Apnea del sueño en la infancia
Niños y adolescentes pueden padecer apnea obstructiva del sueño, que se caracteriza por ronquidos fuertes y habituales y pausas de respiración durante el sueño. Conoce sus causas, cómo se diagnostica y cuál es su tratamiento.

Síndrome de apnea del sueño en niños: qué es y causas

Por: Dra. María Teresa Romero Rubio

Pediatra en el Hospital de Manises (Valencia)

Actualizado: 2 de marzo de 2023

El síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) es un trastorno que consiste en la aparición de episodios frecuentes y recurrentes de interrupción del ciclo respiratorio habitual de más de 10 segundos de duración (lo que se conoce como apnea), que ocurren durante el sueño, y que según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL) afecta a entre el 1 y el 5% de los niños, y su mayor incidencia se da entre los tres y los ocho años de edad.

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Aunque en los adultos la causa más frecuente es la obesidad, en los niños suele relacionarse con hipertrofia de amígdalas o adenoides (las llamadas comúnmente vegetaciones). El SAOS se asocia en los niños con trastornos del comportamiento y aprendizaje, alteraciones del crecimiento y aumento de la morbilidad cardiovascular. La SEORL también señala que el SAOS es más grave en los niños que en las niñas debido a la morfología craneofacial.

La forma más efectiva de diagnosticarlo es hacer una polisomnografía o estudio del sueño. La intervención quirúrgica para extraer las amígdalas o adenoides es el tratamiento de elección y es muy efectivo en la mayoría de los casos, aunque en algunos casos se recurre a la ventilación no invasiva con un aparato que les ayuda a respirar, llamado CPAP.

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Cómo es la respiración de los niños: ¿es normal el ronquido?

El patrón respiratorio habitual de los niños es muy diferente al de los adultos, y además va cambiando a lo largo de la vida. En la etapa neonatal y primeros meses de vida, los bebés tienen una frecuencia respiratoria mayor que la de los adultos. Un adulto sin patología respira unas 20 veces por minuto; en cambio, la frecuencia respiratoria normal de un recién nacido es de 40 a 60 veces por minuto.

NIño roncando

Además, en los bebés recién nacidos y de pocos meses de vida es habitual que no sea una respiración regular, sino que cuando están profundamente dormidos hacen de forma fisiológica pequeñas pausas (de menos de 10 segundos de duración) que se siguen de una respiración más rápida (taquipnea) para compensar. A este tipo de respiración se le llama “respiración periódica” y es algo absolutamente normal que no precisa tratamiento.

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Conforme el bebé va creciendo y madura su centro respiratorio, la frecuencia respiratoria (respiraciones por minuto o “rpm”) normal va bajando. De esta forma, la frecuencia respiratoria normal de los niños es:

  • Recién nacido: hasta 60 rpm.
  • Lactante hasta 2 años: hasta 40 rpm.
  • Niños hasta 4 años: hasta 30 rpm.
  • Niños hasta 8 años: hasta 25 rpm.
  • Adolescentes y adultos: de 15 a 20 rpm.

Los trastornos respiratorios del sueño comprenden un amplio espectro de condiciones, desde el ronquido simple hasta la forma más grave, el síndrome de apnea obstructiva del sueño o SAOS, en el que las pausas respiratorias durante el sueño duran más de 10 segundos. El ronquido no es una patología en sí misma, sino que indica simplemente una turbulencia del aire al pasar por la faringe en la inspiración, con un aumento en la resistencia de la vía aérea superior.

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Se considera que el ronquido es habitual cuando es un ronquido fuerte y presente más de tres días a la semana. Es muy frecuente en la infancia, llegando a afectar a casi el 20% de los niños. Ocurre en todas las edades, con un pico de incidencia entre los 2 y los 8 años de edad, disminuyendo a partir de los 9-10 años. Este pico coincide con la etapa de mayor tamaño de las amígdalas y adenoides. En cambio, en los adolescentes se asocia a obesidad y afecta por igual a los dos sexos.

Niño con problemas de obesidad y apnea del sueño

Si el ronquido no se acompaña de pausas de apnea de más de 10 segundos no es patológico y, por tanto, no es necesario ningún tratamiento. Por el contrario, si al observar el sueño del menor se detecta que el ronquido se asocia con pausas respiratorias de más de 10 segundos de duración, será necesario que el médico le realice un examen para descartar o confirmar un SAOS.

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Por qué se produce el SAOS en la infancia

En la mayoría de los casos el SAOS es consecuencia de la hipertrofia relativa del tejido adenoideo y amigdalar (es decir, amígdalas y vegetaciones aumentados de tamaño), ya que esto reduce el espacio y produce un aumento de las resistencias al paso de aire durante la inspiración en la vía aérea superior, dando lugar a la apnea.

La mayor incidencia ocurre entre los 2 y los 8 años, ya que es el periodo de la vida donde estas glándulas tienen mayor tamaño relativo pero, además de la hipertrofia de amígdalas y adenoides, hay otras causas o factores de riesgo de aparición de la apnea del sueño en los niños como:

  • Patologías que condicionan un menor tono muscular (hipotonía), como enfermedades neuromusculares: síndrome de Prader Willi, síndrome de Down, distrofia muscular de Duchenne… En estos casos el menor tono de las fibras musculares de la vía aérea superior supone que se cierran más rápidamente durante la inspiración, dando lugar al ronquido y a la apnea.
  • Presencia de malformaciones craneofaciales que modifican la anatomía propia de la vía aérea superior, como la acondroplasia (enanismo), el síndrome de Pierre Robin o el síndrome de Crouzon.
  • La obesidad, especialmente en los mayores de 12 años y adolescentes.
  • Niños con parálisis cerebral.

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Por tanto, el SAOS se produce como consecuencia de la interacción de factores anatómicos y factores neuromusculares. Es decir, el niño presentará SAOS cuando no sea capaz de mantener lo suficientemente permeable la vía aérea superior, aumentando su tono muscular, como respuesta a una vía aérea superior más estrecha por la hipertrofia adenoidea y amigdalar.

Apnea del sueño en la infancia: niña con problemas nasales

Además, en los niños que tienen SAOS es muy típico encontrar una facies o rostro característico: estando despiertos suelen estar siempre con la boca abierta, ya que tienen mucha dificultad para respirar normalmente por la nariz. También es habitual que tengan mucha mucosidad nasal y suelen asociar infecciones amigdalares (amigdalitis) que necesitan antibiótico varias veces al año. En los niños con SAOS puede haber otras características como:

  • Tabique nasal desviado, asimetría de los orificios nasales.
  • Voz nasal.
  • Maloclusión dental, mordida anterior, superposición de dientes, dientes apretados.

Creado: 16 de diciembre de 2020

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