosticados con síndrome respiratorio agudo grave (SARS), influenza H1N1 (gripe A), ébola, influenza equina y síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio (MERS) en 10 países distintos.

Estar aislado aumenta el riesgo de tener depresión, estrés postraumático, sentimientos de ira y miedo y abuso de sustancias

La Dra. Samantha Brooks, una de las autoras de la investigación, ha explicado que los hallazgos obtenidos mostraban que las cuarentenas podían provocar síntomas de estrés postraumático, sentimientos de ira y miedo, depresión y abuso de sustancias en los pacientes; además, encontraron que estos problemas, especialmente el estrés postraumático, podrían alargarse en el tiempo, incluso meses y años después del aislamiento.

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El estigma del aislamiento puede empeorar los problemas psicológicos

Los factores que influyen a la hora de generar estos trastornos psicológicos en los pacientes en cuarentena son la escasez de suministros como el agua, los alimentos o la ropa, cómo les afectará económicamente, y la falta de información generalizada por parte de las autoridades de salud pública sobre el propósito y la duración del aislamiento y las pautas que se deben seguir. Además, el estigma que genera estar apartado de los demás para evitar infectarlos puede hacer que estos problemas mentales se agraven.

Por todo ello, los autores del estudio creen que se debería tener muy en cuenta este aspecto a la hora de intentar evitar la propagación de un virus, y que lo mejor que se puede hacer es permitir que las personas aisladas dispongan de información actualizada y precisa sobre su estado y los pasos que deben seguir, el motivo por el que se encuentran en cuarentena, y cualquier cambio que se produzca, para minimizar en lo posible su impacto psicológico.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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