Las dietas vegetarianas y veganas benefician el corazón y el clima

Seguir una dieta vegetariana o vegana reduce los niveles de colesterol y grasa en la sangre y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y ayudaría a disminuir hasta un 49% la emisión de gases de efecto invernadero y mejorar el clima.
Nutricionista recomendando realizar una dieta vegetariana o vegana

25/05/2023

Una investigación en la que se han analizado los resultados de 30 ensayos científicos publicados entre 1980 y 2022 en los que participaron 2.372 personas ha revelado que las dietas vegetarianas y veganas se relacionan con niveles más bajos de colesterol y grasas en la sangre, lo que previene el bloqueo de las arterias y reduce las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.

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Los investigadores compararon el efecto de las dietas vegetarianas o veganas con el de las dietas omnívoras en los niveles de todos los tipos de colesterol (colesterol total), colesterol de lipoproteínas de baja densidad o LDL (popularmente conocido como colesterol 'malo'), triglicéridos (un tipo de grasa o lípido presente en la sangre) y apoliproteína B (apoB, una proteína que ayuda a transportar grasa y colesterol en la sangre y es un indicador de la cantidad total de grasas malas y colesterol en el organismo).

Tener altos los niveles de colesterol LDL provoca la acumulación de depósitos de grasa en los vasos sanguíneos, lo que puede tener como consecuencia sufrir un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular. Los resultados del metaanálisis se han publicado en European Heart Journal y sus principales conclusiones muestran que las dietas vegetarianas y veganas pueden:

  • Reducir el colesterol malo en un 10%.
  • Reducir el colesterol total en un 7%.
  • Reducir la apolipoproteína B (la principal proteína del colesterol malo) en un 14%.

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“Descubrimos que las dietas vegetarianas y veganas estaban asociadas con una reducción del 14% en todas las lipoproteínas que obstruyen las arterias según lo indicado por la apoliproteína B. Esto corresponde a un tercio del efecto de tomar medicamentos para reducir el colesterol, como las estatinas, y daría como resultado una reducción del 7% en el riesgo de enfermedad cardiovascular en alguien que mantuvo una dieta basada en plantas durante cinco años. El tratamiento con estatinas es superior a las dietas basadas en plantas para reducir los niveles de grasas y colesterol. Sin embargo, un régimen no excluye al otro, y es probable que la combinación de estatinas con dietas basadas en plantas tenga un efecto sinérgico”, ha explicado la profesora Ruth Frikke-Schmidt, médica jefe del Rigshospitalet en Copenhague (Dinamarca), que ha llevado a cabo el estudio junto con la Sra. Caroline Amalie Koch, estudiante de medicina, y la Dra. Emilie Westerlin Kjeldsen, también del Rigshospitalet.

“Las dietas basadas en plantas son instrumentos clave para cambiar la producción de alimentos a formas más sostenibles desde el punto de vista ambiental y  reducir la carga de las enfermedades cardiovasculares”

“Si las personas comienzan a comer dietas vegetarianas o veganas desde una edad temprana, el potencial para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular causada por arterias bloqueadas es sustancial. Es importante destacar que encontramos resultados similares en todos los continentes, edades, diferentes rangos de índice de masa corporal y entre personas en diferentes estados de salud”, ha añadido la investigadora.

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La alimentación, clave para proteger la salud y el medioambiente

Los individuos que participaron en los 30 estudios fueron asignados de forma aleatoria para que siguieran una dieta vegetariana o vegana o siguieran llevando una dieta omnívora (que incluye carne y productos lácteos). La duración de estos patrones alimentarios varió entre 10 días y cinco años, con un promedio de 29 semanas.

En comparación con las personas que seguían una dieta omnívora, las que seguían una dieta basada en plantas experimentaron una disminución promedio en los niveles de colesterol total del 7% respecto a los niveles que se habían medido al inicio de los estudios, una reducción del 10% en los niveles de colesterol LDL y una reducción del 14% en los niveles de apoB. “Observamos efectos significativos de las dietas vegetarianas y veganas y de personas que iban desde un peso normal hasta obesas”, dijo la profesora Frikke-Schmidt.

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Los investigadores también encontraron que las dietas basadas en plantas tenían un impacto beneficioso sobre el medioambiente. “Revisiones sistemáticas recientes han demostrado que si las poblaciones de los países de altos ingresos cambian a dietas basadas en plantas, esto puede reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero entre un 35% y un 49%. Nuestro estudio proporciona evidencia sólida de que las dietas basadas en plantas son buenas para la salud de personas de diferentes pesos, edades y condiciones de salud”, ha declarado la profesora Frikke-Schmidt.

“Además, las poblaciones en todo el mundo están envejeciendo y, como consecuencia, el costo del tratamiento de enfermedades relacionadas con la edad, como la enfermedad cardiovascular aterosclerótica, está aumentando. Las dietas basadas en plantas son instrumentos clave para cambiar la producción de alimentos a formas más sostenibles desde el punto de vista ambiental y, al mismo tiempo, reducir la carga de las enfermedades cardiovasculares. Deberíamos comer una dieta variada, rica en plantas, no demasiado abundante, y saciar nuestra sed con agua”.

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Martin Warren, Director Científico del Quadram Institute (Reino Unido) opina (según sus declaraciones a SMC España) que el estudio “confirma que las dietas veganas y vegetarianas sanas y equilibradas tienen beneficios significativos en términos de reducción de algunos de los principales factores que se asocian con la formación de placa y la progresión en las arterias, lo que se conoce como aterosclerosis. Por tanto, la reducción de los niveles de colesterol y apolipoproteína A disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica, reduciendo así el riesgo de episodios cardiovasculares como infarto de miocardio o ictus”.

Y añade: “Por supuesto, tanto las dietas vegetarianas como las veganas están asociadas a la promoción de la sostenibilidad a través de la reducción del impacto medioambiental de la cría de animales, por lo que aquí también hay beneficios. Sin embargo, los productos de origen animal, como la carne, son alimentos ricos en nutrientes que aportan otros beneficios. Del mismo modo, las dietas basadas en cultivos pueden ser bajas en ciertos micronutrientes, por lo que, en general, reducir el consumo de carne, pero mantener una dieta amplia y variada es bueno para la salud”.

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Por su parte, Aedin Cassidy, Presidenta de Nutrición y Medicina Preventiva y directora de Investigación Interdisciplinaria del Instituto de Seguridad Alimentaria Mundial de la Universidad de la Reina de Belfast (Reino Unido), ha señalado –en declaraciones al mismo medio– que “cada vez hay más pruebas de que las dietas basadas en plantas influyen en nuestra salud y las dietas caracterizadas por alimentos vegetales de alta calidad y una menor ingesta de productos animales pueden ser beneficiosas para la salud, independientemente de las condiciones de salud establecidas y la disposición genética”, pero advierte que “no todas las dietas vegetales son iguales, y solo las dietas vegetales saludables, caracterizadas por frutas, verduras y cereales integrales, mejoran la salud, y no otras dietas vegetales (por ejemplo, las que incluyen carbohidratos refinados, alimentos procesados con alto contenido en grasa/sal, etcétera)”. 

Actualizado: 25 de mayo de 2023

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