Espino amarillo, un regalo de vitaminas

Las bayas del espino amarillo constituyen un aporte privilegiado de vitamina C, y su aceite, obtenido de la pulpa y las semillas, se revela como un magnífico restaurador cutáneo. Este bello arbusto, utilizado también en jardinería, nos brinda un amplio espectro de beneficios para la salud, pero también de remedios para cuidar de nuestra piel, como veremos a continuación.

El espino amarillo es un arbusto que forma densas barreras allí donde crece, muy estimado en jardinería, y del que se obtienen aplicaciones medicinales y cosméticas muy valiosas, a pesar de que no es precisamente una planta muy conocida y solicitada en los herbolarios. Los frutos son comestibles, muy nutritivos, y se toman crudos, en zumos y jaleas, pero además son muy buscados por las aves silvestres.

Cómo es y dónde se encuentra el espino amarillo

Este arbusto de la familia de las eleagnáceas, conocido por los botánicos como Hippophäe rhamnoides L., alcanza entre uno y tres metros de alto, por lo general más bajo. Muy ramificado desde su base, presenta ramas leñosas armadas de pequeños espinos, hojas alargadas –linear-lanceoladas– de hasta 8 cm de largo, y de color verde grisáceo o plateado por el revés. Las flores, poco vistosas, están recubiertas de escamas de tonos verdosos, las flores femeninas son solitarias y las masculinas aparecen en racimos colgantes. La parte más vistosa de este arbusto son sus frutos, esféricos y carnosos, de color anaranjado brillante, con una o varias semillas en su interior.

Es frecuente en ambientes costeros, sobre dunas y arenales marítimos, pero también en riberas fluviales y márgenes forestales. Está extendido por gran parte de Europa y de Asia central y septentrional en diferentes subespecies, pero en la Península Ibérica sólo se conoce una población en el Pirineo de Huesca, estrictamente protegida. Se ha plantado mucho en parques y jardines, aunque en los últimos años bastante menos.

Principios activos del espino amarillo

Los frutos del espino amarillo se han consumido desde la antigüedad y su uso forma parte de la cultura popular de muchos países europeos. Se cosechan cuando alcanzan su madurez o justo antes. De la pulpa y de las semillas se obtiene un aceite vegetal con grandes aplicaciones medicinales y cosméticas como veremos.

Los principios activos de los frutos del espino amarillo quedan resumidos a continuación, aunque existen diferencias según sea la subespecie:

• Los frutos son una fuente privilegiada de vitaminas del grupo B, en especial la cobalamina o vitamina B12, pero también de vitamina C, D y A. Su contenido en vitamina C supera al de los cítricos y otras frutas de consumo corriente.
• Vitamina E o tocoferol, necesaria para la regeneración celular y como antioxidante.
• Antocianinas y carotenoides en la piel de la fruta y en su aceite.
• Compuestos fenólicos, como glicósidos, flavonoides, ácidos fenólicos, con capacidad antioxidante.
• Ésteres y otros principios aromáticos como el ácido metilbutanoico y el ácido benzoico, entre otros muchos.
• Mucílagos.
• Fitosteroles: ß-sitosterol, estigmasterol, avenasterol, etcétera.
• Ácidos grasos insaturados en su aceite: palmítico, linoleico, alfa-linolénico y otros, ricos en grasas del tipo omega 3, con una gran capacidad antiinflamatoria.
• Sales minerales: calcio, potasio, hierro, magnesio, sodio, zinc, selenio…
• Proteínas y aminoácidos (ácido aspártico, treonina, lisina, etcétera).

Estos principios activos confieren al espino amarillo propiedades vitamínicas, nutritivas, remineralizantes, energéticas, antianémicas, inmunoestimulantes, astringentes, antidiarreicas, antioxidantes, demulcentes, antiinflamatorias, hipolipemiantes, ligeramente hipotensoras y cicatrizantes.