El ayuno intermitente 16/8 podría elevar un 91% el riesgo cardiovascular

Las personas que ingieren todos los alimentos del día en una franja de menos de 8 horas pueden tener un 91% más riesgo de fallecer por enfermedades cardiovasculares, según un estudio presentado en un congreso de la Asociación Estadounidense del Corazón.
Una mujer joven realizando ayuno intermitente

19/03/2024

Una investigación en la que se han analizado datos de más de 20.000 adultos con una edad promedio de 49 años en Estados Unidos ha revelado que las personas que restringían su ingesta de alimentos a menos de ocho horas diarias de acuerdo con un plan de alimentación con restricción de tiempo tenían más probabilidades de fallecer por enfermedades cardiovasculares en comparación con aquellas que distribuían sus comidas en un lapso de 12 a 16 horas diarias.

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Este hallazgo preliminar se ha presentado en las Sesiones Científicas sobre Epidemiología y Prevención/Estilo de Vida y Cardiometabolismo 2024 de la Asociación Americana del Corazón, que se celebra en Chicago del 18 al 21 de marzo. El evento se ha centrado en las últimas investigaciones sobre la salud y el bienestar basados en la población, así como sus implicaciones para el estilo de vida.

La alimentación con restricción de tiempo es una forma de ayuno intermitente y consiste en limitar las horas de ingesta a un número específico de horas cada día, que puede variar entre una ventana de 4 a 12 horas en un periodo de 24 horas. Se observó que muchas personas que adoptan esta dieta siguen un horario de alimentación 16:8, consumiendo todos sus alimentos en una ventana de ocho horas y ayunando durante las 16 horas restantes cada día. Investigaciones previas han demostrado que la alimentación con restricción de tiempo mejora varias medidas de salud cardiometabólica, como la presión arterial, los niveles de glucosa en sangre y el colesterol.

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“La restricción de la ingesta diaria de alimentos a un periodo corto, como 8 horas al día, ha ganado popularidad en los últimos años como método para perder peso y mejorar la salud cardiovascular”, ha indicado el autor principal del estudio, Victor Wenze Zhong, profesor y jefe del departamento de epidemiología y bioestadística en la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghái, China. “Sin embargo, los efectos a largo plazo de la alimentación con restricción de tiempo, incluido el riesgo de muerte por cualquier causa o por enfermedades cardiovasculares, son desconocidos”.

Un enfoque más cauteloso y personalizado de las recomendaciones dietéticas

Los participantes fueron seguidos durante una mediana de 8 años y un máximo de 17 años. El estudio incluyó datos de participantes en las Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición (NHANES) anuales de 2003 a 2018 que tenían al menos 20 años en el momento de la inscripción y habían completado dos cuestionarios de recordatorio dietético de 24 horas dentro del primer año de inscripción. Aproximadamente la mitad de los participantes se identificaron como hombres y la otra mitad como mujeres.

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Los investigadores examinaron el posible impacto a largo plazo de seguir un plan de alimentación con restricción de tiempo de 8 horas. Revisaron información sobre los patrones dietéticos de los participantes en NHANES anuales de 2003 a 2018, en comparación con datos sobre personas fallecidas en EE.UU. desde 2003 hasta diciembre de 2019, obtenidos de la base de datos del Índice Nacional de Defunciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Los principales hallazgos del análisis han sido:

  • Las personas que consumían todos sus alimentos en una franja de menos de 8 horas diarias presentaban un 91% más riesgo de fallecer por enfermedades cardiovasculares.
  • El aumento en el riesgo de muerte cardiovascular también se observó en personas con enfermedades cardíacas o cáncer.
  • Entre las personas con enfermedades cardiovasculares existentes, una duración de la ingesta de no menos de 8 horas, pero menos de 10 horas al día también se asoció con un 66% más riesgo de muerte por enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.
  • La alimentación con restricción de tiempo no redujo el riesgo general de muerte por cualquier causa.
  • Una duración de la ingesta de más de 16 horas al día se asoció con un menor riesgo de mortalidad por cáncer entre los pacientes con cáncer.

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“Nos sorprendió encontrar que las personas que seguían un horario de alimentación restringida a 8 horas tenían más probabilidades de fallecer por enfermedades cardiovasculares. A pesar de que este tipo de dieta ha sido popular debido a sus posibles beneficios a corto plazo, nuestra investigación muestra claramente que, en comparación con un rango típico de tiempo de alimentación de 12 a 16 horas al día, una duración más corta de la ingesta no se asoció con una mayor longevidad”, explicó Zhong.

“Aunque el estudio identificó una asociación entre una ventana de alimentación de 8 horas y la muerte cardiovascular, esto no significa que la alimentación con restricción de tiempo causara la muerte cardiovascular”

“Es crucial que los pacientes, especialmente aquellos con condiciones cardíacas existentes o cáncer, estén conscientes de la asociación entre una ventana de alimentación de 8 horas y un aumento en el riesgo de muerte cardiovascular. Los hallazgos de nuestro estudio promueven un enfoque más cauteloso y personalizado en las recomendaciones dietéticas, asegurando que estén alineadas con el estado de salud del individuo y la evidencia científica más reciente”, continuó. “Aunque el estudio identificó una asociación entre una ventana de alimentación de 8 horas y la muerte cardiovascular, esto no significa que la alimentación con restricción de tiempo causara la muerte cardiovascular”.

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Para Tom Sanders, Catedrático emérito de Nutrición y Dietética del King's College de Londres (Reino Unido) apunta una posible explicación en declaraciones al Social Media Centre (SMC) de Reino Unido “Con respecto a los factores de riesgo cardiovascular, sabemos a partir de evidencia existente previa que probablemente sea mejor distribuir la ingesta de alimentos a lo largo del día (pequeñas pero frecuentes) en lugar de consumir comidas grandes en un período más corto. Esto se debe a que se producen aumentos grandes en las grasas y glucosa en sangre después de comidas abundantes. Estos aumentos postprandiales [después de comer] en las grasas y glucosa en sangre pueden alterar la función endotelial y aumentar el nivel de factores de coagulación en sangre, particularmente el factor VII. El ayuno prolongado puede contribuir a aumentar el colesterol en sangre porque promueve la liberación de ácidos grasos del tejido adiposo que estimulan la síntesis de lipoproteínas de muy baja densidad en el hígado que dan lugar a lipoproteínas de baja densidad en la sangre”. 

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Las limitaciones del estudio incluyeron su dependencia de la información dietética auto-informada, en la que puede influir la memoria o el recuerdo de los participantes y que puede no evaluar con precisión los patrones de alimentación típicos. Otros factores que pueden afectar a la salud, además de la duración diaria de la ingesta y la causa de la muerte, no se incluyeron en el análisis.

Duane Mellor, dietista registrado y profesor sénior de la facultad de Medicina de Aston, Universidad de Aston (Reino Unido), que no ha participado en el estudio, ha destacado también que la investigación presentada en el congreso tiene muchas limitaciones y podría generar una alarma injustificada. En declaraciones también recogidas por SMC señala que “aunque se utilizó un modelo para evaluar el riesgo, no está claro si incluyó el patrón de dieta saludable, o incluso lo que comieron las personas. Dado que la información es limitada, no está claro a partir de la información disponible si se consideraron variables como fumar, la actividad física y el consumo de alcohol”.

“Es imposible decir si la restricción del tiempo en el que una persona come está relacionada con el riesgo de resultados de salud, como sugiere este resumen, ya que no está claro, debido a que los datos son tan limitados y basados en dos días de recuerdo de la dieta, por qué podrían haber estado restringiendo el tiempo en el que comieron. Algunas personas podrían estar haciendo esto por razones de salud, mientras que otras debido a entornos laborales estresantes o pobreza, que son factores de riesgo para la muerte cardiovascular”.

“Quizás sea más importante qué comes y tu estilo de vida en general que si ingeriste toda tu comida en menos de 8 horas en dos días en la última década”, concluye este experto.

Actualizado: 19 de marzo de 2024

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