El COVID puede acelerar el envejecimiento por las 'células zombis'

Un estudio español muestra que el COVID-19 puede acelerar el envejecimiento celular a causa de las ‘células zombis’ o senescentes, que crean un entorno inflamatorio que puede agravar la infección por coronavirus y las secuelas del COVID persistente.
Infografía de células zombis

03/02/2023

El coronavirus SARS-CoV-2 puede acelerar el envejecimiento, según muestra un estudio realizado por investigadores españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que comenzó en marzo de 2020 en los inicios de la pandemia por COVID-19 y cuyos resultados se han publicado recientemente en la revista Aging Cell.

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Las células envejecidas pierden la capacidad de dividirse y de contribuir al funcionamiento del cuerpo en un estado que se conoce como senescencia. Estas células ancianas no desaparecen, sino que se van acumulando en casi todos los órganos, donde segregan sustancias que deterioran los tejidos, como las moléculas inflamatorias. La nueva investigación ha mostrado el impacto de la infección por coronavirus en el envejecimiento celular, y lo ha relacionado con las ‘células zombis’ o senescentes.

“Lo más interesante es que estas células son metabólicamente hiperactivas, lo que las convierte en nocivas para el organismo al crear un escenario proinflamatorio crónico en los tejidos donde se acumulan. La idea era observar si el virus, cuando infecta, amplifica los efectos negativos de las células senescentes”, ha explicado Cayetano von Kobbe, investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO, CSIC-UAM) que ha liderado el proyecto.

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Las células zombis favorecen un entorno inflamatorio

Los estudios que se han llevado a cabo posteriormente en ratones humanizados y susceptibles a infectarse con el coronavirus mostraron el papel de las células senescentes en la creación de un entorno inflamatorio que contribuye al desarrollo de los síntomas del COVID-19, y por ello este trabajo resalta cómo influyen las células envejecidas en la gravedad de la enfermedad o su mortalidad.

“Cualquier terapia que acabe con estas células nos permitirá llegar mejor a la vejez y afrontar mejor infecciones oportunistas como la COVID, que se aprovecha de los tejidos envejecidos del organismo”

Los investigadores también observaron la capacidad del virus para provocarnos un envejecimiento acelerado. El envejecimiento de los tejidos se relaciona directamente con el COVID persistente, cuya implicación se ha observado en la morbilidad y mortalidad por SARS-CoV-2 en las personas mayores.

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Von Kobbe se pregunta, además, “¿qué pasará cuando personas que han sido infectadas lleguen a la tercera edad con unos tejidos más viejos de lo normal? De ahí la importancia de investigar ahora las patologías asociadas al COVID persistente”. El estudio recoge una nueva terapia basada en medicamentos que ya han sido aprobados por la Agencia Americana del Medicamento (FDA) para eliminar este tipo de células. “Cualquier terapia que acabe con estas células nos permitirá llegar mejor a la vejez y afrontar mejor infecciones oportunistas como la COVID, que se aprovecha de las bajas defensas y de los tejidos envejecidos del organismo”, concluye el investigador.

En este proyecto han participado junto al CBMSO, el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS, CSIC-Hospital de Sevilla-Hospital Virgen del Rocío), las Universidades Autónoma y Complutense de Madrid (UAM y UCM), el Cima Universidad de Navarra, el Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD-ISCIII), y el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA-UAM).

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Fuente: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

Actualizado: 5 de febrero de 2023

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