Dieta atlántica, sabrosa y saludable
Heredera de la cultura de la región bañada por el océano que le da su nombre, la dieta atlántica te aporta sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud, sin renunciar al placer de disfrutar de la buena comida.

Consejos para seguir la dieta atlántica

Arantza Ruiz de las Heras

Por: Arantza Ruiz de las Heras

Dietista-Nutricionista, Complejo Hospitalario de Navarra

Actualizado: 23 de septiembre de 2022

La dieta atlántica, pese a que no es tan afamada y conocida como su compañera con nombre de otro mar, la dieta mediterránea, posee unas cualidades y características merecedoras de ser difundidas y conservadas. Si quieres incluirla en los menús del día a día, estos consejos te pueden ayudar:

  1. Tomar a la semana más veces pescado que carne. Ir variando pescado blanco y azul, e incluir alguna vez pescados enteros que se toman con las espinas (anchoas, sardinillas, etcétera), para aprovechar su alto contenido en calcio.
  2. Muchas veces encontramos repetitivo comer y cenar pescado, pero no nos parece lo mismo si comemos y cenamos carne. Recuerda que hay muchos tipos de pescados y mariscos que puedes ir alternando y preparando de diversas formas y con distintas guarniciones para que no nos aburra incluirlos con más frecuencia en el menú diario.
  3. Acompañar todos los platos de carne o pescado con verduras u hortalizas. Se pueden utilizar verduras asadas, hervidas, al wok, en tempura, fritas, crudas, etcétera.
  4. Añadir al recurso tan socorrido de la ensalada otros ingredientes de guarniciones como berenjena, calabacín, calabaza, espárragos tiernos, cebolla, remolacha, etcétera. También se pueden incluir guisantes, lentejas, y judías blancas o rojas a modo de guarnición, pero también como ensaladas u otros platos de primero.
  5. Añadir siempre a las verduras patata hervida: alubias verdes, coliflor, acelgas, espinacas, borraja, etcétera, y un chorrito de aceite de oliva crudo, una vez cocinado.
  6. Huir de preparaciones muy complicadas y usar principalmente la cocción en agua, la plancha, la fritura y los guisos sencillos, usando verduras para hacer las salsas y acompañamientos.
  7. Tomar de postre fruta o derivados lácteos de manera alternativa en comidas y cenas. La fruta preferentemente fresca, bien lavada, y con piel. Incluir manzanas, cítricos (naranja, mandarinas, piña, pomelo, kiwi…), y frutas de temporada como fresas, cerezas, melocotones, sandía, melón o paraguayas.
  8. Tomar diariamente leche y lácteos, especialmente quesos y yogures. Tomar el queso como ingrediente de otros platos como ensaladas, o formando parte de postres.

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Creado: 28 de julio de 2015

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