Mindful Eating, alimentación consciente

El mindful eating nos enseña cómo disfrutar la comida de forma consciente y sin remordimientos. Su secreto: comer cuando aparece el hambre física y dejar de usar los alimentos como una anestesia emocional.

Qué es el Mindful Eating

Leire Moneo

Por: Leire Moneo

Periodista experta en alimentación

Actualizado: 6 de marzo de 2023

Aunque todavía no sepas muy bien de qué se trata, seguro que ya has oído hablar del Mindful Eating, pues es una práctica cada día más extendida en nuestra sociedad que puede traducirse por ‘alimentación consciente’. Pero, ¿qué es exactamente? “Se trata de una filosofía que nos invita a llevar nuestra atención momento a momento en ámbitos relacionados con la alimentación, es decir, significa elevar nuestra consciencia observando nuestros patrones de ingesta con curiosidad y aceptación, siendo conscientes de cómo tomamos las decisiones de qué alimentos comer, cómo y cuándo”, asegura Javier García Campayo, coordinador del Máster de Mindfulness de la Universidad de Zaragoza y miembro del Servicio de Psiquiatría del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.

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El estilo de vida más extendido actualmente, cargado de prisas, tareas y obligaciones, nos lleva a vivir en un estrés continuo del que resulta complicado abstraerse. Sin embargo, aprender a bajarse de esa montaña rusa constante para disfrutar de lo que tenemos delante y de lo que vivimos en cada momento es el objetivo que persigue el mindfulness, una filosofía procedente del budismo que está basada en la capacidad de vivir el presente sin que la mente se despiste por culpa de otras cuestiones. Y eso mismo, pero enfocado en la comida, es lo que persigue el Mindful Eating, “cuyo objetivo es aprender a comer para vivir y no vivir para comer”, tal y como apunta Pilar Casanova, formadora en Mindful Eating y creadora de Alimentación Consciente, primer método en España que aplica el Mindfulness en alimentación.

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¿Por qué comemos?

La comida y los sentimientos son un tándem indisoluble que en ocasiones nos juega una mala pasada, hasta el punto de que muchas veces comemos por estrés, por tristeza, por nerviosismo o incluso por aburrimiento. Pero, ¿cuándo comemos por hambre? Esa es la pregunta clave que marca el devenir de las personas que siguen el Mindful Eating. “El gran cambio que se produce en nosotros llega cuando el individuo es capaz de plantearse si tiene hambre física o tan sólo se trata de hambre emocional. Diferenciar entre esos dos conceptos es fundamental para cambiar nuestra forma de relacionarnos con la comida y, por tanto, de aprender a comer conscientemente”, explica Pilar Casanova, quien añade que “cuando la respuestas a esa pregunta es que no tenemos hambre física, debemos plantearnos para qué quiero comer. De este modo, se rompe la inercia de comer de forma impulsiva, motivados por argumentos más emocionales que físicos, o porque simplemente es la hora de comer, aunque no tengamos hambre”.

Concepto de mindful eating

Según los expertos, el hombre nace con una especie de sensor para detectar si tiene hambre física o no, pero con el paso del tiempo se desajusta porque en muchas ocasiones hemos comido sin tener esa necesidad, lo que hace que se pierda la función. “Es como si fuese un tornillo pasado de rosca. La clave está en volver a recuperar esa capacidad y eso se consigue al pararse a pensar antes de comer. De esa manera, tomamos conciencia de lo que nos ocurre y eso significa que seremos capaces de detectar qué hay detrás de las ganas impulsivas de comer. Al reflexionar sobre ello podremos descubrir cuáles son las verdaderas necesidades que no tenemos cubiertas y para las que la comida tan sólo es un atajo artificial”, matiza la formadora en Mindful Eating.

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Creado: 23 de noviembre de 2016

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