Exponerse a humo de tercera mano puede dañar el sistema inmune

La exposición al humo del tabaco de tercera mano –el que se queda impregnado en objetos y superficies– puede alterar células sanguíneas asociadas con los procesos inflamatorios y las reacciones alérgicas.
Humo que se impregna en la ropa
El humo del tabaco se adhiere a los objetos y superficies, donde se mantiene durante mucho tiempo.

La exposición al humo de tercera mano –el que proviene del tabaco y se queda adherido en objetos y superficies– también puede causar daños a la salud. Una investigación realizada con ratones ha comprobado que vivir en un entorno impregnado de este humo afecta al peso de las crías recién nacidas, y altera el recuento de células sanguíneas asociadas con el sistema inmune, tanto en las crías como en roedores adultos.

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Los resultados del estudio, que fue dirigido por investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley Lab) del Departamento de Energía de Estados Unidos, con la participación de la División de Sistemas Biológicos e Ingeniería y el Área de Tecnologías de Energía y la UC San Francisco, en Estados Unidos, y Nanjing Medical University, en China, mostraron que las alteraciones en el recuento de células sanguíneas se asociaban con reacciones inflamatorias y alérgicas tras exponer a los animales al humo de tercera mano.

La exposición al humo de tercera mano causa modificaciones importantes en las células sanguíneas, y niveles más elevados de glóbulos blancos vinculados con la inflamación y las reacciones alérgicas

Los investigadores colocaron telas de algodón tratadas con humo en las jaulas para recrear el ambiente buscado, y analizaron las variaciones de peso de los animales y su sistema hematopoyético al cabo de tres semanas, en dos grupos de ratones de distinta edad: neonatal (del nacimiento a las tres semanas) y adultos jóvenes (de entre 12 y 15 semanas), a los que se comparó con un grupo control que no se había expuesto al humo.

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Humo de tercera mano, factor de riesgo para la salud

El peso de las crías recién nacidas expuestas al humo era significativamente inferior al de las del grupo de control, mientras que en el caso de los ratones adultos su peso no se vio afectado. En ambos grupos de edad, sin embargo, sí se observaron modificaciones importantes en las células sanguíneas, y en todos los animales –neonatos, hembras y machos– se apreciaron niveles más elevados de glóbulos blancos vinculados con la inflamación y las reacciones alérgicas.

Los cambios en las células, además, persistieron después de que la exposición al humo cesara, y se mantuvieron al menos 14 semanas en los recién nacidos, y dos semanas en los adultos. Antoine Snidjers, del Berkeley Lab, y coautor del trabajo, ha explicado que el humo de tercera mano es un factor de riesgo para sufrir problemas de salud que no se suele tener en cuenta, por lo que es necesario realizar nuevos estudios al respecto, especialmente con personas, con el objetivo de adoptar medidas para evitarlo.

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Actualizado: 10 de octubre de 2017

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