Diagnóstico de la enuresis nocturna

No existe un consenso claro en la comunidad científica sobre cuándo se considera que un niño tiene enuresis nocturna. Además, estos escapes de orina nocturnos, unas veces se pasa por alto como un problema normal o aceptable, y en otras ocasiones los propios padres padecerieron el mismo trastorno en su infancia y no conocen tratamiento o no lo asocian a una necesidad de acudir al pediatra, de ahí que sea un trastorno infradiagnosticado. 

En cualquier caso, suele ser habitual determinar que un niño sufre enuresis nocturna cuando ha cumplido 5-6 años (la edad a la que cabría esperar que ya controlara la micción sin problemas) y tiene escapes involuntarios del pis al menos dos noches por semana, siempre que no sean debidos a problemas congénitos o del tracto urinario. Otros criterios, como los de la Asociación Americana de Psiquiatría, la OMS o la ICCS, son más estrictos, y apuntan que se puede considerar enuresis si mojan la cama una vez al mes durante tres meses (seis meses en el caso de la ICCS).

Pruebas médicas para confirmar el diagnóstico de enuresis en los niños

Se deben realizar una serie de pruebas para hacer un diagnóstico de la enuresis nocturna en los niños:

• Historia clínica para determinar si existen antecedentes de enuresis en la familia.
• Examen físico: que consiste en palpación abdominal, examen de los genitales y posiblemente del ano y los reflejos de los miembros inferiores.
• Análisis de orina.

Generalmente no se requieren radiografías de los riñones o de la vejiga, análisis de sangre, ni pruebas de imagen o de funcionamiento dinámico de la vejiga, a no ser que el médico lo considere oportuno, ya que es importante descartar algunas enfermedades como:

• Diabetes mellitus.
• Enfermedad crónica renal.
• Anomalías congénitas de la médula espinal.
• Vejiga neurogénica.
• Anomalías congénitas del tracto urinario.