La creatividad aumenta al despertarse nada más quedarse dormido

En la fase de inicio del sueño aumenta la capacidad de pensar de manera creativa y despertarse en ese momento ayuda a encontrar soluciones a los problemas, sobre todo si recibimos indicaciones sobre el tema con el que tenemos que soñar.
Mujer joven despertando de la siesta

16/05/2023

Cuando nos enfrentamos a situaciones complicadas o debemos tomar una decisión importante podemos seguir el consejo que dice que lo “consultemos con la almohada”, es decir, que esperemos al día siguiente antes de actuar porque dormir puede ayudarnos a encontrar la mejor solución. Ahora, un nuevo estudio ha revelado que nuestra creatividad alcanza su punto álgido en la primera fase del sueño, justo cuando nos acabamos de quedar dormidos, y que al despertar tras una breve siesta es más fácil desarrollar ideas creativas.

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Investigadores del MIT y la Escuela de Medicina de Harvard han demostrado por primera vez que cuando se les pide a las personas que sueñen sobre un tema concreto durante esa etapa del sueño, se desenvuelven de forma mucho más creativa cuando después se les pide que realicen tres tareas de creatividad sobre ese tema. “Cuando se le pide que sueñe sobre un tema durante el inicio del sueño puede tener experiencias de sueño que luego puede usar para estas tareas creativas”, ha explicado Kathleen Esfahany, estudiante de último año del MIT y una de las autoras principales del estudio.

La indicación de soñar sobre algo en particular se conoce como “incubación de sueños dirigida” y los individuos que la recibieron desarrollaron historias más creativas que aquellos que durmieron la siesta sin recibir esta petición, o los que permanecieron despiertos. Los resultados del estudio se han publicado en Scientific Reports y sugieren que durante esta primera etapa del sueño el cerebro establece conexiones más amplias entre conceptos dispares, lo que proporciona un impulso a la creatividad, “Si accede a este estado cerebral, puede ser más creativo durante la vigilia”, asegura Adam Haar Horowitz, un postdoctorado en el MIT Media Lab y autor principal del estudio.

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El inicio del sueño favorece las ideas creativas

El inicio del sueño, conocido como como etapa N1 o hipnagogia, ya se consideraba como un momento especialmente fecundo en ideas creativas y un estudio del Paris Brain Institute publicado en Science Advances en 2021 mostró que contribuye a generar ese tipo de percepción creativa, ya que los participantes que cayeron en N1 durante un breve lapso de tiempo tenían muchas más probabilidades de descubrir una manera fácil de resolver una tarea relacionada con números.

Las personas que durmieron la siesta con la incubación de sueños dirigida resolvieron las tareas de forma un 78% más creativa que las que permanecieron despiertas

Los autores del nuevo trabajo querían comprobar si podían extender ese hallazgo a ámbitos que se asocian más con la creatividad, como la narración de historias, y si era posible orientar el contenido de los sueños de las personas y cómo ese contenido guiado podría influir sobre el proceso creativo. Para ello, desarrollaron un dispositivo llamado Dormio que se podría emplear en la incubación de sueños específicos.

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El dispositivo incluye un guante que mide tres marcadores fisiológicos del sueño (cambios en el tono muscular, la frecuencia cardíaca y la conductancia de la piel) y los comunica a una aplicación de teléfono inteligente o a un ordenador portátil. Cuando un individuo con el guante entra en el estado N1, la aplicación le pide que sueñe con un tema determinado y al cabo de unos minutos, cuando el usuario comienza a caer en la siguiente etapa del sueño, la aplicación lo despierta, le solicita información sobre lo que estaba soñando y registra su respuesta.

Los investigadores dividieron a 49 participantes en cuatro grupos. Uno de los grupos disponía de 45 minutos para dormir la siesta; el dispositivo Dormio los incitó a soñar con un árbol y luego registró la descripción de sus sueños. Cada vez que se informaba de un sueño, se animaba al usuario a volver a dormirse y se le pedía de nuevo que soñara con un árbol.

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A los participantes de otro grupo que también usaron el dispositivo mientras dormían la siesta se les indicó que observaran sus pensamientos. Otros dos grupos permanecieron despiertos durante los 45 minutos: uno de ellos recibió indicaciones para pensar en los árboles y al otro se le dijo que observara sus pensamientos.

Tras dormir la siesta o permanecer despiertos pidieron a todos los participantes que llevaran a cabo tres tareas que se habían establecido previamente para correlacionarlas con la creatividad. La primera consistió en la narración de cuentos, en la que se les pidió que escribieran una historia creativa que incluyera la palabra “árbol”. Los resultados mostraron que las personas a las que les dieron instrucciones de soñar con árboles desarrollaron las historias más creativas y que las personas que tomaron una siesta, pero no recibieron un aviso específico, también mostraron más creatividad que las que permanecieron despiertas durante todo el experimento.

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Las personas a las que se les pidió que soñaran con árboles también obtuvieron las puntuaciones más altas en otras dos medidas asociadas con la creatividad, conocidas como tareas de pensamiento divergente. En una de ellas se pidió a los participantes que hicieran una lista de todos los usos creativos que se les ocurrieran para un árbol, y en la segunda se daba una lista de sustantivos a las personas y se les pedía que respondieran con el primer verbo que les venía a la mente para cada uno.

Cuando los investigadores analizaron las tres tareas, los participantes que durmieron la siesta con la incubación de sueños dirigida las resolvieron de forma un 43% más creativa que los que durmieron la siesta sin la incubación de sueños dirigida, y un 78% más creativamente que los que permanecían despiertos. Comprobaron, además, que en el grupo de personas a las que se les dijo que soñaran con árboles, aquellas que tenían un mayor número de sueños con árboles también mostraron más creatividad en sus historias, y también incorporaron gran parte del contenido de sus sueños en sus historias.

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“Esa evidencia sugiere que no es solo estar en el estado de sueño N1 lo que hace que las personas sean más creativas. Las personas son más creativas porque también aprovechan los sueños que tienen en ese estado de sueño”, dice Esfahany. Estos científicos están investigando ahora si pueden ampliar su protocolo de incubación de sueños a fases posteriores del sueño, como REM, y si sería útil para tratar la angustia relacionada con las pesadillas.

Actualizado: 16 de mayo de 2023

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