Es clave detectar defectos de graduación en los niños

Los especialistas en oftalmología advierten de la importancia de detectar cuanto antes los defectos de graduación en los niños, porque un tratamiento correcto y precoz favorece el desarrollo adecuado de los ojos.
Una oftalmóloga gradúa la vista a una niña
Los problemas oculares más comunes en los niños pequeños son los defectos de graduación, especialmente la hipermetropía.

Los padres no siempre se dan cuenta en seguida de que sus hijos tienen un trastorno visual; sin embargo, los expertos alertan de que es fundamental detectar a edad temprana problemas oculares como el estrabismo, la hipermetropía, la miopía o el astigmatismo, porque un tratamiento correcto y precoz favorece el desarrollo adecuado de los ojos de los niños.

Los defectos de graduación sin corregir en menores de 12 años pueden causar un ojo vago de por vida

El Dr. Javier Hurtado, Director Médico de Clínica Rementería, explica que los problemas oculares más comunes en los niños pequeños son los defectos de graduación, especialmente la hipermetropía y, en menor medida, el astigmatismo y la miopía. Este especialista aconseja a los progenitores que se fijen en si el pequeño se acerca mucho a los libros o cuadernos cuando lee o dibuja, si se frota los ojos frecuentemente, si guiña los ojos, si no presta atención a las cosas que le quedan más lejos, o si tarda más en leer que otros compañeros de su clase.

PUBLICIDAD

Es muy importante detectar cuanto antes este tipo de trastornos porque, como advierte el Dr. Hurtado, los defectos de graduación sin corregir en menores de 12 años pueden causar un ojo vago de por vida, y hay que prestar especial atención en el caso de que existan antecedentes familiares de estrabismo, ojo vago, o defectos de graduación o intervenciones quirúrgicas en los ojos durante la infancia.

Los problemas de visión se pueden diagnosticar en las revisiones médicas que se realizan en los propios colegios, siempre y cuando dispongan de un autorrefractómetro, un dispositivo que permite conocer la graduación aproximada del paciente, y derivarle a una consulta de oftalmología en caso necesario.

Los orzuelos y las conjuntivitis víricas son también muy habituales durante la infancia, porque el estrecho contacto entre los niños en guarderías y colegios contribuye al contagio. Para tratar los orzuelos y las conjuntivitis víricas, señala el Dr. Hurtado, resultan muy eficaces los antiinflamatorios y los antibióticos en gotas durante alrededor de una semana, extremando las medidas higiénicas para evitar el contagio.

PUBLICIDAD

Actualizado: 10 de mayo de 2019

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD