Tipos de queso y usos en la cocina

Actualizado: 20 de octubre de 2022
Los amantes del queso no podrán quejarse de las múltiples variedades, formas, colores y olores en las que pueden encontrar su alimento favorito en los mercados. Los diferentes tipos de queso existentes pueden clasificarse en función del proceso de elaboración o de su contenido en materia grasa.
Los quesos según su proceso de elaboración pueden ser:
Quesos frescos
Obtenidos mediante fermentación láctica, como es el queso de Burgos.
Afinados, madurados o fermentados
Además de la láctica, se pueden dar otros tipos más de fermentaciones, dando lugar a quesos:
Quesos fundidos
Obtenidos por trituración del queso, mezcla y fusión de otros quesos, con ayuda de tratamiento térmico.
Quesos procesados
Producidos a partir de uno o más quesos naturales a los que se les añade emulsionantes, nata, aromas, frutos secos, especias… Mantienen su valor nutritivo, aunque pierden el carácter único del queso de origen.
Los quesos según su contenido graso:
Otras clasificaciones hacen referencia al tipo de leche (vaca, cabra, oveja…), contenido de agua (blandos o duros) y otras características.
Usos del queso en la cocina
Además de su consumo como tal, la versatilidad del queso en la cocina lo convierte en un ingrediente fundamental en muchos tipos de preparaciones. Cuando es cocinado desarrolla un sabor mucho más intenso y ayuda a dar cremosidad y textura al plato. Desde alegrar una simple ensalada, a potenciar el sabor de una receta de pasta o arroz a través del parmesano, ser ingrediente básico de un plato como la pizza, rellenar una carne, enriquecer una sopa o crema de verduras, o endulzar nuestra mesa con mousses y flanes.
Sea como sea, hacerle un sitio al queso en nuestra cocina es una decisión acertada con beneficios para nuestra salud y nuestro paladar.
Creado: 26 de febrero de 2013