Malvavisco, el mejor reparador de las mucosas
La raíz de malvavisco ayuda a proteger y restaurar las mucosas, y se usa como remedio natural para aliviar la tos y afecciones respiratorias, como la gripe, digestivas, como la gastritis, o de la boca, como gingivitis o aftas.

Qué es el malvavisco y principios activos

Jordi Cebrián

Por: Jordi Cebrián

Periodista especializado en plantas medicinales

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

La raíz del malvavisco constituye uno de los principales recursos de herbolario para la protección y restauración de las mucosas, tanto las respiratorias, como las digestivas y epidérmicas, por su elevado contenido en mucílagos. Por ello, es un ingrediente firme en remedios para la tos, la gripe o la gastritis, entre otras afecciones corrientes.

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El malvavisco Althaea officinalis L. es una mata de la familia de las malváceas, emparentado por tanto con malvas e hibiscos, que se usa con fines medicinales desde tiempos antiguos. Se sabe que Dioscórides, en la Grecia clásica, ya lo citaba por sus poderes medicinales en su obra imprescindible. Altho en griego significa ‘curativo, médico o medicinal’, como también lo indica el apelativo específico de oficinal que acompaña a otras muchas especies a las que se les atribuyen virtudes medicinales.

Esta planta, como otras de su familia, se conocía también como ibiscus, y el nombre castellano lo ha fundido con malva, a la que tanto se asemeja, en el término malvavisco. A los diferentes usos históricos y tradicionales que se han hecho de esta planta se suman numerosos estudios clínicos que confirman buena parte de sus aplicaciones medicinales.

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Cómo es y dónde se encuentra el malvavisco

Ilustración del malvavisco

El malvavisco es una mata esbelta de entre 60 y 150 cm. de alto, recubierta toda ella de una densa pilosidad que le aporta un aspecto general grisáceo. Las hojas tienen forma más o menos triangular, tímidamente lobuladas, con los márgenes muy aserrados. Las flores están agrupadas en inflorescencias terminales, con pétalos de color rosa pálido, anteras purpúreas y los frutos son mericarpios lisos, globulosos. Florece durante el verano. Aparece en ambientes húmedos, como riberas, marismas, pantanos, zanjas…; a veces cerca o junto al mar. La planta acepta una cierta salinidad del suelo donde se asienta.

Está muy extendida sobre todo por la Europa Oriental y Oriente Medio, pero no falta en la Europa mediterránea, incluido la Península Ibérica, y en zonas costeras de la Europa occidental. También se cultiva en jardines y viveros medicinales.

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Principios activos del malvavisco

La parte medicinal más importante del malvavisco es la raíz. Se suele desenterrar en otoño, en plantas del segundo año o más viejas, cuando la raíz ha alcanzado al menos 2 cm de grosor. Se parte a pedazos y se la raspa para extraer la corteza externa, dejándola a secar a sol y sombra durante dos semanas. En otros países europeos es costumbre también aprovechar hojas y flores, que se cosechan en verano, en el momento álgido de la floración.

Madera de malvavisco

La composición del malvavisco incluye estos principios activos:

  • Mucílagos en abundancia, hasta un 25% de su peso. Por hidrólisis este mucílago genera diversos monosacáridos como D-galactosa, ácido glucorónico y L-ramnosa entre otros, con altas virtudes demulcentes y expectorantes.
  • Pectina –en un 11%–, asparagina, lecitina.
  • Ácido málico.
  • Fitosteroles.
  • Taninos.
  • Ácidos fenólicos.

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Estos principios activos confieren al malvavisco unos claros efectos antitusivos, antiinflamatorios, antivirales, antibacterianos, demulcentes, emolientes, antipruriginosos, expectorantes y laxantes. Se está estudiando su validez como agente inmunoestimulante y antioxidante.

Creado: 1 de abril de 2022

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