Tratamiento y prevención de la fimosis

Actualizado: 27 de marzo de 2023
En caso de que su hijo sufra fimosis, debe instaurarse en primer lugar un tratamiento médico conservador para intentar evitar la cirugía. Se administran corticoides vía tópica, con una crema que se aplica en la unión entre el prepucio y el glande, a la vez que, de forma manual, se realizan de forma suave y progresiva pequeñas retracciones. Este tratamiento ha demostrado ser seguro, y logra el éxito en el 70% de los casos.
Los corticoides no deben darse durante períodos largos, por lo que, si este tratamiento de la fimosis no resulta efectivo durante el tiempo prescrito por el especialista, es preciso esperar algunos meses y después volver a intentarlo. El urólogo instruirá a los padres sobre el modo de realizar las retracciones para no producir daños en el pene del niño y también les enseñará cómo aplicar la crema.
¿Cuándo hay que operar la fimosis?
En ocasiones la fimosis no remite, especialmente cuando los niños tienen más de tres años. En esos casos, el tratamiento habitual es el quirúrgico. No es aconsejable que la cirugía se realice antes de los cuatro años, dada la posible remisión espontánea del cuadro. Lo más habitual, y salvo indicación contraria del especialista, es operar a los niños entre los cinco y los siete años, ya que si se operan a edades tempranas también se evitan posibles problemas psicológicos para el niño.
En el caso de las fimosis secundarias o las que provocan infecciones frecuentes, la cirugía es el tratamiento curativo en la mayoría de los casos, y consiste en la ablación total del prepucio, lo que se conoce de forma popular como circuncisión.
Prevención de la fimosis
Sólo es posible prevenir la fimosis secundaria. Para ello es necesario explicar a los padres el modo adecuado de limpiar al recién nacido, y advertirles que no fuercen la bajada del prepucio, y que la piel no se retraerá totalmente hasta que el niño tenga dos o tres años. De este modo se evitan lesiones que tendrían como consecuencia la aparición de fimosis.
A partir de los dos años, aprovechando el momento del baño, se debe retraer con sumo cuidado el prepucio y limpiar suavemente las secreciones acumuladas entre este y el glande, volviendo a colocar después el prepucio en su sitio. Cuando el prepucio se haya retraído del todo conviene enseñar al niño cómo debe limpiarse también esa zona durante el baño.
Creado: 4 de octubre de 2011