Alimentos ecológicos, ¿mejores que los convencionales?
Para que un alimento sea considerado como ecológico debe cumplir la normativa y ciertos requisitos. Conoce sus características, qué debe indicar su etiquetado, y sus diferencias y ventajas respecto a los convencionales.

Qué es un alimento ecológico

Por: Beatriz Robles

Consultora experta en seguridad alimentaria

Actualizado: 4 de mayo de 2023

'Eco', 'bio', 'orgánico', 'natural'…, son términos que podemos encontrar fácilmente en cualquier supermercado y que nos remiten a un tipo de producción alimentaria (agricultura o ganadería) sostenible. Sin embargo, no todas las menciones están aceptadas, ni significan lo mismo. La normativa establece claramente las pautas que se deben cumplir para poder considerar que un alimento es ecológico, y sólo los productos que las siguen pueden indicarlo en el etiquetado.

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Los consumidores tendemos a identificar los alimentos ecológicos con características que no siempre se corresponden con las que establece la legislación. Según la normativa, sólo pueden denominarse ecológicos los productos agrarios vivos o no transformados (los animales y cultivos), los transformados destinados a la alimentación humana (carne, hortalizas…), los piensos y las semillas.

Legislación sobre los alimentos ecológicos

La producción ecológica está regulada en la Unión Europea desde 1991. Actualmente está en vigor el Reglamento 834/2007 sobre producción y etiquetado de productos ecológicos (que se desarrolla en el Reglamento 889/2008) y fija las 'reglas del juego' de estos alimentos. Por lo tanto, ‘ecológico’ es un término que define al producto que se ciñe a una normativa; hace alusión al cumplimiento de esta reglamentación, y es puramente una definición legal.

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Alimentación ecológica

La legislación establece que la producción ecológica debe asegurar un sistema viable de gestión agraria mediante procesos que no dañen el medioambiente, ni la salud de animales y personas. Para conseguirlo se prioriza la utilización de recursos naturales y se limita (pero no se prohíbe) el empleo de medios artificiales como fertilizantes, fitosanitarios, o medicamentos. Esto quiere decir que si hay un sistema natural que permita luchar contra las plagas de los cultivos (como la elección de una variedad agrícola, o la rotación de cultivos), debe elegirse este método.

Pero si los métodos naturales no son suficientes, el Reglamento 889/2008 establece una lista de sustancias que pueden utilizarse en agricultura ecológica. Actualmente, la lista sólo contiene compuestos de origen vegetal, animal, microbiano o mineral, pero si su calidad no es adecuada, o no hay alternativas, también se prevé que puedan autorizarse sustancias sintéticas.

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Igualmente, en el caso de la producción ganadera, si una enfermedad no puede combatirse por otros métodos, se pueden utilizar medicamentos veterinarios, incluidos los antibióticos.

Creado: 16 de agosto de 2017

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