Los medicamentos que se usan en el tratamiento de quimioterapia contra el cáncer de mama destruyen todas las células de rápido crecimiento, tanto las cancerosas, como las que no lo son. Entre las células del organismo que se encuentran en renovación constante están las que conforman el folículo piloso del pelo.

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Por este motivo, más o menos 15 días después de la primera sesión de quimioterapia la mujer experimenta una pérdida de cabello. A medida que se suceden las sesiones de quimioterapia, la mujer puede notar que también pierde el vello de todo el cuerpo: de las axilas y el pubis, así como las pestañas y las cejas.

Entre tres y seis meses tras finalizar el tratamiento, el vello y el cabello perdidos se recuperan lentamente, aunque pueden presentar de forma esporádica una textura y color diferentes

Normalmente, entre tres y seis meses después de finalizar el tratamiento el vello y el cabello perdidos se recuperan lentamente, aunque este puede presentar de forma esporádica una textura y color diferentes al que tenían antes del tratamiento. Solo en algunos casos el pelo no llega a crecer, incluso seis meses después. Se habla entonces de que la alopecia es permanente.

Tatuaje de cejas

Tratamiento de la alopecia provocada por el cáncer de mama

La pérdida de pelo es uno de los efectos secundarios más agresivos de la quimioterapia y más impactante para la mujer. Hoy existen algunos tratamientos que evitan en algunas pacientes esa pérdida de cabello y otros que, una vez finalizadas la quimioterapia y la radioterapia, facilitan el crecimiento del cabello en mujeres que no recuperan la densidad capilar previa. Pero antes de someterse a ellos hay que consultar siempre con el oncólogo o el dermatólogo. Algunas opciones que pueden ayudarte a cuidar tu imagen son:

  • Gorros de hipotermia: no siempre son efectivos 100%, pero en algunas mujeres se logra prevenir la caída del cabello. Consiste en enfriar el cuero cabelludo durante la sesión de quimioterapia con la ayuda de unos gorros de hidrogel congelados que se encuentran a -25ºC. De esta forma los vasos sanguíneos que alimentan las raíces del cabello se contraen y reciben menos sustancias de la quimioterapia.
  • Micropigmentación: antes de iniciar el tratamiento se puede realizar una micropigmentación de las cejas. De esta forma, si finalmente se pierden, el impacto es menor.
  • Tratamientos farmacológicos: los tratamientos con sustancias que favorecen el crecimiento del pelo, como el minoxidil, hay que consultarlos con el oncólogo y el dermatólogo, ya que pueden irritar el cuero cabelludo.
  • Tratamientos capilares: existen diferentes fórmulas para activar el crecimiento del pelo una vez que se ha terminado el tratamiento de quimioterapia y radioterapia, como:
    • Láser de baja potencia: una terapia con luz que favorece el crecimiento del pelo.
    • Microneedling: los factores de crecimiento en la raíz del pelo se activan al aplicar unas agujas muy finas.
    • Plasma rico en plaquetas: se extrae sangre del paciente y tras centrifugarla se extraen factores de crecimiento que se inyectan en el cuero cabelludo.
  • Microinyecciones de dutasterida: se trata de un andrógeno que aplicado directamente en el cuero cabelludo actúa sobre el folículo.
  • Tratamientos estéticos: como aplicar pelo natural a la piel de la paciente, o microfibras de queratina aumentando la cobertura del pelo (como una especie de maquillaje capilar), o el uso de las clásicas pelucas.

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Creado: 10 de enero de 2020

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