Virus estomacales como el norovirus se pueden transmitir por la saliva

El norovirus y otros virus estomacales que causan gastroenteritis y diarrea se pueden transmitir a través de la saliva, según un estudio en ratones, por lo que hablar, toser, estornudar, compartir alimentos, o besarse, podrían propagarlos.
Chica con ganas de vomitar por un virus estomacal

01/07/2022

Los norovirus son un tipo de virus que provocan enfermedades diarreicas graves como la gastroenteritis aguda, una inflamación del estómago o de los intestinos con síntomas como diarrea y vómitos de la que anualmente se producen unos 685 millones de en el mundo y que causa la muerte de unos 50.000 niños cada año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

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El norovirus y otros virus estomacales, que también son responsables de los brotes generalizados que a veces se dan en los cruceros de vacaciones, pueden desarrollarse en las glándulas salivales de los ratones y propagarse a través de su saliva, según acaba de descubrir un equipo de científicos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos.

El hecho de que estos patógenos –que se denominan virus entéricos– se transmitan a través de la saliva sugiere que hablar, toser, estornudar, compartir alimentos, cubiertos y otros utensilios que se acerquen a la boca, o besarse, tienen la capacidad potencial de propagar los virus, aunque como el hallazgo se ha dado en ratones es necesario realizar estudios que confirmen que esto también ocurre en las personas.

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Los resultados del nuevo estudio se han publicado en la revista Nature y pueden resultar útiles para encontrar nuevas y mejores formas de prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades causadas por estos virus y, de esta forma, salvar vidas, lo que podría salvar vidas.

Prevenir y tratar mejor las infecciones por norovirus

Hace tiempo que se sabía que los virus entéricos como los norovirus y los rotavirus se pueden contagiar al ingerir alimentos o bebidas contaminadas con materia fecal que los contiene, pero se creía que estos virus no se detenían en la glándula salival, sino que iban directos a los intestinos y se expulsaban después a través de las heces. Aunque algunos científicos sospechaban que podía haber otra vía de transmisión, hasta ahora no se había comprobado esta hipótesis.

“La transmisión salival de virus entéricos es una forma completamente nueva de pensar sobre cómo se pueden transmitir estos virus, cómo se pueden diagnosticar y cómo se puede mitigar su propagación”

De hecho, el descubrimiento se produjo de forma casual. Nihal Altan-Bonnet, jefe del Laboratorio de Dinámica del Huésped-Patógeno en el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), que forma parte de los NIH, y su equipo habían llevado a cabo experimentos con virus entéricos en bebés de ratón, que son los modelos animales indicados para estudiar estas infecciones porque al tener los sistemas digestivo e inmunológico inmaduros son susceptibles a las infecciones.

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Los investigadores administraron norovirus o rotavirus a un grupo de crías de ratón que tenían menos de 10 días de edad, y después las devolvieron a las jaulas para que sus madres –que estaban libres de virus– las amamantaran. Al cabo de un día, uno de los autores del estudio, Sourish Ghosh, observó que los ratones bebé presentaban un aumento en los anticuerpos IgA –que son clave para combatir enfermedades– en sus intestinos. Teniendo en cuenta que los sistemas inmunológicos de las crías eran inmaduros no era de esperar que generaran anticuerpos todavía.

Además, Ghosh encontró que los virus se replicaban en el tejido mamario de las madres ratonas y cuando recogió leche de sus senos comprobó que el momento y los niveles del aumento de IgA en la leche materna coincidían con el momento y los niveles del aumento de IgA en los intestinos de sus crías. La infección en los senos de las madres parecía haber incrementado la producción de anticuerpos IgA que combaten el virus en la leche materna, lo que contribuyó a eliminar la infección en sus crías, han declarado los investigadores.

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Para saber cómo se introdujeron los virus en el tejido mamario de las ratonas se realizaron nuevos experimentos. Recolectaron muestras de saliva y glándulas salivales de las crías de ratón y comprobaron así que las glándulas salivales replicaban estos virus a niveles muy elevados y que estos llegaban a la saliva en grandes cantidades. Con otras pruebas confirmaron que el amamantamiento había provocado la transmisión del virus, tanto de la madre a la cría, como de la cría a la madre.

Ahora se debe confirmar si la transmisión salival de virus entéricos es posible también entre personas, aunque, de ser así, esto podría explicar la gran cantidad de infecciones por virus entéricos que se producen cada año a nivel mundial, ya que parece excesiva si la contaminación fecal es la única vía de transmisión.

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“La transmisión salival de virus entéricos es otra capa de transmisión que no conocíamos. Es una forma completamente nueva de pensar sobre cómo se pueden transmitir estos virus, cómo se pueden diagnosticar y, lo que es más importante, cómo se puede mitigar su propagación”, ha declarado Nihal Altan-Bonnet.

Actualizado: 5 de mayo de 2023

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